Política

Podemos cree que la comisión territorial del PSOE "es inútil y solo sirve para blanquear al Gobierno"

El partido de Pablo Iglesias desdeña la comisión para reformar el sistema autonómico y adelanta que forzará una reforma constitucional más amplia

Pablo Iglesias y Xavi Domènech, a las puertas del Congreso de los Diputados.
Pablo Iglesias y Xavi Domènech, a las puertas del Congreso de los Diputados.

Pablo Iglesias sorprendía este miércoles descolgándose de la comisión territorial impulsada por el PSOE para dar salida a la crisis catalana y poniendo "en suspenso, a la espera de acontecimientos" en Cataluña su participación en este órgano, al que también han renunciado a participar los partidos independentistas PDCat y ERC. En un documento interno, al que ha tenido acceso El Independiente, la formación de Iglesias señala que la comisión impulsada por los socialistas es "inútil", tendrá "conclusiones sesgadas" y, en definitiva, será "puro humo". En este punto, el partido se cierra a cualquier reforma constitucional que no aborde tres ejes: social, territorial y de regeneración democrática.

El partido, que en un primer momento sí vio con buenos ojos esta comisión, reconoce ahora que su salida se debe a la salida de los soberanistas, al considerar que "con la amenaza del artículo 155 activada y sin contar con la participación de los partidos nacionalistas catalanes", esta comisión "no tiene sentido: es inútil, sus conclusiones serían sesgadas y sólo serviría para blanquear la estrategia autoritaria impulsada por el Gobierno con apoyo del PSOE", señala el documento elaborado por el equipo de Argumentario de Podemos, dependiente a su vez de la Secretaría General de Pablo Iglesias.

A la conjunción de PP y PSOE, las fuerzas con más representación en el Congreso de los Diputados, la bautiza como "el pacto del 155", debido al apoyo prestado por Pedro Sánchez al Ejecutivo ante el desafío soberanista y en una continuación de la estrategia de presión que mantienen en las últimas semanas hacia los socialistas. Una estrategia que no parece estar dando sus frutos, a la luz de la caída de los morados en las encuestas, de las críticas internas en el partido, y a la vez de la reafirmación del PSOE en su gestión catalana.

El escrito, difundido entre todos sus cargos públicos, especifica que su autoexclusión en la comisión para el estudio del modelo territorial "en ningún caso implica renunciar a estudiar y aplicar cambios constitucionales que puedan ayudar a solucionar el conflicto catalán, y mucho menos bloquear la posibilidad de dicha reforma".

"Referéndum pactado y reforma constitucional real"

Podemos fija dos vías distintas: una para resolver la crisis catalana y otra para abordar la Constitución española. De esta forma, intenta desvincular a la comisión propuesta por el PSOE de una reforma constitucional. "En esta comisión NO (sic) se estudiará la reforma Constitucional", señala, justificándolo en que una eventual reforma "debería hacerse en una 'subcomisión' posterior" enmarcada en la Comisión Constitucional, que contaría por una parte con las "conclusiones" de la comisión territorial del PSOE, y por otra, con "otras propuestas de estudio".

Iglesias desdeña cualquier reforma de la Carta Magna que no incluya un apartado social y de regeneración

Aunque entre los objetivos de la llamada comisión de las nacionalidades del PSOE está el de una posible reforma del modelo autonómico recogido en el Título VIII de la Carta Magna, el partido de Iglesias hace una declaración de intenciones y adelanta que, en caso de que se produzca una reforma constitucional, no incluirá sólo una reforma autonómica, sino que deberá ser más amplia y no limitarse al conflicto catalán.

Pablo Iglesias quiere llevar así a su terreno una reforma constitucional planteada in extremis para abordar el conflicto del modelo de Estado tras el desafío soberanista, y desdeña cualquier tipo de modificación de la Carta Magna que no aborde tres ejes: "Una reforma Constitucional que no resuelva los tres grandes retos que tiene pendientes este país (social, territorial y de regeneración democrática), sólo serviría para que los partidos del régimen ganen tiempo, pero no para construir el futuro de este país desde la estabilidad y la calidad democrática".

A la vez que el partido de Iglesias deja en "suspenso" su participación en la comisión para reformar el modelo autonómico, se ensalza como el gran promotor de una reforma constitucional y se define como "el único partido" que en las elecciones de 2015 propuso una gran reforma de este tipo. "Podemos es, ha sido y será siempre favorable a la reforma de la Constitución.  Siempre hemos dicho que este país necesita un cambio constitucional y debatiremos y trabajaremos en cualquier espacio que se abra para ello", señala el documento interno.

La tercera fuerza en el Congreso rescata su referencia al 15M, y detalla que "nuestra reforma es la reforma del 15M", que no sea "un mero acuerdo entre partidos", y pide una reforma "que hable de todo y contando con todos". "Lo que no vamos a permitir es que ese debate se haga al margen de la ciudadanía a través de los representantes de los partidos políticos del régimen encerrados en un despacho. No vamos a permitir un “café para tres”", señala el partido de Pablo Iglesias.

Podemos destaca una idea para utilizar en defensa propia: "Somos el partido de las soluciones, no de los bloqueos". "Los que quieren un cierre de régimen por arriba que entierre el 15M y que cambie algunas cosas para que nada cambie, son los del “pacto del 135” de ayer y los del “pacto del 155” de hoy". "Nosotros siempre hemos estado y estaremos en las soluciones. Referéndum pactado en Catalunya y reforma constitucional real para el conjunto de España".

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