Política

Moragas, el hombre fiel a Rajoy que vivió de éxito en éxito hasta el 'trastazo' final

El jefe de Gabinete de Rajoy se ganó su confianza en los años de oposición y fue responsable de que estallara el caso Pujol

Jorge Moragas.
Jorge Moragas. | EFE

El director en la sombra de la estrategia del PP respecto a Cataluña deja la política nacional tras el hundimiento en las urnas. Jorge Moragas (Barcelona, 1965) ha pasado desapercibido en las últimas semanas pero ha saltado a primera plana al ser la primera víctima del fracaso del 21D, que ha dejado al partido de Xabier García Albiol con tres escaños en el Grupo Mixto. La aplicación del artículo 155 y la convocatoria exprés de elecciones no ha tenido los resultados esperados en Génova, y el dirigente, que lleva 16 años en el PP, abandona España y va a la embajada de la ONU un Nueva York. Una salida honrosa que no oculta el estrepitoso varapalo en el partido de Gobierno.

Moragas, diputado en el Congreso por Barcelona, era hasta ahora el Jefe de Gabinete de Presidencia de Gobierno, que limaba los conflictos entre Moncloa y Génova 13. Tantas veces ha sonado como 'ministrable' como veces en las que finalmente se ha quedado en las bambalinas del partido. Hasta en dos ocasiones ha rechazado una cartera, en el Ejecutivo de Rajoy. Sólo habría aceptado en caso de que le hubieran ofrecido el Ministerio de Asuntos Exteriores -algo que no pasó-, debido a su vocación internacional y a que ya ejerció en el extranjero en su carrera diplomática. Es más, ya estuvo en la embajada de la ONU a la que ahora ha sido destinado. Moragas ha dirigido las campañas de Rajoy, pero antes de él ya había trabajado, en su época de funcionario, con José María Aznar y con el socialista Felipe González. Entró en el PP en 2000 y Aznar lo fichó dos años después para liderar la Secretaría de Relaciones Internacionales del PP.

La retirada de Aznar, y el inesperado papel de oposición que le otorgaron las elecciones de 2004 al PP hicieron que Moragas se convirtiera en uno de los hombres fuertes de Mariano Rajoy en Génova. La confianza tejida en los años duros de oposición le llevó en 2011 a estrenar un gran papel en la Moncloa como director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Un cargo que deja ahora, seis años después, en un cese que los populares tratan de desvincular de la coyuntura política. "No busquen ninguna motivación de tipo político, ya hace tiempo quería dar un giro a su vida. Es una embajada que conoce bien y para España es muy positivo", ha señalado Rajoy este viernes en rueda de prensa.

Catalán de nacimiento, Moragas nunca se ha metido de lleno en las entrañas del PP en Cataluña. Su relación siempre ha sido de paracaidista, que aterrizaba en momentos puntuales para alguna misión. Una de ellas fue conseguir que su protegida, Andrea Levy, alcanzara el ámbito nacional y se erigiera como vicesecretaria del PP. Hoy en día Levy es, junto a la ministra Dolors Montserrat, una de las caras conocidas del PP en Cataluña. A diferencia de otros populares catalanes como el ex ministro Jorge Fernández Díaz, que sí disponía dentro del partido, a Moragas nunca le ha interesado especialmente el escenario regional. Siempre miró más alto, hacia el ámbito nacional o internacional.

Diputado por Barcelona desde 2004, el dirigente ha sido actor secundario en el trasfondo político catalán y fue quien hizo estallar por los aires la corrupción del clan Pujol. El hasta ahora jefe de Gabinete de Rajoy saltó a primera plana en 2014 cuando salieron a la luz los SMS que se cruzó dos años antes con la novia del hijo mayor de Jordi Pujol, Victoria Álvarez, con quien había compartido colegio y a la que animaba a denunciar ante la Policía el trasvase de dinero B. "Si dieses una entrevista y lo contases todo salvarías a España", rezaba uno de los mensajes. Este escándalo, que finalmente desveló la ex pareja de Jordi Pujol Jr desgastó fuertemente al bloque soberanista y manchó a la antigua Convergència.

En últimos meses, Moragas también saltó a la palestra cuando, tras un largo debate sobre la moción de censura de Pablo Iglesias a Mariano Rajoy, el jefe de gabinete del presidente votó a favor de esta moción. Un traspiés que levantó chascarrillos durante aquella jornada y que resultó el penúltimo revés antes del batacazo electoral en Cataluña.

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