La eslora de un destructor equivale a la longitud de un campo y medio de fútbol, es capaz de desplazar 9.300 toneladas merced a cuatro turbinas que proporcionan 100.000 caballos de potencia, tiene autonomía para cubrir más de 8.000 kilómetros a velocidad de crucero, puede transportar dos helicópteros en sus cubiertas y cuenta con capacidad para albergar una tripulación de unas 380 personas.
Éstas son las características técnicas del USS Paul Ignatius (DDG-117), el último destructor que Estados Unidos ha destacado en la base naval de Rota como contribución a la defensa antimisiles que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordó desplegar a raíz de la cumbre celebrada en Lisboa (Portugal) en noviembre de 2010 para proteger a sus socios ante posibles amenazas.
Este martes, en la víspera del inicio de la cumbre que se celebra en Madrid, Pedro Sánchez y Joe Biden han firmado una declaración conjunta por la que ambos países se comprometen a ampliar su cooperación en materia de defensa mediante el "estacionamiento permanente de buques de guerra estadounidenses adicionales en Rota", pasando la flota de los cuatro actuales a seis. Fuentes gubernamentales españolas aseguran que el aumento efectivo dependerá de la disponibilidad estadounidense y estiman que los dos buques no llegarán antes del inicio del próximo año. Además, en la base de Rota se deben acometer obras para albergar a los dos nuevos destructores.
También dependen de los plazos que fije Washington el propio trámite en el Consejo de Ministros. Una vez que supere el visto bueno del Gobierno, este acuerdo tendrá que recibir el respaldo mayoritario en el Congreso, lo que está garantizado merced a los votos de PSOE y PP: ambas formaciones suman 209 de los 350 escaños con que cuenta la Cámara Baja. Podemos, los socios de gobierno de Pedro Sánchez, ya ha dejado entrever que no lo apoyará.
Construido en los astilleros de Huntington Ingalls Industries (Pascagoula, Misisipi) y bautizado con el nombre del Secretario de Marina de los Estados Unidos entre 1967 y 1969, el Paul Ignatius -establecido en Rota desde el pasado 17 de junio- es el destructor número 67 de la clase 'Arleigh Burke', barcos multimisión con capacidad para llevar a cabo una gran diversidad de operaciones: control marítimo y defensa, asistencia humanitaria... Fue botado en noviembre de 2016 y se encuentra en servicio desde julio de 2019.
Dotados con cañones navales y automáticos, ametralladoras y tubos triples para torpedos Mk32 y Mk46, esta familia de destructores cuenta con un sistema vertical de 96 celdas para el lanzamiento de misiles tierra-aire de medio alcance RIM-66, antisubmarinos RUM-139 y de crucero subsónico de largo alcance Tomahawk (BGM-109). También está dotado con el sistema de combate Aegis, que, rastreando a través de radares y ordenadores, puede guiar misiles para destruir blancos enemigos.
Los destructores cuentan con el sistema de combate Aegis y pueden lanzar diversos tipos de misiles, entre ellos el 'Tomahawk'
El último buque de guerra de la clase 'Arleigh Burke' incorporado a la Marina estadounidense ha sido el USS Frank E. Petersen Jr. (DDG-121), en servicio desde mediados del pasado mes de mayo. El pasado 18 de junio se bautizó el USS John Basilone (DDG-122), salido de las instalaciones que la compañía Bath Iron Works -filial de General Dynamics- tiene en el estado de Maine.
Entre 2023 y 2024 está previsto que entren en operaciones otros de los destructores actualmente en construcción. Son los casos del USS Patrick Gallagher (DDG-127), el USS Louis H. Wilson Jr. (DDG126), el USS Jack H. Lucas (DDG-125), el USS Harvey C. Barnum Jr. (DDG-124) y el USS Lenah H. Sutcliffe Higbee (DDG-123). A partir del DDG-125, todos son de la variante flight III.
También se ha adjudicado ya la construcción del USS Ted Stevens (DDG-128), el USS Jeremiah Denton (DDG-129), el USS William Charette (DDG-130), el USS George M. Neal (DDG-131), el USS Quentin Walsh (DDG-132), el USS Sam Nunn (DDG-133), el USS John E. Kilmer (DDG-134), el USS Thad Cochran (DDG-135), el USS Richard G. Lugar (DDG-136), el USS John F. Lehman (DDG-137), el USS J. William Middendorf (DDG-138) y el Telesforo Trinidad (DDG-139), buque éste que hace el número 89 de su serie. Ésta se inició en 1945 con el USS Gyatt.
El 'Donald Cook' fue el primer destructor
El Donald Cook fue el primero de la clase 'Arleigh Burke' que se estableció en la base de Rota como parte del sistema antimisiles de la OTAN. La llegada tuvo lugar en febrero de 2014, exactamente 16 meses después de que España y Estados Unidos hubieran firmado un protocolo de enmienda al convenio de cooperación para la Defensa entre ambos países que estaba vigente en ese momento. Al despliegue de cuatro destructores había dado el visto bueno el Consejo de Ministros el 7 de octubre de 2011.
Procedente de la base de Norfolk (Virginia), en junio de 2014 arribó a la base hispano-estadounidense el USS Ross, gemelo del Donald Cook. A estos dos destructores les siguieron durante el año 2015 el USS Porter (abril) y el USS Carney (septiembre), completándose así la dotación antimisiles pactada años antes. En virtud del acuerdo alcanzado esta semana, la flota se reforzará con dos destructores más, previsiblemente a lo largo de 2023 y en el marco del incremento de la presencia de tropas estadounidenses en el continente europeo que ha provocado la invasión rusa de Ucrania.
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