La presencia española en los Oscar mucho antes de Penélope Cruz y Javier Bardem

Todo empezaba un insólito jueves de mayo de 1929. La cita tenía lugar en el hotel Roosvelt de Los Angeles. Una esperada gala de corbata negra y vestidos despampanantes donde las estrellas más rutilantes del séptimo arte se congregaban bajo un solo techo para recibir la entrega de premios facilitada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Esa fue la primera noche de las más de 92 celebraciones que han seguido la tradición. En ellas, ha sido frecuente la presencia de Javier Bardem y Penélope Cruz, quienes representarán por cuarta vez a España en la nominación de los Premios Óscar por sus papeles en Being the Ricardos y Madres Paralelas, pero antes de ellos, hubo muchos más.

A España le costó 41 años llegar al reconocimiento de la estatuilla. Fue Juan de la Cierva y Hoces, sobrino del inventor del autogiro, quien se agenció el título de ‘primer español en recibir un Oscar’. Lo hizo gracias al premio por la Mejor Contribución Técnica a la Industria Cinematográfica, por crear un estabilizador óptico o dynalens para eliminar los efectos de movimiento, vibraciones y desenfoque de las cámaras, un galardón que no se repetiría hasta 2008, de la mano de Víctor González, Ignacio Vargas y Ángel Tena, gracias a su contribución a la era digital mediante un software de simulación de fluidos innovador llamado RealFlow. A de la Cierva le tomó el relevo el director artístico Gil Parrondo, galardonado también el mismo año -1970- por su trabajo en Patton como dirección artística, y junto a él, Antonio Mateos por Mejor Ambientación; un año más tarde repetiría con Nicolás y Alejandra, acompañado de Antonio Castillo como mejor vestuario.

Sin duda, los 70 fueron la época dorada de los españoles en los Oscar. En 1972 llegó el cineasta Luis Buñuel, el 'perro andaluz' que conquistó a la sociedad española con la calidad de sus películas, digno galardonado de Oscar gracias a El discreto encanto de la burguesía como Mejor Película de Habla No Inglesa -frente a la producción española de Jaime de Armiñán, Mi querida señorita- un film de producción francesa debido a la censura de la dictadura en España. Buñuel ya había representado a España con Tristana (1971) y Ese oscuro objeto de deseo (1978). Esta década se cierra con el Oscar en 1978 al fotógrafo barcelonés Néstor Almendros, que se hizo con el premio de Mejor Director de Fotografía por Días de cielo y quien, además, fue nominado en 3 ocasiones -casi consecutivas- más (1980, 1981, 1983).

El productor, crítico, autor literario, guionista y director de cine José Luis Garci devolvería la ilusión española por los Oscar cinco años después gracias a su Volver a Empezar, con un premio a Mejor Película de Habla no Inglesa, dejando a medio camino a la película de Carlos Saura, Mamá cumple 100 años (1980) y El nido (1981).

La friolera llegó después de este aclamado andaluz y España estuvo durante diez años sin recibir un nuevo galardón estadounidense. Pero entonces llegó Fernando Trueba en 1993 con Belle Époque de la que fue premiado a Mejor Película, y después el inolvidable Pedro Almodóvar en 1999 con Todo sobre mi madre. Pedro no era nuevo en esto. Ya había estado nominado por Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y volvió a estarlo por Dolor y Gloria (2019) junto a Antonio Banderas, nominado a Mejor Actor, y Hable con ella (2002) con la que volvió a ser galardonado por Mejor Guion, llevándose su segunda y última estatuilla hasta el día de hoy.

El siglo XXI ha sido mucho más prolífico en nominaciones y premios Oscar para la historia de España. Si el 2000 se inauguró con la nominación de Javier Bardem por Antes que anochezca y lo siguió Pedro Almodóvar, fue Alejandro Amenábar, galardonado con Mar adentro (2004), quien mantenía en la carrera a España. Después llegó el que sería uno de los mejores años para este país -2006-, con tres nominaciones a Mejor Cortometraje y Penélope Cruz, nominada por primera vez como Mejor Actriz gracias a Volver. También quedó registrado en nuestras memorias el Oscar al Mejor Maquillaje, entregado a David Martí y Monste Ribé -primera mujer española en lograr un Oscar- por El laberinto del Fauno, película premiada además en Mejor Dirección Artística con Eugenio Caballero y Pilar Revuelta al mando y Mejor Fotografía con Guillermo Navarro tras el objetivo.

Dos años más tarde, Javier Bardem conseguiría la apreciada estatuilla a Mejor Actor de Reparto por su papel de asesino en el drama western No es país para viejos, de los hermanos Cohen, seguido un año más tarde -2009- por Penélope Cruz con un Oscar también a Mejor Actriz de reparto por su interpretación en la película anglófona Vicky Cristina Barcelona, del estelar director de cine estadounidense Woody Allen, culminando el dolmen de los galardones oscarizados a España hasta 2021.

Penélope repite nominación al año siguiente, en 2010, coronándose con tres a su espalda gracias a Nine. Con ella, el cortometraje de animación La dama y la muerte, de Javier Recio y el film Chico y Rita de Fernando Trueba y Javier Mariscal -primera película de animación nominada en su correspondiente categoría-. Después siguieron Los Miserables y Lo Imposible, pero ninguna de las dos consiguieron alcanzar el oro estadounidense. Desde entonces, España no tuvo reconocimiento cinematográfico en los conocidos Premios Oscar, a pesar de haber estado nominados en múltiples ocasiones, hasta la llegada de La madre del blues de Sergio López-Rivera, premiada al Mejor Maquillaje y Peluquería.

El 27 de marzo se celebra la 93ª edición con Javier Bardem, Penélope Cruz y Alberto Iglesias -nominado anteriormente por El jardinero fiel (2005), Cometas en el cielo (2007) y El topo (2011) repitiendo escenario en la lista de nominaciones y el estreno de Alberto Mielgo, que aspira a la estatuilla al mejor corto animado por The Windshield Wiper.

Curiosamente, el apellido Bardem es el inicio de esta saga de presencia española en unos premios tan importantes como los Oscar. La primera vez que se nominó a España en los Oscar fue en 1958 en la categoría de Mejor Película Extranjera por La Venganza, dirigida por el tío del actual Bardem, Juan Antonio Bardem. Tras él, Plácido (1961) de Luis García Berlanga , Los Tarantos (1963) y El amor brujo (1967) de Francisco Rovira-Beleta, Tristana (1970) y la llegada del primer galardón en 1971.

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