A los consumidores españoles les va a tocar este año rascarse más el bolsillo para pagar sus facturas eléctricas. El recibo de la luz acumulará este año una fuerte subida del 10%, según ha admitido hoy el propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, ante la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados.
El ministro reconoce que 2017 está siendo un mal año para los precios eléctricos. Y lo es por la combinación de malas condiciones meteorológicas en el país. La sequía ha provocado un desplome de la producción hidroeléctrica y menos intensidad de viento ha reducido la generación eólica.
Y el descenso de estas dos energías, que sirven para contener los precios de la electricidad, están siendo sustituidas con un fuerte incremento de la producción del carbón y, sobre todo, del gas natural, que son más caras y además provocan más emisiones de CO2. "La fuente más cara es el gas natural, y ahora se está utilizando mucho por la escasez de otras energías", ha indicado Nadal, que no ha mencionado explícitamente la incidencia del carbón en esta materia ahora que se encuentra en plena batalla por mantener abiertas las centrales que lo utilizan.
El resultado es que el recibo de la luz que pagan los españoles se disparará un 10% en el conjunto del año. Un consumidor tipo (con un consumo de 3.900 kilovatios hora y una potencia contratada de 4,4 megavatios) pagará en todo el año 835 euros con sus facturas, frente a los 759 euros del año pasado, según las previsiones que maneja el Gobierno y que el ministro ha desvelado en el Congreso. En total una subida de 76 euros en un año, una cota que está por debajo del encarecimiento de 100 euros que el propio Nadal predijo al inicio del año.
Nadal ha insistido en que 2016 fue un año meteorológicamente “excepcional”, con mucha producción hidráulica y mucho viento, por lo que la comparación de los precios queda distorsionada. Por ello, y para poner en contexto la subida de este año, Nadal ha subrayado que los 835 euros que pagarán los españoles de media están un 1,8% por debajo de los 851 euros que tuvieron que abonar en 2015, un año "más normal" para la producción eléctrica y, con ello, también para el mercado mayorista de la electricidad.
Nadal ha subrayado la estrecha vinculación entre el mix energético (el peso que tiene cada una de las energías en la producción de electricidad) y el precio de los mercados mayoristas. Cuanto más pesen las energías caras en la generación, más sube el precio. Y, por ello, el ministro ha aprovechado para defender su intención de aprobar un real decreto que dará más poder al Gobierno para prohibir el cierre de grandes centrales cuando lo soliciten las compañías eléctricas, para así garantizar la continuidad de las tecnologías relativamente más baratas (nuclear y carbón).
"El mix marca la tendencia del precio de la electricidad. Porque hay mix baratos y mix caros", ha dicho. Nadal ha vuelto a vincular el deseo de las compañías eléctricas de cerrar algunas centrales -singularmente Iberdrola, que ha pedido clausurar sus dos últimas plantas de carbón- con un intento de hacer subir los precios. "En tanto que decidimos la planificación energética del futuro que no sean las empresas las que lo hagan con derechos consumados. Hay intereses empresariales que quieren sustituir el carbón por gas, porque es más caro", ha apuntado el ministro. "Algunas empresas tienen la tentación de retirar centrales aunque sean rentables, porque con su cierre haría que fueran aún más rentables el resto de sus centrales".
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