Las elecciones de Andalucía han supuesto un punto de inflexión en el mapa político nacional para todos los partidos y en beneficio de la derecha. Por un lado, el PSOE-A ha visto perjudicado su dominio en el territorio andaluz, su principal granero de votos histórico, y ha perdido feudos tan relevantes como el de Sevilla. A su izquierda, Unidas Podemos ha retrocedido por este reequilibrio de bloques, pese a sumar alianzas con Más País, Verdes-Equo o Alianza Verde; algo que también ha perjudicado a Teresa Rodríguez y a Adelante Andalucía. Por otro lado, el 'voto útil' hacia el PP-A ha llevado a la 'extinción' a Ciudadanos en la región, tras perder 21 escaños de golpe, y ha mermado las expectativas de Vox de dar un 'macarenazo' sumando dos escaños más.
Con el ciclo parlamentario cerrado hasta septiembre y el último barómetro del CIS, de julio, recién publicado -no habrá otro hasta otoño-, surgen diversas dudas acerca del escenario de representación que está empezando a configurarse en beneficio de los partidos tradicionales después de ocho años de experiencia con la 'nueva política'. El estudio del organismo público refuerza la dinámica que vienen planteando, salvo excepciones, el grueso de demoscópicas privadas desde el 'golpe de efecto' andaluz: un PSOE por debajo de los cien escaños; el PP de Alberto Núñez Feijóo disparado; Cs en el extraparlamentarismo, y Unidas Podemos -a la espera de su relación y presencia de la plataforma Sumar- y Vox tocando techo de resultados y capacidad.
Desde agosto de 2021, el progreso en las encuestas del partido de Santiago Abascal -quien este lunes hará balance del curso político de su formación- ha sido notable, pasando del quince porciento de estimación a sobrevolar los veinte puntos e incluso a 'competir' virtualmente en los sondeos con el propio PSOE y el PP aún de Pablo Casado. En marzo, en plena hemorragia interna en la sede nacional conservadora de Génova y con el inicio de los problemas económicos derivados de la guerra en Ucrania, Vox intentaba liderar el descontento en la calle como catapulta al 'sorpasso' de los populares. Pero el relevo de Feijóo lo ha frenado en seco. Primero, sobre el papel a nivel nacional, con una media de resultados similares o menores a los actuales; segundo, en las urnas andaluzas.
Vox niega haber tocado techo tras captar 97.954 nuevos votos en Andalucía
Fuentes parlamentarias de Vox rechazan, en palabras a El Independiente, que el partido haya tocado techo. Lo justifican señalando que la formación ha "ganado voto" en la pasada convocatoria de Andalucía frente a otros grupos, y aluden a la cifra concreta: 97.954 sufragios más y un 13,46%; de 395.978 a 493.932 electores. Por ello, niegan que la candidatura de Olona haya sido un fracaso. Respecto al ámbito electoral nacional, reprochan el "control" del PSOE y del Gobierno para con el CIS y afirman que "nadie se cree sus encuestas". Todo pese a que, por primera vez desde la elección de José Félix Tezanos como director de la entidad en 2018, el barómetro da la victoria al PP y coincide con el resto de encuestas privadas.
Desde la sede nacional, en cambio, fuentes de la cúpula del partido, preguntadas por el sondeo del CIS o el último de GAD3, los cuales los ubican entre los 36 y los 40 diputados en el Congreso, añaden, pese a todo, que "nunca hacemos valoraciones de encuestas" porque "se usan para influir en el voto y no para dar información".
Lo cierto es que, aunque Vox ha implementado en dos escaños y casi 100.000 sufragios su capacidad en Andalucía, si se tienen en cuenta los resultados comparados con el 10 de noviembre de 2019 en las generales desde la región, las cifras distan considerablemente. Entonces, cosechó 869.909 votos, lo que supone una bajada de 375.977 papeletas 'verdes' en las urnas. El balance final: un resultado negativo de 278.023 votantes que han ido al PP o a la abstención. Algo importante teniendo en cuenta que desde el partido afirman que la gente no apoya a sus candidatos, sino a la propia marca y a las ideas, "las mismas" en todo el país.
Lo que dicen los sondeos de julio
A principios de año, y en plena tensión entre Casado e Isabel Díaz Ayuso, las encuestas daban al PP una estimación aproximada de entre 87 y 117 escaños. Tras los inesperados resultados en Castilla y León y el rechazo del líder popular a pactar con Vox en la región y el espionaje a la mandataria madrileña, la atribución parlamentaria de las demoscópicas descendió por debajo de los 87 y comenzó a estabilizarse en marzo, con el relevo de Feijóo bien atado por encima de los 90 asientos en las Cortes. Ya designado en abril y durante su primer mes de rodaje, al gallego se le estimaban en la cámara baja más de cien representantes, que entre junio y julio han ascendido de 115 a 133 escaños una vez ha concluido el último debate sobre la nación.
Vox aspira en las encuestas a los 56 escaños de máxima y a una ligera pérdida de hasta 47. GAD3 y el CIS ahondan hasta los 36-40
Las diferencias previas entre Génova y la Real Casa de Correos auguraban a Vox un ascenso a entre 60 y 78 parlamentarios, y, durante la odisea de descenso de los conservadores a partir de febrero, le hicieron posicionarse, incluso, por encima de los ochenta. Ahora, con Feijóo asentado en la dirección nacional y con una coyuntura económica desfavorable que prima el discurso de gestión frente al ideológico, el crecimiento del partido de Abascal queda mucho más reducido para las principales empresas demoscópicas a excepción de un par. De media, a principios de julio, a Vox se le adjudicaba un asiento menos en el hemiciclo que los 52 logrados el 10N, y, a mediados de mes, esa cifra ha vuelto a ascender, aunque ligeramente, a los 55.
Individualmente, y salvo el CIS y GAD3 -que ha clavado el resultado de las últimas convocatorias- el número de escaños dado por las mediciones más recientes van en la misma línea que esa media: DYM para 20 Minutos, entre 49-53; IMOP para El Confidencial, 55; Celeste-Tel para Onda Cero, 47; Target Point para El Debate de 54-56; 40dB para El País, entre 47 y 59, y SigmaDos para El Mundo, 48.
Trasvase electoral al PP
Otro aspecto relevante que aporta el último CIS, es el trasvase de apoyos electorales. Junto a Cs, en plena refundación y lidiando contra la desaparición como antecesores caso de UPyD, Vox es la segunda formación que más electorado pierde: un tercio. En Andalucía, el CIS poselectoral de las autonómicas, afirmaba que un 31,4% de los votantes que en 2018 optaron por Vox, lo hicieron el 19J por Juanma Moreno. Era algo que ya se anticipaba antes de los comicios. Ese esquema, ligeramente por debajo, ahora se replicaría a nivel nacional, decantándose casi un tercio del electorado a las propuestas de Feijóo. El barómetro de julio, en cambio, apunta a un 28,1% de fugas hacia los populares y a una retención del 60,1% por parte de Vox.
Ello, traducido en número de votos, y con los trasvases en positivo de un 0,7% por parte del PSOE, un 4,1% de Cs o el 3,4% de Junts, llevaría a la fuerza de Santiago Abascal a los 2.860.428 frente a los 3.656.979 conseguidos en 2019. Una bajada de casi 800.000 apoyos.
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