"Mélenchon primer ministro". El lema de campaña del líder del bloque de izquierdas en las elecciones legislativas es toda una declaración de intenciones. Casi una declaración de guerra. Jean-Luc Mélenchon (Tánger, 1951) ha planteado la campaña de los comicios en los que los franceses eligen a los diputados de la Asamblea Nacional como una tercera vuelta de las presidenciales y un plebiscito sobre el presidente, Emmanuel Macron. Mélenchon se quedó a las puertas por unos miles de votos y ha buscado la revancha.
Francia termina este domingo con la segunda vuelta de las legislativas un maratón electoral que empezó el 10 de abril con la primera vuelta de las presidenciales. Ni Macron ni Mélenchon son candidatos en estas elecciones legislativas pero son los indudables protagonistas de un duelo electoral que determinará cómo se orienta el segundo mandato del recién elegido presidente.
Macron fue reelegido el 24 de abril por 18,7 millones de votos (58,5%) frente a la candidata de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, que logró 13,3 millones de sufragios (41,4%), su mejor resultado histórico. En la primera vuelta Mélenchon se quedó a menos de 400.000 votos de Le Pen. Y no se rindió. Desde el día siguiente a la victoria de Macron se puso manos a la obra para lograr su objetivo de llegar a Matignon. Y logró algo impensable hace apenas unos meses: un bloque de izquierdas que se presenta como Nueva Unión Popular Económica y Social (Nupes). Integra a socialistas, comunistas, verdes y, por supuesto, la Francia Insumisa de Mélenchon.
"Son unas elecciones muy polarizadas y muy personalizadas. Mélenchon basa su estrategia en presentar esta votación como una tercera vuelta de las presidenciales: a los votantes les dice que pueden hacerle primer ministro. Sin embargo, no es el espíritu de las legislativas, que sirven para elegir la mayoría en la Asamblea Nacional. Ha sido muy astuto porque de esta forma ha creado una razón para votar cuando la abstención es enorme en esta convocatoria. Ha generado una dinámica de izquierda, lo que no ocurría desde 2012", afirma Abel Mestre, redactor de política en Le Monde.
La abstención en la primera vuelta alcanzó cotas históricas: más de uno de cada dos franceses se quedó en casa. Son muchos los factores que explican este hecho: hartazgo tras tantas convocatorias, pero también el descrédito de las actuales opciones. En todo caso, como explica Michel Wieviorka en una entrevista con El Independiente, "ahora la abstención es política, quienes se abstienen saben lo que hacen, no es por falta de información".
No hay debate sobre las ideas cuando el mundo es más complicado que nunca. Hay una excesiva personalización"
francis ghilês, investigador senior en el cidob
"No es bueno este aumento de la abstención para la democracia. Mucha gente no se siente representada. Obedece, en parte, a que no hay debate sobre las ideas cuando el mundo es más complicado que nunca. Hay una excesiva personalización. Macron diaboliza a Mélenchon, como antes lo hizo con Le Pen. Y Mélenchon critica al presidente y expone medidas costosas como si el dinero creciera en los árboles", indica Francis Ghilès, investigador senior en el CIDOB.
577 elecciones
Las elecciones legislativas suelen confirmar en Francia el apoyo al partido o coalición del presidente. Así sucedió en 2017 cuando En Marche!, la formación impulsada por el recién elegido Emmanuel Macron, el político más joven en llegar al Elíseo, logró junto a sus aliados centristas una holgada mayoría de 347 escaños de los 577 que conforman la Asamblea Nacional.
En la primera vuelta, celebrada el pasado 12 de junio, Nupes (Nueva Unión Popular Económica y Social), la alianza de izquierdas abanderada por Mélenchon se quedó a solo 20.000 votos de la formación del presidente (ahora llamada Ensemble y que reúne Renacimiento, antes En Marche, Modem y otros grupos menores). Estos resultados vaticinaban que Macron corre riesgo de no contar con la mayoría absoluta (289 escaños) en la Asamblea Nacional.
