Las pymes españolas encontraron más dificultad para acceder a la financiación bancaria de abril a septiembre de 2022. Esta es una de las principales conclusiones del informe del Banco de España “Evolución económica reciente de las pymes españolas y de su acceso a la financiación externa de acuerdo con la encuesta semestral del BCE”. La dificultad que encontraron durante el segundo y el tercer trimestre del año es la mayor desde 2013, pero no se acerca a la de la crisis económica, concretamente a la de 2019.

La percepción de las pymes sobre el grado de accesibilidad a financiación externa (destacar que los préstamos bancarios son la principal fuente de financiación) reflejó un deterioro en términos netos en esos dos trimestres. El porcentaje de pymes que tuvieron dificultades para obtener financiación bancaria repuntó ligeramente en España, hasta casi el 10%, un punto y medio más que seis meses antes. No obstante, hay que resaltar que, este indicador permanece en niveles históricamente reducidos y lejos de los valores alcanzados durante la crisis financiera, cuando, por ejemplo, en el caso de nuestro país, llegó a situarse por encima del 20%.

Según el estudio del organismo, la proporción de las pymes que detectaron una mejoría en este aspecto fue 11 puntos inferior a la de aquellas que percibieron un empeoramiento. Aun así, el deterioro habría sido más moderado que el que anticipaban seis meses antes. El deterioro registrado está “muy por debajo” de los valores observados durante la última crisis financiera, en particular en 2009. En ese año, los porcentajes que se registraron fueron tan negativos que llegaron hasta el -37% en España.

Los autores del informe apuntan a que el ligero repunte de las dificultades para obtener financiación observado en España en 2022 fue resultado principalmente de un aumento de las solicitudes rechazadas y, en menor medida, de un incremento del porcentaje de pymes a las que concedieron solo parte del préstamo que habían solicitado, o a las que se les concedió a un coste muy elevado. En sentido contrario, se habría registrado un leve descenso de la demanda desanimada, es decir, pymes que no pidieron financiación porque anticipaban un rechazo de su solicitud.

Lo que sí que notaron las pymes encuestadas es que en el período entre abril y septiembre de 2022, se habría producido un nuevo endurecimiento en algunas de las condiciones aplicadas a los préstamos bancarios. Así, se volvió a registrar un incremento significativo del porcentaje neto de pymes que declararon un aumento tanto de los tipos de interés como de otros costes asociados al crédito.

A pesar de este deterioro, las pymes que solicitaron crédito bancario en ese periodo se mantuvo en niveles reducidos en España, con el 21%, un porcentaje similar al registrado en el anterior periodo. El número de pymes que han pedido financiación bancaria es el más bajo desde el inicio de la encuesta en 2009 y tal y como señalan los autores se debe, probablemente, a que un porcentaje elevado de pymes mantienen aún un remanente de liquidez después de que en 2020 (año de la pandemia) “muchas recurrieran al crédito bancario tanto para cubrir sus necesidades de financiación como para construir colchones de liquidez”.

En este informe también se muestra cómo es la percepción para los próximos meses para las pymes españolas. En ese caso, se muestran todavía más pesimistas, ya que anticipan, para el período entre octubre de 2022 y marzo de 2023, una notable intensificación del deterioro en el acceso a la financiación, lo que, de acuerdo con las respuestas de las empresas, estaría principalmente relacionado con un empeoramiento de las perspectivas económicas generales.

A pesar del deterioro en la percepción sobre el acceso a la financiación externa, las pymes españolas ven el acceso a la financiación como el factor menos relevante entre las preocupaciones, ya que solo lo selecciona el 6%. El incremento de los costes de producción es el principal problema al que se enfrentan las pymes en los próximos meses, ya que ha sido señalado por el 22% de ellas.