La temporada estival es su momento de brillar. Cuando los mercurios se mantienen por encima de los 40 grados durante el día y las temperaturas asfixian al superar los 30 grados al caer la noche. Más aún en un verano como el de 2022, en el que las olas de calor se solapan y la sensación de sofoco se ha instaurado en la sociedad. La solución: ventanas cerradas durante las horas de sol y el aire acondicionado a pleno rendimiento. En las casas de ciudades como Sevilla, Cáceres, Mérida o Córdoba el aire acondicionado es uno más, "mínimo hasta las 22.00 horas está encendido". La subida del precio de la energía no ha evitado que las fachadas se llenen de máquinas, "cada vez hay aparatos más sofisticados, dan un rendimiento excepcional y con un consumo que se traduce en 10-15 céntimos la hora", explica en conversación con El Independiente Emilio Martín, propietario de Instalaciones Eléctricas Emilio Martín.

Emilio, cualificado con todos los carnés de electricidad disponibles, al frente de su empresa desde hace 32 años y realizando instalaciones de aire acondicionado desde hace 24, destaca que a la hora de poner un aire "la gente quiere calidad y precio". "Hay máquinas buenas y caras, otras regulares y que no dan un servicio tan bueno y otras que para el día a día van muy bien. La gente quiere eficiencia, que enfríe en verano y caliente en invierno y que y no le cueste mucho dinero. El mayor consumo de una maquina es el compresor, que es el corazón de la máquina y el que acciona el circuito", explica el experto.

El miedo a la hora de pulsar el botón de encendido en el mando a distancia del aire acondicionado desaparece tras el primer mes después de la instalación: "Con las máquinas que hay ahora tener el aire puesto 10 horas al día sale a unos 30-35 euros al mes. En todos los años que llevamos con las instalaciones nadie me ha llamado diciendo que se le ha disparado la factura de la luz", señala Emilio. La evolución en la tecnología ha cambiado la vida al consumidor, aunque también al instalador "los aires antiguos pesaban mucho más y tenían un consumo muy superior al actual. Además, hay algunas máquinas nuevas de alta gama cuyas turbinas funcionan por campos magnéticos y no hacen nada de ruido".

El coste de una instalación común para un salón es de entre 500 y 600 euros, "por menos hay que desconfiar, no cualquiera puede poner un aire acondicionado, hay que estar cualificado y ser instalador", ya que cuentan con gases "menos contaminantes que antes, menos eficientes y más peligrosos", por eso hay que tener instaladores cualificados para evitar accidentes. Además del conocimiento, "para estas instalaciones se necesitan muchas herramientas", comenta Emilio.

"Cada instalación es un mundo", exclama Emilio, que destaca en su caso como principales dificultad "hacer el agujero en la pared, ya que nosotros trabajamos normalmente en la provincia de Cáceres en pueblos con casas antiguas con paredes de hasta 1,5 metros de anchura. En esos casos te tiras todas la mañana para realizar el pasante de los tubos, tienes que meter dos brocas, una por cada lado". La instalación de aire acondicionado consta de dos unidades, la interior y la exterior. Hay máquinas exteriores con capacidad para hacer funcionar a siete interiores, aunque es preferible montar una exterior por cada interior: "Una avería en la máquina exterior se extendería a todas las unidades interiores. Es más caro montar una exterior para cinco interiores que cinco exteriores para cinco interiores". En caso de que no surjan complicaciones, "en menos de dos horas se monta la instalación completa".