Mélenchon sigue insistiendo en que Nupes tendrá más diputados que los partidos que respaldan al presidente. En ese caso reclama ser nombrado primer ministro, aunque el presidente es quien tiene la última palabra. No será Mélenchon el jefe del grupo parlamentario, ya que no será diputado. Podrían ocupar este puesto Alexis Corbiere, Mathilde Panot o Manuel Bompard.
Los últimos sondeos preven que en esta segunda vuelta efectivamente la mayoría absoluta del presidente solo se daría si consiguen los mejores resultados posibles en las circunscripciones en juego. Ensemble lograría entre 255 y 295 escaños, es decir perdería más de 55 con respecto a 2017. Nupes (que congrega a la Francia Insumisa, Los Verdes, el Partido Socialista y el Partido Comunista) tendría unos 200 diputados. Los conservadores (Republicanos y UDI) contarían con más de 30 representantes y en el mejor de los casos 55.
Son en realidad 577 elecciones, ya que se libran estas batallas en las correspondientes circunscripciones. Solo cinco se decidieron en la primera vuelta: cuatro las logró Nupes y una Ensemble. Hay otros aspirantes que tienen asegurada su plaza en la Asamblea Nacional pero que han de esperar a la segunda vuelta debido a que no se superó el 25% de electores inscritos, a pesar de superar el 50% de los votos. Es el caso de Marine Le Pen, que concurre por Pas-de-Calais, y rozó el 54% de los sufragios.
Pero la mayoría de los escaños están en liza con 270 duelos entre Nupes (Mélenchon) y Ensemble (Macron). En 62 circunscripciones se enfrentan candidatos de Agrupación Nacional a los de Nupes. Los centristas de la mayoría gubernamental no han dado un mensaje claro de apoyar al bloque de izquierdas en esta ocasión.
El éxito en campaña de Mélenchon
"Hay dos factores que marcan estas legislativas: después de la primera vuelta Le Pen, como daba por hecho que sus resultados no son como en las presidenciales, se fue de vacaciones y dejó el campo abierto a Mélenchon, que no perdió un segundo. Nupes va a disputar al oficialismo muchas circunscripciones. Mélenchon es ahora el portavoz del movimiento contestario. Encarna el antimacronismo, que estaba muy dividido", afirma Alejo Schapire, autor de La traición progresista.
Incluso quienes tienen pocas afinidades con Mélenchon reconoce que ha hecho una campaña electoral muy buena. Como candidato, Mélenchon es muy sólido. Su oratoria es brillante y disfruta de los enfrentamientos verbales con otros políticos o periodistas.
Su programa electoral ha sabido dirigirse a los jóvenes, donde el abstencionismo es mayor, con propuestas concretas enfocadas a sus problemas reales (falta de autonomía económica, acceso a la universidad, empleo precario...). Y se ha dejado asesorar por quien fuera su responsable de prensa Sophia Chikirou, quien siguió de cerca la campaña de Bernie Sanders y también de Podemos. Es quien ideó el recurso a los hologramas para que Mélenchon simultaneara su presencia en varios lugares a la vez.
Macron ha excluido del perímetro republicano a Mélenchon, como antes lo hizo con Le Pen. Pone en pie de igualdad a los dos extremos"
alejo schapire, periodista
"Hay una novedad relevante que consiste en que Macron ha excluido del perímetro republicano a Mélenchon, como antes lo habían hecho con Le Pen. Hay un quiebre importante al poner en pie de igualdad a los dos extremos. El argumento es que en el bloque de izquierdas hay un partido antisistema con credenciales antidemocráticas", añade el periodista argentino, afincado en París.
