San Telmo mantiene la incógnita electoral y la incertidumbre. El presidente de Andalucía y del PP andaluz, Juanma Moreno, ha decido tomar de ejemplo las formas de actuación de su nuevo líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, y refugiarse en el hermetismo que caracteriza al gallego para gestionar todo lo relacionado con el adelanto en la comunidad. Especialmente, desde que expresó la incapacidad política para agotar la legislatura hasta final de año por "la situación económica inflacionista". Precisamente este modo de actuar, sin dar margen a pistas o a filtraciones, ha sido el desarrollado por el todavía presidente de la Xunta durante su carrera interna a la séptima planta de Génova, midiendo cada paso dado con exactitud y reservando aspectos como los nombramientos de la nueva dirección nacional sólo a un par de contactos estrechos.

La celebración del consejo de Gobierno en Málaga -es la quinta vez que se realiza fuera de la sede de la Junta en la legislatura vigente-, ciudad donde Moreno ha desempeñado toda su carrera política, auguraba un anuncio de comicios anticipados inminente. Sin embargo, el líder popular ni si quiera ha dado pistas de los mismos. Moreno quiere llamar a urnas en junio y la de este martes 19 de abril, era una de las tres fechas posibles para dar el anuncio, disolver el Parlamento y que puedan llevarse a cabo en domingo, tras los 54 días de margen establecido en el reglamento electoral.

Las dos opciones posibles que quedan sobre la mesa son el 26 de abril y el 3 de mayo, algo que fijaría las elecciones los domingos 19 o 26 de junio, respectivamente. La festividad del Corpus quita atractivo a la primera, por lo que es precisamente esta última fecha la que parece coger más fuerza para el presidente de Andalucía, que querría dejar atado y aprobada la Ley de Economía Circular, uno de sus proyectos estrella; que propulsará el reciclaje como oportunidad de negocio.

No obstante, Moreno no cierra la puerta a que los comicios puedan realizarse cualquier otro día, por ejemplo, un viernes o un sábado. Lo que está claro es que la convocatoria no será posterior a junio ni bien entrado el verano, así lo confirmaba recientemente la mano derecha de Moreno, Elías Bendodo, tras el último Comité de Dirección del PP.

La imagen con Ciudadanos

Si de algo ha servido la estampa malagueña de los miembros del Gobierno andaluz, ha sido para reafirmar el compromiso y la confianza entre los dos partidos socios que lo componen. La escenificación protagonizada entre Moreno y el coordinador general de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, este martes, ha estado copada por un tono agradable y multitudinarias sonrisas. Todo ello, tras dos semanas de discrepancias entre ambos en lo que respecta a la idoneidad de convocar comicios antes o después de septiembre. El presidente y el vicepresidente quieren mantener una relación de estabilidad hasta que se agote el mandato.

Marín y Moreno han reafirmado en público su compromiso mutuo dentro de la Junta

A este 'retroceso' respecto a los días posteriores a que Moreno diera a conocer que veía difícil proseguir hasta diciembre por los problemas económicos, se ha sumado la reapertura de la posibilidad de que ambos líderes desarrollen una candidatura conjunta para fortalecer el ámbito de centroderecha frente a Vox. A imagen de Navarra Suma o PP+Cs en País Vasco.

PP y Cs contemplarán ese escenario de acuerdo al "interés general" y "el interés electoral". "Tendremos que ver si esa plataforma, combinación o coalición es útil en el sentido de captar el interés, la atención y el cariño de los ciudadanos de Andalucía y si puede propiciar una mayoría más amplia", ha afirmado Moreno. Lo que está claro es que son los naranjas quienes más tienen que ganar si termina saliendo adelante esa candidatura conjunta: es la preferida por siete de cada diez de sus votantes, según un sondeo de Sociométrica, y permitiría seguir manteniendo algo de representación. Para la mitad de los populares este mecanismo no es el idóneo, pero sí situaría a Moreno al borde de la mayoría con 49 escaños.

Vox confía en ser decisivo

Independientemente de la fórmula y la fecha por la que termine decantándose el presidente andaluz, desde el partido de Santiago Abascal consideran que los votos verdes serán fundamentales para garantizar la gobernabilidad en Andalucía. También en los futuros ejecutivos populares y el nacional, mediante la fórmula de la coalición. Mientras los de Moreno confían en contar con "independencia" para moverse en un gobierno en minoría con apoyo externo de Vox, la derecha radical se aferra a las encuestas, internas y externas, y al trampolín que tocar poder en Castilla y León supone para la formación.

Los de Abascal esperan replicar la vía Mañueco-Gallardo en el grueso del ciclo electoral

Esa confianza la transmiten por partes iguales el portavoz en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, y el vicepresidente de la Junta castellano y leonesa, Juan García-Gallardo. El representante a escala nacional, tras la publicación del barómetro del Centro de Estudios Andaluces o la encuesta de Sociométrica, cree que los resultados de Vox serán "muy superiores a los que algunos creen", porque están "interpretando mal lo que pasa en la calle".

Lejos de los 20-22 escaños que se le atribuyen en Andalucía, desde Vox se perciben en segunda posición, "acercándose" al PSOE-A de Juan Espadas. Una línea marcada por Espinosa de los Monteros que sigue el discurso esgrimido en el ámbito nacional y respecto a los socialistas de Pedro Sánchez.

García Gallardo, por su parte, vislumbra que el pacto entre él y el presidente Mañueco sólo es el primero "de los muchos que están por venir" entre PP y Vox. De igual manera en el territorio andaluz.