Tras los meses más complicados de su vida, en los que ha visto la muerte de cerca, ha pasado por quirófano en cuatro ocasiones por graves problemas de salud y ha roto su matrimonio con Matías Urrea, Ainhoa Arteta ha reaparecido completamente recuperada y, con una entereza y una sonrisa dignas de aplaudir, ha dado un poderoso mensaje de vida en la entrevista que ha concedido en El Hormiguero con motivo de su esperado regreso a los escenarios.
"Lo he pasado muy mal" ha confesado la soprano en su primera aparición pública desde que el pasado verano sufrió un cólico nefrítico que derivó en una septicemia que a punto estuvo de costarle la vida, por el que estuvo en coma e intubada durante varios días y que, finalmente, provocó la amputación parcial de una de las falanges de su mano derecha.
Un durísimo momento del que Ainhoa habló sin ningún problema, confesando que "me moría, no había manera, pero yo me enteré después". "Yo no vi un túnel, no vi ninguna luz" - ha revelado, narrando cómo 'vio la muerte de cerca durante los días que estuvo en coma - "pero sí vi un espacio. Estaba un espacio que no era negro, era azul oscuro intenso con estrellas, con mucha luz, a la vez que era oscuro. Era un silencio total. Vi pasar una cosa roja por debajo, no sé si era el infierno. Igual me estoy haciendo pájaras mentales. Pasó y se fue y ahí me quedé yo en esa zona, como suspendida".
"Cuando has estado a punto de morirte hay que ver la vida de otra manera. Me ha cambiado el chip muchísimo. Hay que animarse. Todo tiene solución y lo que tenemos es el día a día", ha señalado con una sonrisa, desvelando que aunque aun arrastra importantes secuelas derivadas de su grave problema de salud, "mi vida tiene que continuar". "Me duela o no me duela, tengo que seguir. La única manera de salir de estas cosas es con fuerza mental", ha añadido.
Y fuerza mental es algo que le sobra ya que, dando una lección de entereza y positividad, Ainhoa no ha tenido ningún problema en responder a todas las preguntas que Pablo Motos le hizo sobre la 'pesadilla' que ha vivido en los últimos tiempos. Así, con total naturalidad ha explicado que no puede correr porque tiene injertos de piel en los pies - para salvarle la vida le dieron una medicación que impedía el riego sanguíneo y los pies se le pusieron negros, ha contado - y ha mostrado su dedo de la mano amputado, revelando entre risas que no se ha planteado ponerse un implante porque "soy muy gesticulera. Y pensé que en un concierto se me iba a escapar el dedo y no es plan de buscarlo en la señora de la tercera fila".
Un dedo en el que, admite, siente el famoso 'dolor del miembro fantasma': "Me pasa muy a menudo. Es el dolor neuropático que tiene que ver con el cerebro. El otro día me dolía la punta de este dedo (en referencia al amputado) y ya no lo tengo". "Este dolor tiene tanto que ver con el cerebro que si estás nervioso o agitado, aumenta de una manera brutal", ha explicado.
Pero eso no es todo, ya que después de un mes ingresada y cuando luchaba por retomar su vida, tuvo una lesión en las cuerdas vocales "a causa de la intubación". "Se cerró una glándula y empezó a dar la cara en septiembre. En octubre me quedé sin voz. Se me formó un quiste como un garbanzo y me operaron a cuerda vocal abierta" ha contado, confesando que temió por su voz y por la posibilidad de no poder volver a cantar.
Algo que afortunadamente no ha pasado, puesto que gracias a su tesón y a su esfuerzo durante los últimos meses, Ainhoa está completamente recuperada y prueba de ello es qué el próximo 27 de febrero regresará a los escenarios interpretando en el madrileño teatro de la Zarzuela La Bohème. Una esperadísima vuelta de la que al soprano nos habló tras su paso por El Hormiguero, pronunciándose además, por primera vez, sobre su separación de Matías Urrea tras el grave problema de salud que a punto estuvo de costarle la vida.
