La guerra de Putin en Ucrania no es una guerra. Es una "operación militar especial", como dijo cuando anunció el ataque el 24 de febrero. Su finalidad es "desnazificar" un país cuyo presidente es judío, Volodymyr Zelensky. Son los hechos alternativos del líder del Kremlin. A los dictadores los hechos sin más no les gustan porque no hay manera de rebatirlos. Por ello, Putin ha impuesto un apagón informativo en Rusia con penas de cárcel de hasta 15 años a quienes cuenten la guerra como si fuera una guerra. Ha bloqueado el acceso a Facebook y Twitter. Debido a estas trabas a la realización de su labor informativa la BBC y Bloomberg han decidido dejar de trabajar en Rusia.
Mientras tanto, en Ucrania hay un respiro: un alto el fuego temporal permite la evacuación de Mariúpol y Volnovakha. Los ciudadanos tienen cinco horas para salir de estas localidades sitiadas. A este acuerdo se llegó el jueves en las negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana que se reanudan este fin de semana. Las tropas rusas avanzan en el sur del país: el objetivo es conectar el Donbás con Crimea y llegar hasta Odesa, donde se prepara un ataque anfibio, por mar y tierra. Así dejarían a Ucrania sin acceso al mar, asfixiada.
El acoso a los medios independientes en Rusia no es una novedad. Pero este viernes ha dado un salto cualitativo. Putin ha firmado este viernes un proyecto de ley que fija penas de cárcel de hasta 15 años a quienes publiquen "información falsa" sobre las Fuerzas Armadas rusas. Considera "información falsa" hablar de "guerra" o "invasión" en lugar de usar "operación militar especial". Esta norma entra en vigor este sábado. También ha decretado multas y penas de cárcel hasta de tres años por reclamar sanciones contra Rusia.
Numerosos medios extranjeros como BBC, CNN y Bloomberg consideran que esta medida "criminaliza la información independiente en el país". A su vez, los reguladores de medios de comunicación estatales rusos han prohibido el acceso a Twitter y Facebook. Roskomnadzor ha restringido el acceso a Twitter. Facebook está bloqueado en todo el territorio. Previamente, el Kremlin había impedido el acceso a webs como Deutsche Welle por difundir lo que considera informaciones falsas. En realidad, es una represalia por las limitaciones a los medios de propaganda rusos en Alemania.
En cuanto a los medios rusos, Novaya Gazeta, cuyo director Dmytri Muratow, recibió el Nobel de la Paz en 2021, está en el punto de mira del Kremlin por informar sobre la muerte de civiles ucranianos. El viernes 25 de febrero publicó una edición bilingüe, en ruso y ucraniano. "No reconocemos a Ucrania como el enemigo, ni al ucraniano como el idioma del enemigo. Nunca lo reconoceremos", dijo Muratow.
El Kremlin acusa al diario de Muratow junto a la emisora de televisión online Dozhd, la emisora radiófonica Eco de Mocú, y otros siete medios de difundir informaciones que "no corresponden a la realidad". Si no se retractan se exponen ya a multas y cárcel. Eco de Moscú dejó de transmitir el jueves.
Putin difunde su versión de los acontecimientos a la población rusa sobre todo en televisión, y no por redes sociales como era el caso de Donald Trump, muy prolífico en Twitter. El Kremlin controla los medios audiovisuales rusos y tienen gran capacidad de penetración en la sociedad de más edad. De ahí que Putin compareciera en televisión para anunciar la "operación militar especial" que llevarían a cabo las "fuerzas de pacificación" rusas que van a frenar el "genocidio" sufrido por los rusos en Ucrania. Previamente escenificó ante las pantallas el proceso de toma de decisión. Estos días ha incrementado sus apariciones en las que insiste en el papel de Rusia como "país agredido" por EEUU y la OTAN.
En la visión de Putin, las tropas rusas no han bombardeado ciudades en Ucrania. Así se lo dijo al canciller alemán, Olaf Scholz, con quien conversó este viernes. "Las informaciones sobre el pretendido bombardeo de Kiev y de otras grandes ciudades son groseras falsedades propagandístias", dijo Putin, según un comunicado del Kremlin. Remarcó su disposición al diálogo con Ucrania, siempre que se acepten todas sus condiciones. Es decir, siempre que Ucrania se someta al Kremlin.
Al canciller Scholz, que ha dado un giro de 180 grados a la política exterior alemana al aprobar el envío de armamento a Ucrania y elevar el presupuesto de defensa, Putin le dijo que habría otra ronda de negociaciones este fin de semana con la delegación ucraniana.
En las conversaciones previas se acordó abrir corredores humanitarios en las ciudades sitiadas para que la población ucraniana pueda salir sin peligro. Así se hará este sábado en Mariúpol y Volnovakha. En los primeros diez días de invasión, 1,2 millones de ucranianos han salido del país. ACNUR estima que será una de los mayores crisis de refugiados vividas en Europa en décadas.
