España ha cumplido este 2021, por primera vez en 10 años, las previsiones de recaudación tributaria. La Agencia Tributaria ingresó 223.385 millones de euros, un 15,1% más que el ejercicio anterior, en medio de un clima de recuperación económica tras la pandemia, de crecimiento del empleo y también de precios más altos, que ayudan a ingresar más sin introducir nuevos impuestos.
Los datos de ejecución presupuestaria de 2021, publicados este jueves, son claros, y apuntan a que ese mejor comportamiento de los ingresos ha llevado a reducir el déficit hasta el 6,76% del producto interior bruto (PIB), 3 puntos menos que el año anterior (10,09%). La diferencia entre lo que ingresa el Estado y lo que gasta sigue dando un resultado negativo, pero menos de lo que preveían los presupuestos (8,4%). Las cifras también suponen la mayor reducción de la serie histórica, en un año en que el PIB avanzó un 5,1%, su mayor crecimiento en 21 años.
¿De dónde vienen exactamente esos mayores ingresos? Según expertos a los que citó -pero no identificó- el jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, unos dos puntos del aumento de la recaudación (+15% frente a 2021) se explican por el crecimiento de la inflación. El año pasado los precios subieron de media un 3,1%, el mayor aumento en 11 años (2011).
Pero no son los principales responsables, ya que los impuestos que han experimentado un mayor crecimiento son el IRPF, que Hacienda explica por el mejor comportamiento del empleo (y por los ERTE, que lo han protegido), así como por el impacto positivo del incremento del salario mínimo hasta los 1.000 euros en 14 pagas, y el impuesto de sociedades, ya que la pandemia impactó de lleno en las empresas.
"Los impuestos más vinculados a la inflación no son los que experimentan un mayor crecimiento", aseguró la ministra. "Se explica por la buena actividad económica y la creación de empleo", reforzó. En concreto, en impuesto de sociedades el Estado recaudó un 67,9% más; en IVA, un 14,5%; en IRPF, un 7,5% más y en impuestos especiales, un 5% más, según los datos de la Agencia Tributaria.
¿Ajustes de impuestos por la inflación?
Estos datos de la contabilidad nacional de 2021 llevan a pensar que la recaudación se mantendrá por encima de lo previsto también este año, sobre todo porque la inflación media anual podría dispararse muy por encima de lo previsto. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el organismo que debe garantizar la estabilidad presupuestaria, estima que el Estado recaudará este año unos 3.000 millones de euros más solo gracias al IVA.
En ese sentido los datos de recaudación tributaria publicados también este jueves por la Aeat, referentes a diciembre, enero y febrero, muestran que en los dos primeros meses del año se recaudaron 6.600 millones de euros más, también un 15% por encima del mismo periodo de 2021. En IVA se recaudó un 22% más, lo que supone 4.300 millones más de ingresos, según adelantó El Confidencial.
Por eso, hay economistas que proponen ajustar los tramos del IRPF a la inflación, ya que no se han modificado desde 2015 y con la subida de los precios hay trabajadores que están pagando por un tipo impositivo superior al que deberían, ya que su capacidad económica ha mermado. En ese sentido, María Jesús Montero, como máxima responsable de Hacienda, afirmó que es "aventurado" hacer previsiones en esta línea en este "escenario de intensa volatilidad", descartando así, por ahora, realizar cualquier ajuste similar, y excusándose en que no se están aplicando medidas para bajar inflación, tanto las aprobadas el martes (el Plan Nacional) como actuaciones regulatorias sobre los precios del gas.
"Todo lo que implica una rebaja fiscal se traduce en el debilitamiento del Estado del bienestar. El eslogan [del PP] de que todo se soluciona bajando impuestos significa debilitar el Estado del bienestar y que impere la política del 'sálvese quien pueda'. El Gobierno no comparte que se puedan producir abordajes de crisis que repercutan en recortes a los ciudadanos", respondió.
De hecho, es más bien al revés: el Ministerio está planteando una reforma fiscal que debería entrar en vigor en el primer trimestre próximo año, según se ha prometido a la Comisión Europea en el Plan de Recuperación, que recoge qué medidas se van a tomar a cambio de recibir hasta 140.000 millones de euros. Por ahora Hacienda no aclara si estos planes siguen en marcha: "El Ministerio está concentrado en dar respuesta a la situación de guerra en Ucrania", aseguró el jueves Montero, preguntada al respecto.
El coste de las medidas contra el impacto de la guerra
El aumento de la recaudación de 2021 permite a Hacienda tener mayor margen para gastar, por ejemplo, en medidas contra el impacto que la guerra en Ucrania está teniendo en la economía española. Pero, ¿cómo queda la balanza?
El Gobierno ha anunciado diferentes acciones para frenar la subida de los precios y ayudar a los sectores más afectados por el conflicto. Solo las rebajas al precio de la electricidad ya aprobadas -desde septiembre, la reducción del IVA de la luz del 21 al 10%, la reducción del impuesto especial sobre la electricidad del 5,1 al 0,5%, más la suspensión del impuesto del valor de la producción de energía eléctrica (IVPEE)- costarán al Gobierno 7.000 millones hasta el 30 de junio, 12.000 millones si se prorrogasen todo el año.
Además, el Ejecutivo va a emplear 6.000 millones ayudas directas y bajadas de impuestos y otros 10.000 millones en una nueva línea de créditos ICO, dentro del Plan Nacional que ha aprobado para hacer frente al impacto de la guerra. La primera cifra hace referencia a la menor recaudación del Estado por medidas como la rebaja de la gasolina en 20 céntimos, pero también a las transferencias efectivas y ayudas a sectores específicos, 450 millones para empresas de transporte de mercancías, 362 para agricultura y ganadería, 68 para la pesca 125 para la industria del gas intensivo (como la cerámica, el papel o el vidrio, con importantes costes energéticos).
Otros 1.200 millones irán destinados al plan nacional de ciberseguridad; 1.800, para las renovables -en rebaja de cargos, y 250 millones, a las empresas con consumo intensivo de energía.
A pesar de que este es un gran desembolso, los expertos ya han apuntado que la mayor recaudación por la inflación compensa el coste de estas medidas. Según sus cálculos, el Estado seguirá ganando más dinero con los carburantes pese a la bajada anunciada por Sánchez en el precio de la gasolina. De esta manera, la inflación financiará esta ayuda a los carburantes.
Por otro lado, el mayor IPC de este año también abocará a un mayor gasto en pensiones, ya que estas prestaciones están ligadas a la subida de los precios desde que en diciembre se aprobó así. El centro de estudios Funcas estima que el IPC medio de 2021 se situará en el 6,8%, lo que llevaría a gastar 10.000 millones más en pensiones. Desde Hacienda prefieren no hacer estimaciones: "Sería osado por mi parte anticipar cómo se va a comportar [el IPC], tenemos meses por delante para corregir la inflación", se limitó a apuntar la ministra, sin contar si valoran desvincular las pensiones del IPC.
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