Un avión privado Cessna 551 que despegó esta tarde desde el aeropuerto de Jerez se ha estrellado frente a la costa de Letonia, según han confirmado los servicios de rescate de Suecia y recoge la agencia Reuters.

La aeronave despegó a las 14:56 desde el aeropuerto español sin rumbo prefijado, según portales especializados como Flightradar24. El avión está registrado en Austria y realizó cambios de dirección sobre París y sobre Colonia, antes de encarar el Báltico y sobrevolar la isla sueca de Gotland.

Pasadas las 19:30, el avión comenzó a perder velocidad y altura muy rápidamente, antes de comenzar a volar en círculos y desaparecer finalmente de los radares. Según el diario Bild, los cuatro ocupantes del jet privado son de nacionalidad alemana, tres de ellos de una misma familia con residencia temporal en Zahara de los Atunes. De acuerdo con la misma información, el alemán Karl Peter Griesemann, propietario de la empresa Quick Air, también volaba en el avión.

El empresario y su familia tenían desde los años 80 un chalé en Atlanterra, una zona de la costa de Cádiz colindante con Zahara de los Atunes y que forma parte del término municipal de Tarifa, salpicada de viviendas de lujo y en la que abundan los vecinos alemanes, hasta el punto de que su playa es conocida como "la de los alemanes", según fuentes del municipio. La familia solía disfrutar de esta vivienda "al menos tres o cuatro veces al año", según las mismas fuentes.

La empresa de Karl Peter Griesemann, con sede en Colonia (Alemania), dispone de once aviones ambulancia que pueden considerarse como unidades de cuidados intensivos voladoras, según indica en su web.

Las misiones de vigilancia de la OTAN desplegaron jets para seguir el rumbo errático de la Cessna, y según portavoces de los servicios de emergencia suecos no reportaron ver a nadie en la cabina, lo que puede indicar una incapacidad de algún tipo en el piloto.