El mensaje de Macron es claro y lo repite siempre que puede: en un mundo inestable Francia no puede ser otro foco de inestabilidad. Y asocia al bloque que abandera Mélenchon con el caos. "En el campo de Macron se dibuja a Mélenchon como un autoritario que ha apoyado a Putin y que aboga por un Frexit sin reconocerlo directamente. Esa izquierda radical llevaría al caos. Y Mélenchon responde que Macron es quien encarna el caos", apunta Schapire.
Para Abel Mestre, "el problema de la estrategia de Macron de diabolizar a Mélenchon y equiparar a Nupes con Agrupación Nacional es que está dirigida contra Mélenchon cuando muchos candidatos de Nupes son más moderados. Es cierto que Mélenchon es una marca que se identifica muy bien, pero al mismo tiempo inspira miedo en los sectores más conservadores".
Ministros en la cuerda floja
Macron ha hecho una campaña de baja intensidad, menos aún que en la segunda vuelta de las presidenciales. El jueves pasado, a pocas horas del cierre de campaña, se desplazó a Kiev con el canciller alemán, Olaf Schoz, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, para expresar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, su apoyo a que el país azotado por la guerra sea candidato al ingreso en la UE. En las presidenciales también estuvo volcado con la guerra en Ucrania, sobre todo en la primer vuelta.
Han llevado la voz cantante sus ministros. De hecho, quince de ellos se juegan la continuidad en el puesto. No es una norma escrita, pero si un ministro pierde en su circunscripción queda en cuestión y suele ser relevado.
Entre quienes compiten en estas legislativas está la primera ministra, Elizabeth Borne, recién nombrada por Macron. Es la segunda mujer que llega a Matignon. Nunca antes ha sido cargo electo y ha hecho campaña para lograr su escaño por Calvados. En primera vuelta, consiguió un 34,32% de los votos y se enfrentará este domingo a Noé Gauchard, un joven de 22 años que aspira a la Asamblea Nacional por Nupes, que superó el 24%.
Quienes lo tienen más difícil son Clément Baune, ministro de Europa; Amélie de Montchalin, ministra de Medio Ambiente; Stanislas Guerini, titular de Transformación y Función Pública, y Damian Abad, de Solidaridad. Los cuatro quedaron segundos en la primera vuelta y caerán si no logran remontar a sus rivales. Los cuatro se enfrentan a candidatos del bloque de izquierdas.
Escenario más probable
Nada se descarta hasta que se conozcan las primeras proyecciones a las 20h de este domingo. Suelen dar pistas claras sobre los resultados finales. El escenario más probable es que Macron reciba una seria advertencia por parte de los votantes y su coalición pierda la mayoría absoluta. Estará obligado a negociar.
Las distintas fuerzas de Nupes son muy diferentes. Los melenchonistas tendrá que aprender sobre pluralismo, que no forma parte de su tradición"
abel mestre, periodista en 'le monde'
Tendrá enfrente como primer grupo de la oposición al bloque de izquierdas, un grupo heterogéneo que tendrá que aprender a negociar de forma interna. "El problema es que las distintas fuerzas (ecologistas, socialistas, insumisos y comunistas) son muy diferentes. Muchos temas pueden ser bombas políticas. Los melenchonistas tendrán que aprender sobre pluralismo, que no forma parte de su tradición", dice el periodista Abel Mestre. Si el bloque de izquierdas diera la campanada y desplazara a Ensemble del primer puesto, sería un terremoto político de varios grados.
"Como primer grupo de la oposición ya serán una pesadilla para Macron. Pueden exigir, por ejemplo, el comité de finanzas de la Asamblea Nacional, que tiene mucho poder", señala el periodista Yves Harté, ex jefe de opinión en el diario francés Sud Ouest. "Paradójicamente esta irrupción de la izquierda dará importancia a Los Republicanos, que antes eran el primer grupo de la oposición. Sus escaños pueden ser decisivos. En todo caso, la vida parlamentaria será más difícil para Macron", concluye Yves Harte.
Este domingo marcará la senda de los próximos cinco años de la Presidencia de Macron. Todo indica que realmente será muy diferente de su primer mandato.
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