El planeta Tierra es nuestro único hogar. No tenemos otro de repuesto. Por eso la humanidad tiene la obligación de cuidarlo y salvaguardar sus recursos finitos. Y para ello es necesario adoptar cambios transformadores que nos permitan vislumbrar un futuro más sostenible. El Día Mundial del Medio Ambiente, que desde 1974 se celebra el 5 de junio, lleva este año por lema “Una sola Tierra” y reclama cambios profundos en las políticas y en nuestras decisiones para vivir en armonía con la naturaleza, impulsando un estilo de vida más limpio, ecológico y sostenible.
Se estima que en 2030 el 47% de la población vivirá en áreas con estrés hídrico. España será uno de los países más afectados
El cambio climático, causado por la actividad humana, está agravando la pérdida de biodiversidad. Y esta pérdida, a su vez, acelera el calentamiento global, ya que muchos de los ecosistemas afectados, como océanos y bosques, son determinantes para la absorción de emisiones de carbono.
El agua, recurso básico para la existencia de vida, sufre las consecuencias de todo ello. Se suceden las sequías y las inundaciones, disminuye la calidad del agua y, sobre todo, se agrava aún más su escasez. Se estima que en 2030 el 47% de la población vivirá en áreas con estrés hídrico, y que España será uno de los países más afectados.
Además, el crecimiento de la población mundial requiere más recursos y alimentos, por lo que cada vez se necesitará más agua para la agricultura, la industria y las ciudades. En concreto, se calcula que de aquí a 2050 la demanda de agua aumentará entre un 20% y un 30%.
Agbar: un referente
Agbar, grupo con una trayectoria de más de 150 años, ofrece soluciones innovadoras en la gestión sostenible del agua, de los recursos naturales y de la salud ambiental para las ciudades, la agricultura y la industria, en línea con la hoja de ruta de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. En España y América Latina, la compañía presta servicio de agua a 37 millones de personas en más de 1.200 municipios.
Para mitigar el cambio climático, la compañía apuesta por la compra de energía verde, la generación renovable y la movilidad sostenible
En la lucha contra el cambio climático y por la preservación del medio ambiente, Agbar se apoya en la innovación y la digitalización, así como en las alianzas con terceros, para acelerar la transformación ecológica y contribuir así a proteger mejor el planeta y aumentar la calidad de vida de las personas.
La compañía apuesta por la mitigación del cambio climático mediante la compra de energía verde, la generación de energías renovables y el impulso de la movilidad sostenible, entre otras iniciativas. En 2021 el grupo generó 90,02 GWh de energía eléctrica renovable, que proviene en un 89% del aprovechamiento del biogás, en un 9% de la energía solar fotovoltaica y en un 2% de turbinas hidráulicas. Además, inyectó a la red eléctrica 14,03 GWh de energía verde, evitando de esta manera la emisión de 2.104,8 toneladas de CO2 equivalentes.
Resiliencia y economía circular
El grupo impulsa la adaptación a las consecuencias del cambio climático mediante la implementación de planes de resiliencia para hacer frente a sus efectos sobre los recursos hídricos. En este ámbito, Agbar ha desarrollado una plataforma digital que permite analizar, mediante simulaciones, la capacidad de las principales infraestructuras existentes de una ciudad para mitigar los efectos de las inundaciones y evaluar medidas alternativas para mejorar la resiliencia de la zona. Esta tecnología es especialmente útil en las zonas de clima mediterráneo expuestas a episodios de lluvias torrenciales, que serán cada vez más frecuentes.
Cuidar el planeta significa también dar una nueva vida a los recursos, avanzando hacia el paradigma de la economía circular. Agbar ha puesto en marcha un modelo de transformación de las depuradoras tradicionales en biofactorías. Se trata de verdaderas fábricas de recursos que regeneran el agua para nuevos usos (riego, agrícola e industrial), valorizan todos los residuos (obteniendo biogás a partir de los lodos resultantes de la depuración, por ejemplo) y, por último, producen energía para su propio abastecimiento, generando un impacto positivo en su entorno.
Biofactoría Sur, un referente internacional
La biofactoría Sur de Granada se ha convertido en un referente de economía circular a nivel internacional. La planta ha conseguido que casi el 100% del agua depurada se reutilice para el riego de cultivos leñosos. Prácticamente la totalidad de los lodos, arenas y grasas tienen una segunda vida como abono en agricultura o jardinería. Además, es una instalación autosuficiente desde el punto de vista energético, aportando incluso energía renovable a la red.
En este ámbito, Agbar consigue valorizar el 71,2% de los residuos generados en las plantas depuradoras y el 48,8% de las potabilizadoras. Asimismo, la compañía reutiliza en todo el territorio 128,7 hectómetros cúbicos de agua regenerada (el equivalente a 42.900 piscinas olímpicas), destinando un 53% para uso agrícola.
Soluciones basadas en la naturaleza
El desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza es otro de los ejes de Agbar. En el ámbito urbano, el parque La Marjal, en Alicante, es una zona de ocio inundable, creada para retener las aguas pluviales y mitigar así las inundaciones en la ciudad durante los episodios de lluvias torrenciales. Y sirve también de refugio para especies de vegetación y fauna de la región.
En el Delta del Ebro, en Tarragona, Agbar gestiona los humedales de depuración de Illa de Mar y de L’Embut, que limpian de forma natural el agua utilizada para el cultivo del arroz mediante el uso de la vegetación acuática y de microorganismos. Declarados reserva natural de fauna salvaje por la Generalitat de Cataluña, son una zona de alto interés ornitológico.
La depuradora de Cabezo Beaza (Cartagena), además de limpiar el agua, contribuye a la conservación de la biodiversidad gracias a sus lagunas artificiales de almacenamiento de agua. Brindan refugio a más de 30 especies de aves acuáticas, entre ellas la malvasía cabeciblanca, un peculiar pato buceador que se encuentra en peligro de extinción.
Ejemplos muy diversos de cómo se puede contribuir a la preservación del medio ambiente desde el sector del agua. Sólo hay un planeta Tierra. Cuidar su riqueza ambiental es una misión colectiva. Cada gesto cuenta.
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