El Ministerio de Hacienda decidió ayer lunes que los sueldos de los funcionarios subirán un 3,5% en total este año: el 2% que ya aumentaron en enero, más otro 1,5% en una única paga a final de año. Pero con una inflación media anual que rondará el 8,6%, según prevén los organismos económicos, los empleados públicos perderán unos 5 puntos de poder adquisitivo.

Lo hizo sin acuerdo con los tres sindicatos más representativos del sector público con los que negociaba el alza salarial. UGT y CCOO apoyaron la propuesta, pero CSIF la rechazó, lamentando que con la decisión los trabajadores vayan "a volver a perder dinero", en concreto, esos 5 puntos de diferencia entre la subida de los precios y la de sus sueldos.

Eso, teniendo en cuenta que el salario medio de un funcionario es de 32.000 euros anuales según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se traduce en unos 1.600 euros perdidos, de media, por cada trabajador público a lo largo de todo el año. En España hay casi 3 millones de empleados públicos, que en su conjunto verán reducirse su poder de compra, más o menos dependiendo de su escala salarial.

Un 1% extra según avance el PIB y el IPC

La decisión de Hacienda implica que los sueldos públicos aumentarán un 1,5% más este año -que se suma al 2% de enero-, y que lo harán un 2,5% el próximo año. Además, introduce una variable: que si a finales del año que viene la suma del IPC armonizado de 2022 y del IPC armonizado de septiembre de 2023 superan el 6%, estos salarios aumentarán un 0,5% adicional.

(El índice de precios de consumo armonizado, o IPCA, es un indicador estadístico que unifica los criterios de medida del IPC con los de otros países con el objetivo de poder realizar comparaciones internacionales. Este septiembre, la tasa de variación anual del IPCA fue del 9,3%,, muy cerca del 9% del IPC).

Asimismo, si el PIB de 2023 iguala o supera al que se estima en los presupuestos generales del Estado de ese año (2,1% según actualizó ayer la ministra de Economía), los sueldos públicos también aumentarán otro un 0,5% extra. Es un extremo que en CSIF consideran muy difícil.

Los salarios del sector privado solo suben un 2,6%

Aun así, esa pérdida salarial será previsiblemente inferior a la que experimenten los del sector privado, que según las últimas estadísticas solo están viendo aumentar sus sueldos un 2,6% este año. Actualmente los sindicatos mayoritarios y las organizaciones de empresarios más representativas no están negociando una posible subida de sueldos, ya que en mayo quedó claro la dificultad de llegar a un acuerdo mientras la inflación esté tan alta.

UGT y CCOO, por su parte, exigen a los empresarios que sea cual sea la subida salarial que se decida, a final de año o de varios años pueda compensarse según la inflación. Pero la patronal CEOE opina que las empresas no tienen ahora mismo capacidad para incrementar tanto los sueldos y también argumenta que de hacerlo se podrían producir efectos de segunda ronda, es decir, que la inflación se retroalimentase y entrase en un bucle sin fin.

Así, las organizaciones sindicales llevan semanas pidiendo que los empresarios se sienten de nuevo a la mesa -que abandonaron en mayo- para poder impulsar un nuevo Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva (AENC), un documento que dichas partes acuerdan cada tres años y en el que se incluye una recomendación, en porcentaje, de cuánto deberían subir los sueldos de los trabajadores en los convenios que se renueven, que luego usan de referencia los negociadores de cada convenio sectorial y de empresa.