Los Secretos de Dumbledore cumple 11 días desde su estreno. Pero lo que parecía ser una de las películas más esperadas de la última saga de J.K. Rowling no ha cumplido con las expectativas, proclamándose como el peor estreno del universo mágico. Un hecho que podría truncar los planes originales de la franquicia.

Las próximas películas de la precuela de Harry Potter podrían estar en peligro. Aunque se tenía previsto sacar dos más, a la espera de la aprobación de Warner, los datos en taquilla no están a su favor. El film protagonizado por Mads Mikkelsen, Eddie Redmayne y Jude Law ha recaudado más de 172 millones de euros en todo el mundo. Pero no son suficientes.

Sin embargo, la razón no radica totalmente en el argumento de la película. La pandemia ha hecho sus estragos, dado que el aforo de los cines en algunos países está reducido al 50%, como en China. Sumada a la invasión de Rusia a Ucrania que ha hecho que el país soviético no tenga acceso a las películas de Hollywood. La diferencia con Los Crímenes de Grindelwald es abismal. Esta segunda parte de Animales Fantásticos sumó más de 606 millones de euros a nivel mundial en su recorrido completo en cines. 200 millones menos que la primera película (más de 800 millones de euros).

Johnny Depp, J.K. Rowling y más problemas

La cuarta y quinta entrega de esta saga se ha entumecido también por los diferentes problemas a los que se ha enfrentado la productora desde la segunda película. El primero está en toda la nube negra que envuelve el entramado juicio entre Johnny Depp y su ex mujer Amber Heard, quien ha acusado al actor de maltrato y abusos sexuales, desencadenando su rechazo en las películas que tenía previstas, incluida la de Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore, en la que aparecía como protagonista.

Otro de los problemas han sido los polémicos comentarios de la creadora del universo Harry Potter, J.K.Rowling sobre su repudio a la comunidad trans al concluir en su libro Troubled Blood que “nunca hay que fiarse de un hombre con vestido” el cual fue tachado de absolutamente transfóbico y llevó a la escritora a no participar en el reencuentro de Harry Potter que produjo HBO Max.

El golpe final ha sido de Ezra Miller, el actor que interpreta a Credence, uno de los antagonistas de la película. El estadounidense ha sido arrestado por alteración del orden público y acoso en Hawaii, protagonizando así no sólo la película, sino el último escándalo más sonado del mundo mágico. Según los informes, el actor se habría vuelto beligerante en el rodaje y remató las insinuaciones de inestabilidad con su enfrentamiento en Hawaii. La revista Rolling Stone informó que los ejecutivos de Warner Bros. y DC celebraron una reunión de emergencia para abordar el destino de Miller con el estudio, que también produce la próxima película de superhéroes del actor, The Flash (de momento programada para 2023). Este no es el primer escándalo público de Miller; en abril del 2020 apareció en un vídeo en las redes sociales donde se le veía aparentemente asfixiando a una mujer en un bar en Islandia. Sus polémicas hicieron que Miller fuera invitado a "no asistir" al estreno de la película en Londres. Pero ninguno de estos acontecimientos son la clave principal para haber cosechado los peores resultados.

El escritor y responsable de marketing digital Pablo Gris cuenta para El Independiente la parte positiva del enfoque que le quiso dar David Yates a la tercera entrega de esta supuesta pentalogía desde una perspectiva más política del mundo mágico. Recordemos que Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore se centra en una batalla de los magos contra los muggles (ser humano que no tiene ninguna habilidad mágica). Para él, esto aporta un signo de seriedad a la historia.

Sin embargo, fuera de que Mads Mikklesen haya sido un acierto, los espectadores esperaban encontrar al camaleónico Johnny Depp protagonizando el mal que baña el Castillo de Hogwarts. Pablo también destaca un detalle que ha sido notorio de esta ultima película y es la falta de "peligrosidad" del "malo malísimo" de la anterior película, Credence, así como su segundo plano en un papel destinado a ser el líder de la trama.

Otro punto a recalcar ha sido la representación del colectivo LGTBI. Desde el principio de la película se nos muestra a un Dumbledore homosexual, enamorado de Grindelwald -escena censurada en los cines de China-. Un acaecimiento inesperado para muchos y reconocido por otros. Pero la duda invade cuando la peripecia solo forma parte de los 5 primeros minutos del film, sin darle la mayor importancia en los 138 minutos restantes a un dato que, sin duda, le suma relevancia a todas las películas, resolviendo algunas cuestiones. Para Gris, esto se trata más de un "lavado de imagen" después de la polémica citada más arriba que envolvió a la escritora británica J.K. Rowling.