"Se han pasado", dice cuando se le interroga por las afinidades marroquíes que han crecido en el seno del PSOE, entre algunos ex ministros que una vez fueron declarados prosaharauis. Omar Mansur conoce bien a aquellos que han cambiado de traje. "Es de escándalo y resulta triste lo que le pasa a algunos socialistas españoles", desliza en una entrevista con El Independiente desde los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia).
Es mediodía en Rabuni, la capital administrativa de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática. Y Mansur, ministro del Interior del Gabinete saharaui, recibe a este diario en su despacho, entre papeles. El hombre a cargo de la seguridad de los campamentos es miembro del buró político del Frente Polisario y un veterano en las lides políticas y diplomática. Previamente fue ministro de Educación así como titular de América Latina y Caribe.
Pregunta.- Imagino que debe ser difícil ser ministro del Interior en un desierto como éste…
Respuesta.- Creo que es más difícil ser ministro del Interior en una gran ciudad, porque aquí todo se ve y se ve venir desde lejos. Y hay algunas cosas para las que hay que prepararse. Pero nosotros estamos aquí, en este desierto; llevamos bastante tiempo. Todos estamos familiarizados con el desierto, y de todas las decisiones se pueden hacer en este desierto, incluso una guerra. La gente está acostumbrada a hacer las guerras en otros contextos. Aquí hacemos la guerra desde hace 47 años utilizando las ventajas de nuestro terreno y el conocimiento de los factores naturales.
P.- ¿Cuáles son hoy los principales desafíos?
R.-Los desafíos son muchos, pero el principal de ellos es hacer que este pueblo pueda llegar a cumplir sus objetivos: conseguir la descolonización plena de su territorio, con la participación de las Naciones Unidas. Es el gran desafío desde 1978.
P.- Hay un congreso del Frente Polisario en ciernes. ¿Será una oportunidad para asistir a un relevo generacional en la cúpula?
R.- Aquí lo que hay que ver es cómo adaptarse a la situación de la guerra. Me refiero a adaptarse en cuanto a las estructuras del Polisario, a los medios que tenemos, a la participación del pueblo en esta segunda parte de la lucha de liberación, que arrancó el 13 de noviembre de 2020, cuando Marruecos rompió el alto el fuego y se impone esa adaptación. De lo que se trata es que después de 30 años de ni paz ni guerra estamos nuevamente obligados a estar en guerra. Y tenemos que adaptarnos a la mentalidad que tuvimos antes de 1991.
P.- ¿Se va a renovar la cúpula?
R.- Es una cuestión para la que están abiertos los saharauis y el Congreso. Ahora, no se puede obligar a la gente cuando realmente no ven la alternativa necesaria para poder llevar a cabo esta situación en la que estamos. Sin embargo, nuestro deber es crear desde un punto de vista legal la posibilidad de que puedan presentarse jóvenes a la elección del Polisario y puedan presentarse a la cúpula más alta a la Presidencia de la República. Que eso llegue a realizarse en este Congreso o en otro no podemos preverlo.
El ejército marroquí ha sido siempre nuestro principal proveedor de armas
Una guerra de desgaste
P.- ¿Cuál es la situación en el muro?
R.- Yo he estado de visita, pero lo que son los mandos militares y la estructura militar han estado llevando una situación de guerra. Han optado como método por la guerra de desgaste, que consiste en que nosotros ya no utilicemos las posiciones que teníamos en el territorio liberado, sino que hagamos unidades ligeras y móviles que atacan al muro donde están concentradas las fuerzas de Marruecos. Aparecen y desaparecen cuando quieren y cuando las circunstancias lo requieren. Y esto, naturalmente, ha puesto al enemigo en una situación de debilidad, porque, contrariamente a la guerra del 91, en esta contienda prima mucho la posición en la que se encuentran las diferentes fuerzas. Ellos no tienen la libertad de salir de sus posiciones del muro, como nosotros podemos salir de nuestras posiciones y adaptarnos al terreno y emplear las ventajas de esta situación.
P.- ¿Es ésta una guerra de baja intensidad?
R.- Se utilizan todo tipo de armas. No es de gran intensidad porque no interviene esa cantidad de medios. Sin embargo, si la intensidad las determinan las armas, nosotros utilizamos todo tipo de armas, al igual que Marruecos, pero solo ellos tienen la ventaja de la aviación. Esa ventaja ya la han tenido antes del 91 y han perdido muchos de sus pilotos y de sus aviones y no han podido ganar esa primera fase de la guerra. De hecho, la han perdido. Por eso han aceptado el alto el fuego y han aceptado que resolvamos el problema por la vía pacífica.
