Es el mejor termómetro de la economía. Cuando es sólida, la previsión es positiva. Cuando se debilita es porque el horizonte se presenta incierto. La confianza se ha venido resintiendo desde hace meses en empresas y trabajadores. La evolución de los principales indicadores económicos y de las previsiones de la mayoría de los organismos oficiales la han ido encauzando al alza y a la baja, hacia el pesimismo o el optimismo en función de sus vaticinios. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística corroboran que en el tejido empresarial español son más los pesimistas que los optimistas, los que auguran un próximo trimestre peor que el actual que los que creen que será más favorable.
En términos nacionales la diferencia no es importante entre unos y otros. Apenas un 4,2% más de pesimistas que optimistas. Lo significativo es que en el trimestre anterior en el que el INE llevó a cabo la consulta, quienes se mostraban optimistas eran más que los pesimistas, un 1,3% más. Ahora, la balanza se ha decantado en favor de los que auguran tres meses malos. En este tránsito entre abril y junio, los que veían la economía de modo desfavorable han pasado del 20,6% al 23,8%, mientras que los que creían que la economía mejoraría han caído del 21,9% que representaban en el sondeo anterior al 19,6%. De este modo, apenas uno de cada cinco empresarios consultados es a día de hoy optimista sobre el devenir de la economía.
Sin embargo, los empresarios no lo ven del mismo modo en todo el país. Las diferencias son muy notables entre comunidades autónomas. En términos generales, quienes se pronuncian -la mayoría opta por un "normal" al ser cuestionados por cómo se comportará la economía- ven un trimestre desfavorable son mayoría en 13 de las 17 comunidades autónomas. Sólo en las regiones en las que el turismo se convertirá en un motor económico estos meses la previsión es más favorable. Baleares, Canarias, Madrid y, por muy poco, Madrid, arrojan un saldo mayoritario de que quienes prevén un tercer trimestre favorable.
Murcia y Asturias, las que menor confianza muestran
En el resto del país el horizonte se vislumbra con pesimismo. La encuesta también revela cierto temor a hacer una previsión. La opción mayoritaria es sin duda no decantarse ni por una previsión favorable ni por una negativa. Pese a ello, en no pocas comunidades autónomas la previsión negativa del comportamiento que para sus empresas tendrán los meses de julio, agosto y septiembre es muy superior en Murcia y Asturias. En estas comunidades la confianza empresarial refleja que existe un 18,8% más de empresarios que auguran un mal trimestre que quienes no lo ven de modo positivo. En el caso asturiano la diferencia es de un 16,7%. Tras Murcia y Asturias figuran Extremadura (17,7% más de opiniones desfavorables), La Rioja (14,1%) y Aragón (13,8%).
Incluso en comunidades con economías más sólidas, con la navarra, la confianza empresarial mayoritaria entre optimistas y pesimistas se decanta en favor de los segundos, con un 8,2% de quienes creen que el trimestre que ahora comienza no será bueno. En un porcentaje similar se encuentra Andalucía (8,4%) y Castilla La Mancha (8,3%). En donde el optimismo es ligeramente más elevado, pero sin superar el porcentaje de empresas que ver favorablemente el futuro inmediato de su economía, es en Euskadi (2,1% más de pesimistas), Galicia (4,2%), Castilla y León (5,8%) y la Comunidad Valenciana (1,3%).
Una percepción en torno a la evolución económica a la que no ayudan los últimos datos y previsiones conocidos. A la consolidación del dato de inflación conocido esta semana, del 10,2% en junio pasado, se suma el anuncio hecho ayer por la Comisión Europea y que si bien mantiene el crecimiento de la economía para España en el 4% para este año lo recorta al 2,1% para el próximo, 1,3% puntos menos de lo previsto en su previsión anterior. También ayer el BBVA alertó del riesgo de recesión en la que puede entrar nuestro país el próximo año.
El comercio, el más pesimista
Sin duda la evolución de la crisis energética, en torno a la cual ya se lanzan alertas de posibles problemas de suministro en Europa el próximo otoño, son determinantes para moldear las expectativas empresariales. La Comisión Europea puso ayer el foco sobre la amenaza que supone el encarecimiento energético, de los alimentos o la subida de tipos. También puso el foco en otros elementos clave como el desarrollo de la guerra en Ucrania y la desaceleración de la economía en EEUU, cuya inflación ha alcanzado cifras récord en décadas al alcanzar el 9,1%.
El comercio es el sector que en España más se ha instalado en el pesimismo. Según los datos del INE, los pesimistas que prevén que el trimestre que ahora comienza sea desfavorable son 12,1 puntos más de los que cree que irá bien. En el caso de la Industria y la Construcción, los pesimistas superan a los optimistas en 7,5 puntos. Tan sólo en el sector de la Hostelería y el Transporte, que afrontan ahora meses de gran actividad gracias al transporte, se ve en mayor número un futuro a corto plazo menos negativo, con casi una equiparación entre unos y otros, pese a que los pesimistas son más, un 0,5% más.
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