Es el mayor sindicato en Euskadi. ELA acaba de revalidar esa posición en las recientes elecciones sindicales celebradas en el País Vasco y que le otorgan el 40% de los representantes sindicales en el tejido laboral vasco. La central nacionalistas se ha opuesto a la reforma laboral aprobada por el Gobierno con el apoyo de UGT, CCOO y la CEOE y hoy ha anunciado que prepara un año conflictivo, con movilizaciones para lograr que no se aplique, "superarla y derogarla". "Aún estamos tratando de superar las reformas de Zapatero y Rajoy", ha asegurado el secretario general de ELA, Mikel lakuntza.

Durante una comparecencia para presentar el plan de negociación colectiva que abordará en las próximas semanas el sindicato, Lakuntza ha reiterado que continúan sin confiar en el resultado de la mesa de diálogo social -de la que no participan- y que opta "por hacer sindicalismo" a través de movilizaciones.

ELA avanza que reforzará la caja de resistencia para poder hacer frente al periodo de movilizaciones que ultima para afrontar los numerosos procesos de negociación colectiva aún pendientes. Señala que 93 convenios siguen sin haberse podido actualizar, "por lo que será necesaria la conflictividad para poderlos mejorar". 76 de estos convenios se arrastran de negociaciones que no han permitido su actualización y los 17 restantes corresponden a nuevas negociaciones.

El sindicato vasco acusa a UGT y CCOO de haber actuado como "parásitos sindicales" por beneficiarse de la movilización impulsada por otras centrales para sus negociaciones. Lakuntza ha asegurado que lo que ley no ha incorporado en la reforma laboral toca ahora pelearlo "con nuestras herramientas": "La resignación, como la de UGT y CCOO, no puede ser la carta de presentación de un sindicato". Apunta que los problemas no se han solucionado "con esta reformilla".

Respecto al incremento hasta los 1.000 del salario mínimo interprofesional, ELA lo ha calificado de "una miseria" teniendo en cuenta que no supone ni la mitad del incremento con el que se cerró 2021, el 6,5%.