Los soldados marroquíes no tienen la voluntad de morir por su tierra, porque saben que no es suya
P.- ¿Habría que escalar la guerra?
R.- Todo es posible en estas circunstancias. Marruecos no tiene absolutamente nada que pueda ser una ventaja con respecto a su guerra anterior y, por lo tanto, nosotros seguimos a este ritmo. Pero a medida que las circunstancias requieran que subamos la intensidad, podemos subirla metiendo más y más tropas y diferente tipo de material que sea acorde con lo que nos planteemos en cualquier circunstancia, pero creemos que un ejército que ha perdido la primera guerra contra el Polisario no puede ganar la segunda porque la guerra la ganan las personas. Sus hombres no tienen ni la pericia que nosotros tenemos ni tampoco la voluntad de morir por su tierra, porque saben que no es su tierra.
Son un ejército ocupante que tarde o temprano estará obligado a retirarse. Ustedes han visto la guerra de Afganistán y no son los medios los que determinan las posiciones ni la cantidad de aviones. Han visto la guerra del Vietnam y experiencias en las que se ha expuesto mucho material y al final la guerra la deciden las personas y su capacidad de sacrificarse por su tierra. Y aquí nosotros, desde 1975 hemos dado pruebas de la capacidad de ganar esta guerra. Es cierto que Marruecos ha tratado de utilizar la línea defensiva del muro, que se basa más en minas que en algún tipo de radares y zanjas. Pero esto no es realmente lo fundamental en este tipo de guerra. Ellos mismos se han buscado su prisión, lo cual nos da a nosotros la libertad de golpearles sin que ellos nos la puedan devolver.
Algunos ministros españoles saben del espionaje marroquí y no hacen esfuerzos para evitarlo
Desde el 13 de noviembre de 2020 [fin de la tregua], han tenido muchas dificultades y pérdidas; se lo callan porque en definitiva, estas guerras a veces se da mucha publicidad cuando interviene una gran potencia, pero cuando no es así ya pueden morir cientos. Marruecos es un pueblo de 44 millones, pero quieren gastar unos cuantos millones de muertos para poder conseguir quizás los recursos minerales del territorio saharaui. Es lo que les importa en definitiva. El pueblo saharaui siempre ha estado ahí y Marruecos no ha movido nunca un dedo en contra de la ocupación de la colonización española. Y ahora que los saharauis han querido proclamar su independencia y tener, como cualquier pueblo del mundo, su derecho a la libertad y a crear su propio Estado, los vemos tratando de ocupar este territorio que no les atrae más que por los recursos.
El uso de drones
P.- Estuvo recientemente en Mauritania y allí habló de que Rabat cuenta con drones, la mayor amenaza, pero que los saharauis podrían suplir pronto esa desventaja…
R.- Los saharauis estamos en una situación de guerra y de la misma manera que Marruecos tiene acceso a diversos materiales para poder potenciar su posición militar, nosotros, por nuestra parte, también tendremos acceso a ese material en algún momento.
Marruecos es un país especializado en corromper y chantajear usando las debilidades personales
P.- ¿Cuándo podría darse el escenario de drones en manos del Polisario?
R.- Los utilizaremos cuando realmente estemos bien preparados para ello. Y en eso estamos.
R.- ¿Están ya entrenando con drones?
R.-Naturalmente. Los drones son una cuestión sencilla. Probablemente sean simplemente las mujeres las que se ocupen de los drones porque no necesitan estar en primera fila. Cuando empezamos en 1975, lo hicimos con armas sencillas. Marruecos nos ha obligado a buscar en el campo de batalla; recuperar esas armas; entrenar nuestras fuerzas con ellas y utilizarlas, entre ellos, los blindados. Hemos capturado en una sola batalla 34 carros blindados y nos costó al principio poder utilizarlos porque la gente no estaba entrenada. Nosotros hemos tenido que entrenarnos sobre armas antiaéreas en su momento y al principio los Jaguar franceses nos causaron numerosos problemas, pero después hemos estado obligados a emplear armamento antiaéreo. Capturamos a 4.000 soldados, entre ellos, 14 aviadores. Todo se aprende sobre la marcha.
P.- ¿De dónde procederán estos drones?