Las centrales nucleares, estratégicas
La versión rusa sobre la toma de la mayor central nuclear de Europa, que a punto estuvo de desembocar en una tragedia como Chernóbil, también es otro ejemplo de "hechos alternativos", término acuñado por Kellyane Conway, asesora de Donald Trump, para rebatir a quienes le echaban en cara los datos para rebatir su versión sobre la realidad. Según el Kremlin, fueron unos "saboteadores" ucranianos los que provocaron el incendio en Zaporiyia. El gobierno ucraniano asegura que han muerto varias personas, sin especificar el número.
Si Rusia se hace con el control de las centrales nucleares rusas, Ucrania se arriesga a quedarse sin electricidad. Los rusos pueden hacerse con el control de la segunda central, Yuzhnoukrainsk, en la ciudad ucraniana de Mykolaiv, en el sur.
El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido de emergencia para tratar este riesgo de catástrofe nuclear. La representante de EEUU, Linda Thomas-Greenfield, ha asegurado que Rusia había amenazado "la seguridad de los civiles en toda Rusia, Ucrania y Europa". El representante ruso, Vasilyi Nebenzya, quitó hierro al asunto y aseguró que los trabajadores seguían en sus puestos y no se habían registrado fugas.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, denunció el ataque en la central nuclear. "Los rusos han atacado la mayor central nuclear de Europa. Es terrorismo nuclear". Y pidió que la OTAN impusiera una zona de exclusión aérea. Sin embargo, la OTAN rechaza hacerlo, como dijo su secretario general, Jens Stoltenberg, porque eso provocaría mucho más sufrimiento. En palabras del Alto Representante para Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, desembocaría en una tercera guerra mundial.
Zelensky gana de calle la batalla mediática a Putin, sobre todo en el exterior. Este viernes se ha dirigido a los manifestantes en varias ciudades europeas. En Praga decenas de miles le aclamaban en su protesta contra la invasión rusa. Este viernes ha convocado a los rusos en Moscú y San Petersburgo el opositor Andrei Navalny, que sigue en prisión.
Putin se plantea aplicar la ley marcial, una medida que restringiría aún más las libertades de los rusos. De momento las protestas se permiten pero con permiso. Cada vez que se dan hay cientos de detenidos.
Evacuación de Mariúpol y Volnovakha
Las fuerzas rusas van a dejar de disparar temporalmente cinco horas, entras las 11 y las 16 horas locales, con el fin de permitir la evacuación de Mariúpol y Volnovakha, tal y como se acordó en la primera ronda de conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana, según informa Reuters que cita la agencia rusa Interfax. Los civiles podrán dirigirse desde Mariúpol a Zaporizhzhia en autobuses especiales o en sus vehículos.
“Queridos, queridos residentes de Mariúpol, a partir de hoy [por el sábado] comienza la evacuación de la población civil en la ciudad. No es una decisión fácil, pero, como siempre he dicho, Mariúpol no es calles y casas. Mariúpol son sus habitantes, somos tú y yo. Y nuestra tarea principal siempre ha sido y sigue siendo proteger a las personas. En condiciones en las que nuestra ciudad natal está constantemente bajo el fuego despiadado de los ocupantes, no hay otra solución que permitir a los residentes, es decir, a usted y a mí, salir de Mariupol a salvo", ha dicho el alcalde, Vadym Boychenko, en un llamamiento a los ciudadanos.
Boychenko había denunciado que la ciudad ha sido "bloqueada" por las fuerzas rusas. Denunció que la ciudad no tiene agua, ni electricidad ni calefacción y escasean los alimentos. "Quieren borrar a Mariupol y a los residentes de Mariupol de la faz de la tierra", dijo el alcalde, que asegura que la ciudad ha sufrido un intenso bombardeo que ha afectado a zonas residenciales y hospitales.
La ciudad portuaria de Mariúpol, que cuenta con unos 400.000 habitantes, es un objetivo estratégico para Rusia. Con esta ciudad bajo su poder, Rusia avanzaría para construir un corredor entre Lugansk y Donetsk, dominadas en parte por los separatistas prorrusos, y Crimea, anexionada en 2014.
Volnovakha también ha sido objeto de intensos ataques. Según la corresponsal de The Guardian, Emma Graham-Harrison los cadáveres yacen por las calles abandonados. Miles de ucranianos en esta población están atrapados en los sótanos, con cada vez menos alimentos y agua. "En la ciudad no hay ningún edificio que no haya sufrido daños directos o colaterales". ¿Qué dirá Putin de esta destrucción? ¿Habrán sido los propios ciudadanos los que han dinamitado sus hogares?
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