Javier Monzón se convierte en el número dos de Prisa. El consejo de administración del grupo, con el informe favorable de los comités de nombramientos y retribuciones y de gobierno corporativo, ha nombrado al ejecutivo nuevo vicepresidente no ejecutivo del consejo, según ha informado a la CNMV. Además, ha designado al también consejero independiente Javier Gómez-Navarro Navarrete como miembro del comité de auditoría.
A finales de noviembre, pocas semanas después de que el expresidente de Indra renunciara a asumir la presidencia del conglomerado de medios informativos, Monzón fue nombrado consejero independiente del grupo.
El directivo, con una dilatada trayectoria empresarial, fue señalado el pasado mes de octubre como el candidato elegido para sustituir a Juan Luis Cebrián en la presidencia de Prisa. Sin embargo, a última hora, Monzón renunció al cargo, ante los cambios en las condiciones pactadas previamente con Cebrián, que pretendía mantener un amplio grado de poder en la empresa.
No obstante, unos días antes, el consejo de Prisa acordó definitivamente el relevo de Cebrián al frente de la compañía y su sustitución por Manuel Polanco, actual vicepresidente del grupo. Según fuentes conocedoras de lo acontecido dentro del consejo de Prisa, el histórico dirigente del diario El País vio frustrados sus planes de seguir controlando la compañía, aunque sí logró la creación de una fundación bajo su presidencia que tendrá cierta relevancia desde el punto de vista editorial.
Con Cebrián de salida -su marcha está prevista para el próximo 1 de enero-, Monzón sí aceptó formar parte del consejo de Prisa. Entró, además, con cierta fuerza en el consejo, pues además de la condición de consejero independiente, ocupará los cargos del presidente del Comité de Nombramientos y Auditoría y del Comité de Gobierno Corporativo.
Además de a Monzón, Prisa nombró a Javier de Jaime, Sonia Dulá y Javier Gómez Navarro, también con la condición de consejeros independientes, y a Francisco Gil Díaz como consejero externo.
El grupo de medios de comunicación cerró con éxito el pasado 15 de febrero el proceso de ampliación de capital para captar 563,22 millones de euros. Los inversores demandaron 7,6 veces más acciones de las puestas en oferta, lo que implica que ofreció unos 4.291 millones de euros para financiar la operación.
Esta ampliación de capital era una pieza clave en la estrategia de Prisa para refinanciar sus elevadas deudas y garantizar de este modo su viabilidad. Para ello, el grupo ahora presidido por Manuel Polanco firmó el pasado 16 de enero un acuerdo con sus acreedores para posponer los pagos de su deuda, alargando los vencimientos hasta 2022. Este pacto estaba condicionado al éxito de la ampliación de capital.
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