- Pregunta: Qué tal Ainhoa, nos alegra mucho verte. Como está siendo volver a la vida.
-Respuesta: Encantada. Feliz de estar de vuelta y muy contenta la verdad. El 27 de febrero será el debut en el teatro de la Zarzuela, con ganas de ver el público y entrar a un teatro que es como mi casa.
- P: Lo has echado de menos.
- R: Seis meses casi siete sin cantar, pues sí.
- P: Qué has aprendido en esta ausencia, hay una Ainhoa nueva.
- R: Totalmente, cuando la vida te da una segunda oportunidad y es de semejante calibre es una Ainhoa Arteta que aprecia la vida día a día y que lucha por estar bien.
- P: Mucho borrado en el pasado.
- R: Todo, lo único que quiero es concentrarme en mi recuperación total, todavía no está, pero estamos en ello.
- P: Has pasado miedo.
- R: Sí, estuve a punto de morirme, pero gracias a dios, no sé por qué, por circunstancias, no me fui. Cuando me enteré de lo que había pasado con mi salud es cuando me di cuenta de muchas cosas y sobre todo de priorizar muchas cosas en mi vida.
- P: Como está tu familia, tu hija.
- R: Están todos muy bien, mi hija ayudándome mucho moralmente y yo tengo una suerte tremenda con mis hijos, mi familia, en general, mis amigos más próximos y la verdad es que no tengo que decir más que eso, que los amo y que gracias a su cariño y a su amor hacia mí estoy aquí como estoy.
- P: Como es ese estado de oscuro.
- R: Sí, tuve una sensación que no sé si era una cuestión mental, no vi un túnel, pero sí vi una especie de espacio donde estaba suspendida.
- P: Has estado pendiente de los titulares que has acaparado.
- R: La verdad es que no, estaba bastante concentrada en mi recuperación y mi familia me ha protegido muchísimo.
-P: Qué secuelas tienes a día de hoy.
- R: Todavía no puedo mover bien la mano y todavía tampoco puedo correr, tengo todos los dedos de los pies con injertos. Eso es lo de menos, estoy viva.
- P: Matías ha hablado fenomenal de ti.
- R: Yo le deseo siempre lo mejor, nunca he hablado mal de él, jamás lo voy a hacer, una persona con la que he convivido seis años no se me ocurriría para nada.
- P: Guardas un buen recuerdo.
- R: Por supuesto, como de todas mis relaciones, distintos matrimonios y jamás he guardado malas sensaciones, no me gusta guardarlas.
- P: Has puesto algo en manos de la justicia, se te ha acusado de soberbia, de chula, se hablaba incluso de maltrato.
- R: No me interesa, no estoy jugando en esa liga. No. En ese sentido no.
- P: No eres una persona como te han pintado algunos. Soberbia.
- R: No, creo que soy bastante normal pero bueno, cada uno puede tener la opinión que quiera.
- P: De la boda guardas un bonito recuerdo.
- R: Claro, yo me casé, no llegaron los papeles, pero yo me casé, nos casamos ese día por supuestos. He sido muy feliz muchos días, durante seis años si estas con una pareja es porque estás bien.
- P: Infidelidades.
- R: Por mi parte que sepa no.
- P: Le deseamos toda la felicidad a Matías.
- R: Hombre, por supuesto que le deseo toda la felicidad del mundo, le deseo lo mejor en su vida y con su vida.
- P: Tienes ganas de enamorarte.
- R: Ninguna, por ahora no, no está en mis planes.
- P: Tu hija tu fiel compañera y apoyo.
-R: Si, mis hijos, mi familia y mis amigos.
- P: Algún consejo para nuestra representante en Eurovisión.
- R: Nada, que hay que ser muy fuerte mentalmente para cualquier profesión de élite y que nos preparamos siempre para eso, todos los años de profesión para prepararse mentalmente.
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