R.- Podrían ser del propio Marruecos.
P.- ¿Drones iraníes tal vez?
R.- No tenemos ninguna relación con Irán. Marruecos siempre ha estado a la caza de acusaciones. Cada vez que hay algo, busca cuáles son los países con los que Estados Unidos o Francia podrían tener problemas. Y entonces ahí salen Irán, Cuba o Corea. Son tonterías, porque el armamento se compra con el dinero y se puede entregar aquí mismo en el desierto.
El nervio de la guerra no son los drones; es el combatiente
P.- ¿Les interesaría adquirir los drones turcos que están siendo tan efectivos en Ucrania?
R.- A mí no me importa el origen de los drones. Cuando tengamos que utilizarlos, los utilizaremos o los fabricaremos nosotros mismos. El nervio de la guerra no son los drones; es el combatiente. Nuestros combatientes son capaces de poder llevar a cabo esta guerra y ganarla. Y esta monarquía marroquí ya ha utilizado todo tipo de armamento y todo tipo de medios y no ha podido vencer al pueblo saharaui ni conseguirá vencer al pueblo saharaui en su territorio. Quizás nos tome un poco más de tiempo porque somos pequeños y no tenemos muchos medios, pero conseguiremos la victoria final sobre Marruecos. Eso se lo aseguro.
Albares es un aprendiz de ministro. Hay que tener dignidad para un cargo así
P.- ¿Qué podría cambiar el curso de la guerra? No sé si la llegada de material militar de Argelia…
R.- No hay que estar singularizado de donde procede ese material. La primera fuente de material que siempre hemos tenido durante esta guerra ha sido el ejército de Marruecos. Es nuestro principal proveedor de armas a través de su captura. Nos hemos armado del propio enemigo. El material que tenemos ha sido de la guerra anterior y recientemente todo lo que hemos podido conseguir de cualquier parte lo hemos traído aquí.
P.- Hace unos años ya se produjo algún secuestro de cooperantes en los campamentos. ¿Le preocupa la inestabilidad de la región y que eso afecte al conflicto saharaui?
R.- Los secuestradores siempre han sido movidos por algunos grupos creados y preparados por Marruecos. Nosotros hemos creado nuestras propias unidades para poder proteger bien a los extranjeros que se encuentran trabajando en misiones humanitarias con el Polisario. Y no creo que Marruecos pueda nuevamente salirse con la suya.
P.- ¿Le inquieta el auge de grupos yihadistas relacionados con Estado Islámico y Al Qaeda en la región?
R.- Naturalmente es una preocupación general. Nosotros participamos dentro del contexto de la Unión Africana en este tipo de operaciones y de trabajo para el seguimiento, el control y, en su momento, la intervención contra cualquier grupo que intente moverse en la zona donde nosotros estamos. Y es común en toda África.
La deuda pendiente de España
P.- Entiendo que tiene acceso a información de inteligencia. No sé si tiene algún tipo de información que explique el cambio histórico de posición del Gobierno español…
R.- Algún acceso sí tenemos, pero los españoles tienen más y no han podido publicar el por qué de que el presidente del Gobierno acometiera una acción de este tipo que a nosotros nos parece aberrante. Que exista una política de Estado junto al apoyo de todo el pueblo español y de las fuerzas políticas, consistente en la defensa del proceso autodeterminación del pueblo saharaui y de la descolonización plena y completa del territorio, y que de repente un señor despierte y al día siguiente sea el rey de Marruecos quien anuncie que ha firmado un comunicado con el presidente del Gobierno. Ni siquiera Asuntos Exteriores tenía noticia del tema. Esto verdaderamente deja a todo el mundo perplejo de que esto ocurra en una democracia y no haya absolutamente ningún tipo de acción. El Gobierno sigue sin dar una respuesta clara. Yo pensaba que los servicios secretos españoles eran bien eficaces y podrían saber si el presidente gobierno ha sido víctima de un chantaje o simplemente ha tenido una mala noche.
P.- ¿Han sido chantajeados por Rabat?
R.- España está plenamente penetrada por espías marroquíes, en todos los rincones. Todos los responsables importantes a nivel de Gobierno español están seguidos diariamente por los servicios secretos de Marruecos y algunos hasta lo saben y no hacen ningún esfuerzo por evitarlo. El Pegasus ha mostrado claramente que es el instrumento para espiar a los dirigentes europeos con los que Marruecos tiene algún tipo de relación o quiere conseguir algún tipo de ventaja por las informaciones que posee. No sólo los españoles, sino también han resultado afectados Francia, Argelia o los propios dirigentes saharauis. Todos han sido víctimas de espionaje mediante Pegasus. En España el Gobierno no ha presentado ninguna querella por esto.
