El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha sido el último líder en comparecer para valorar la decisión del Tribunal Constitucional de aceptar la suspensión de la reforma de las leyes orgánicas del propio tribunal de garantías y del CGPJ. Con ese triunfo en la mano, puesto que el recurso lo interpuso su partido, ha explicado que el motivo de su declaración responde a la "gravedad de las afirmaciones de los máximos representantes institucionales del Estado", en referencia especialmente al presidente del Gobierno.

Tras afirmar que "por muy Pedro Sánchez que se sea, no se puede pasar por encima de las leyes", ha rebatido algunas de los "ataques virulentos contra el TC" intentando desmontar la pléyade de acusaciones que se han vertido en las últimas horas.

La primera, ha desgranado Feijóo, es que el tribunal de garantías no impide la votación en las Cortes "sino simplemente que se haga conforme a la Constitución y punto y no mediante un cacicada." En definitiva, "es una mera cuestión formal, nada afecta al fondo", independientemente de que no lo comparta. El Tribunal se ha limitado a "garantizar el debate parlamentario. Quien lo ha hurtado ha sido el Gobierno. Sánchez y los suyos presentan como ataque al Parlamento lo que es realmente una defensa".

Ofrece un pacto para las "grandes cuestiones de Estado" si Sánchez renuncia a controlar la justicia y ceder ante ERC

Desde la sede nacional del PP alerta que "sin respeto a los diputados, la Cámara se convertiría en una mera extensión del Gobierno. No se puede pasar por encima de las leyes, de la constitución y de la democracia". "Tenemos una Constitución que nos protege hasta de nuestro propio gobierno", ha subrayado para acusar a los socialistas de haber asumido los términos del discurso independentista y del populismo mediante la deslegitimación de la oposición, de la justicia y de los medios de comunicación no afines.

Sensu contrario, propone que las grandes decisiones de Estado "sean acordadas por las fuerzas representativas que agrupan a la mayoría del pueblo español, no con los que quieren irse del país. Sánchez tiene que frenar esta decadencia. Siempre ha tenido la oportunidad de una alternativa constitucionalista y hoy la volvemos a ofrecer. En lo que a mí respecta, tendrá un aliado". Habla, entre cosas una reforma pactada del Código Penal, pero lo cierto es que el PP no ha sido capaz ni de llegar a un acuerdo para renovar el CGPJ después de cuatro años y no se llegará, dice, si de forma simultánea, no hay compromiso para despolitizar la justicia.

La otra salida, a su juicio, es la celebración de elecciones generales frente a un presidente que "hará todo lo posible para contentar a los independentistas y controlar la justicia. Yo haré todo lo posible para lo contrario, esto es, defender la democracia y garantizar al independencia del poder judicial". Cree Feijóo que "estamos ante una crisis institucional, con una escalada verbal sin precedentes y concatenación de cesiones a todas luces inaceptable", en alusión a al derogación del delito de sedición y la rebaja de la malversación. También ha mostrado sus temores ante el mensaje "subliminal" de Sánchez de que adoptará "cuantas medidas sean precisas para acabar con el bloqueo del poder judicial.

"Basta ya de hablar de golpes de Estado y de complots"

Junto a su portavoz parlamentaria y secretaria general del PP, Cuca Gamarra; su coordinador general, Elías Bendodo; el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, y la de Políticas Sociales, Carmen Navarro, ha exigido que "se rebaje la escalada verbal de hablar de complot y de golpismo. Basta ya de hablar de golpes de Estado, de intrigas contra la democracia, de hablar de fachas con toga. Basta ya de decir que quien no está alineado con Sánchez es un conspirador o un fascista y de cuestionar los procedimientos y principios que hacen de nuestro país una democracia liberal, de impugnar el sistema que ha traído a nuestro país los 40 años de mayor estabilidad, prosperidad de nuestra historia. Que se baje esta inusitada escalada verbal".

También pide al presidente del Gobierno que frene, lo que considera, "escalada de cesiones al independentismo en una legislatura estrambótica. Esto no es hacer historia sino deshonrar la trayectoria democrática de nuestro país. El lugar al que nos ha llevado Sánchez ni es normal ni es deseable", una carga de profundidad en vísperas de último "cara a cara" entre ambos en la sesión de control al Gobierno este miércoles, que puede entrañar una enorme dureza.