No ha habido sorpresas en el primer gran pulso político de la recta final de la legislatura. Ni por parte de Moncloa, ni de Génova. Cruce de reproches y acusaciones mutuas de insultos al contrario, y reivindicación de posiciones. La de Pedro Sánchez, alineada con la dinámica de Bruselas para controlar "la amenaza de Putin" de cara a posibles cortes de suministros en los meses venideros. La de Alberto Núñez Feijóo, insistente en alcanzar pactos de Estado con el Ejecutivo y en la viabilidad de sus propuestas. Precisamente, a raíz de ello, el dirigente de los populares ha hecho al presidente de Gobierno dos solicitudes: romper con sus socios de legislatura y pactar un plan para rectificar la senda iniciada en política energética. Todo, con el nuevo paquete de propuestas que el PP va a remitir al Ejecutivo como base.

Feijóo ya adelantó hace algo más de una semana, tras la última reunión del comité de dirección que el partido trabajaba en una propuesta "de producción energética" con la que "mejorar" el plan de contingencia que el Gobierno tiene que enviar a Europa para certificar su capacidad de ahorro frente a la crisis de energía. Este lunes, el líder del PP, en un compromiso mediático en el Hotel Villa Magna de Madrid, volvía a hacer alusión al texto; y apelaba a tres ejes fundamentales. En primer lugar, el aprovechamiento de toda tecnología disponible para la producción energética, con especial atención, tal y como viene pidiendo la formación, a las centrales térmicas y nucleares, inmersas en un progresivo desmantelamiento consensado por la legislación contra el cambio climático.

En segundo lugar, los populares defienden las facilidades de instalación y de inversión en fuentes de producción sostenibles como la energía solar, eólica e hidráulica, suprimiendo gravámenes complementarios y las trabas burocráticas que entorpecen su apuesta. Y, por ultimo, dotar de ayudas complementarias a la actividad empresarial e industrial cuya producción depende fundamentalmente de la electricidad. Para, así, no frustrar al sector metalúrgico o cerámico, entre otros ejemplos. Y es que el principal líder de la oposición, considera que el recorrido en política energética desarrollado hasta ahora radica más en un "racionamiento" que en una verdadera voluntad de "ahorro".

Feijóo pone a Sánchez el ejemplo de Alemania, que apuesta por la térmica, y de Francia por la nuclear

A Sánchez, que ha centrado un grueso importante en aludir al buen entendimiento entre el Gobierno y Bruselas, así como con sus homólogos europeos, le ha pedido atender a esa proposición de alargar la vida de funcionamiento de los reactores en España. "Alemania apuesta por la térmica y Francia por la nuclear, ¿duda de sus socios? También a "la bajada de impuestos y la deuda" que el canciller germano, con quien el secretario general ha demostrado buena sintonía, ha hecho en las últimas semanas. Todo ello, ha insistido Feijóo, pese a coordinar un gobierno con otros dos partidos dentro: los verdes y los liberales del FDP. Precisamente, y para llegar a un consenso energético como ha hecho la socialdemocracia alemana con los otros dos principales grupos del Bundestag -sin contar a los conservadores de la CDU-CSU-, Feijóo ha pedido a Sánchez desligarse del bagaje ideológico de partidos como Esquerra Republicana o EH Bildu.

"Le pido que rompa sus alianzas" con Unidas Podemos, ERC y Bildu. Que "cese a aquellos ministros -en alusión a la cuota morada que representan Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y Joan Subirats- que no ha nombrado" y, además, a aquellos miembros del Consejo de Ministros que "no están cumpliendo con sus competencias". Pero, especialmente, que "pacte con el PP", ha instado Feijóo a Sánchez, invitándole a apoyarse en él en lo que resta de legislatura mediante grandes acuerdos de Estado. Porque, a su parecer, "nadie en el país cree que es más útil Bildu que el PP", que sí es un verdadero "aliado de España".