P.- ¿Tiene confianza en algún partido político español tras 47 años?
R.- Nos atenemos a las cosas prácticas. En algún momento ha habido acciones positivas por parte de los representantes de todos los partidos políticos, en cuanto a defender el derecho del pueblo saharaui; pero la mayoría, cuando están en la oposición, es todo buenas palabras y cuando llegan al poder, pues simplemente hay un bloqueo y no cumplen lo que han dicho.
A los dirigentes del PSOE les han convencido más los regalos de Marruecos que sus principios. Se han pasado
P.- ¿Confía en que el PP pueda revertir la decisión si gana las elecciones?
R.- España tiene una responsabilidad jurídica. De iure España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental y esto no lo decimos nosotros, sino que lo establece Naciones Unidas. [El Gobierno español lo niega] Pero no puede. Está ahí en la ONU. El PP debería hacerlo y tiene todas los elementos necesarios para poder hacer que España se mantenga en su posición política con respecto al Sáhara Occidental. También el resto de fuerzas políticas han manifestado estar a lado de la justicia.
P.- El ministro Albares replica constantemente que no es así, que España no es ya la potencia administradora…
R.- Albares es un un ministro que todavía no ha podido asumir su papel como ministro y más bien está de aprendiz de ministro. No ha podido cumplir esa asignatura. Tiene que estudiarla y practicarla bien para poder llegar a tener el nivel que ha tenido la anterior ministra de España [Arancha González Laya], que ha sabido estar a nivel en todo momento. A pesar de los chantajes de Marruecos, ha podido mantener su posición clara y firme en todo momento. Quizás eso le haya costado el cargo, pero a veces el cargo no lo es todo sino. Hay que asumir los cargos con dignidad. Y al margen de lo que él diga están la doctrina de la ONU y las palabras del rey en 1975 frente a los notables saharauis y las fuerzas españolas en el Sáhara. Entonces se comprometió a que España asumiera plenamente su responsabilidad hasta que los saharauis se autodeterminaran. Que no quieran asumirlo es otra cosa, pero el derecho internacional está claramente establecido. La potencia administradora cesa su papel cuando ese pueblo haya accedido a su derecho.
P.- Felipe González estuvo aquí en la década de 1970 y se comprometió a no abandonar a los saharauis. José Luis Rodríguez Zapatero declaró hace unos días que los saharauis deberían asumir ser súbditos de Mohamed VI. ¿Qué le ha sucedido al PSOE?
R.- Los dirigentes del PSOE han hecho bastantes visitas en Marruecos y creo que les ha convencido más la cocina, el paisaje o los regalos de Marruecos que lo que son los principios sobre los que han basado sus políticas todo el tiempo. Quizás influyan en mucha otra gente, pero estos es que se han pasado.
P.- ¿Han recibido dinero de Marruecos?
R.- No lo sé, pero creo que Marruecos es un país acostumbrado al arte de corromper utilizando diversos medios y al arte de chantajear empleando también quizás las debilidades de las personas. Todo eso conduce a lo mismo: al final dictan su política a ciertos dirigentes. No digo que los dirigentes socialistas sean unos traidores, pero simplemente han renunciado a sus principios, que es más grave para ellos que el de abandonar la causa saharaui por la que en diferentes momentos, tanto dentro como fuera de los congresos, han hecho alarde de posiciones claras con respecto a este tema. Sin embargo, últimamente realmente cuesta ver a esa misma persona que uno conoce y que sabe que ha estado en posiciones bastante positivas con respecto a la causa. Es de escándalo y resulta triste lo que le pasa a algunos socialistas españoles.
P.- Hablemos, para terminar, de la situación en los territorios ocupados por Marruecos. ¿Habría que formar una insurgencia que lance ataques contra intereses marroquíes y extranjeros?
R.- En los territorios ocupados siempre ha habido una intifada que sube y baja según los momentos. En este tipo de guerra siempre hemos tenido una actitud respetuosa con los derechos humanos y los civiles. Todo aquello que pueda afectar a civiles nunca lo hemos aprobado. No hay motivos para salir de esa conducta que hemos mantenido desde el principio.
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