En Génova creen que esta solicitud es más que viable, y que sin "electoralismo" de por medio no habría obstáculo alguno. "Feijóo no teme desgastarse", aseguran. Ponen el foco en la batería de medidas que el Ejecutivo ha "copiado" desde el mes de abril, cuando la nueva dirección aterrizó en la sala de máquinas del partido: la rebaja al IVA mínimo de la factura eléctrica y, recientemente, del gas, o las ayudas directas de entre 200 y 300 euros a los ciudadanos más perjudicados por la situación derivada del conflicto bélico en Ucrania. Y, lo reiteran, después de que el primer y único gran anuncio de medidas del Gobierno es una propuesta que los populares ya han reclamado con anterioridad: la moratoria para que las industrias que usen plantas de cogeneración puedan acogerse al tope del gas.

El PP pide al Gobierno que siga copiando su plan económico y le marca el siguiente objetivo: deflactar el IRPF a las rentas medias y bajas

"Sánchez vuelve a encontrar inspiración en las propuestas del PP. Estamos encantados de ayudar al Gobierno, y le pedimos que siga copiando los planes económicos deflactando el IRPF a las rentas medias y bajas para afrontar los efectos de la inflación", solicitaban desde Génova en pleno debate y tras el anuncio del líder del PSOE. A esa demanda se añaden la supresión del impuesto de hidrocarburos, la extensión de plazo para la reducción del IVA energético o otras hechas durante el debate por el propio Feijóo, caso de "premiar con descuentos directos en sus recibos a los consumidores, las familias y las pymes que ahorren energía", la creación de una 'AIREF energética' o el incremento de las auditorías en dicho sector.

Enmienda a la totalidad a Feijóo

El presidente del Gobierno, pese a todo, no ha recogido el guante y ni siquiera a valorado las nuevas propuestas de los populares. Sánchez ha negado que esté copiando las medidas del PP, y ha destacado que es algo que Moncloa está adoptando en un momento en el que el resto de líderes europeos, tanto conservadores como progresistas, están empezando a poner en práctica en estos momentos. "No juegue con el miedo de la población, deje de hacer el ridículo y de llamar 'timo ibérico'" al tope del gas, le ha pedido. Concretamente, respecto a esa medida que ha enarbolado en el Senado, se ha centrado las sucesivas respuestas al líder de la oposición.

En cuanto a la petición de Feijóo para desligarse de sus socios de investidura y trabajar conjuntamente, Sánchez ha afirmado que no cree en los gobiernos de concentración: "es una dialéctica peligrosa y empuja al descontento fuera de los límites del sistema". Sí cree, al contrario, en el "diálogo leal y la búsqueda de acuerdos en los asuntos de Estado". Con todo, ha cuestionado que Feijóo insista en entablar acuerdos en el ámbito energético cuando a finales de agosto votó en contra de un decreto que "contenía" algunas de las medidas que demandan. "No se puede negociar cuando se vota a todo que no", ha esgrimido.

Llamado a pactar con grupos que "siempre" serán "aliados de España", Sánchez le ha pedido coherencia al popular y le ha solicitado que desencalle las negociaciones sobre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Para cumplir, ha dicho, el compromiso con la Constitución que ahora resulta más inmediato.

El PP sale "muy satisfecho" del debate

Las valoraciones dentro del PP tras la intervención de Sánchez y el propio Feijóo en la cámara alta, van en una misma dirección. Conciben positivamente la actuación del presidente del PP pese a las "complicaciones" propias del debate. "Sánchez ha tenido el control de los tiempos, y eso sí que nos ha perjudicado a la hora de trasladar todo nuestro imaginario en la cuestión energética, así como en el ámbito social y económico", indican fuentes del partido. No obstante, creen que el jefe del Ejecutivo ha errado al centrar su intervención "ilimitada" en atacar al partido. "Hemos aprovechado nuestros veinte minutos" mucho mejor que Sánchez para abordar la cuestión energética, concluyen.

Los populares consideran que los españoles han podido comprobar que Feijóo cuentan con propuestas de país mientras que Sánchez "únicamente ha sido capaz de anunciar otra bandera más propuesta por el PP", la de cogeneración. Pero si lamentan que Moncloa no haya decidido aceptar un debate "más amplio" tras el órdago hecho por Feijóo para que el presidente acudiese a sede parlamentaria.