Una pugna ideológica. Estas tres palabras resumen el pulso que ha marcado las relaciones internas en Ciudadanos (Cs) desde que Edmundo Bal anunció su candidatura en diciembre para concurrir a las primarias del partido, y, los días posteriores cuando Inés Arrimadas amagó con presentarse. También las primarias, ya con las otras dos listas definidas y la campaña de ocho días que ha centrado la actividad de los naranjas en este inicio de año. Por un lado, Bal ha incorporado como elegible a secretario general a Santiago Saura, concejal en el Ayuntamiento de Madrid y 'segundo' de Begoña Villacís en las últimas listas municipales. Éste lo define como un hombre reservado, pero de gran talento y presente desde los comienzos del partido. Enfrente, la lista oficialista elaborada desde los despachos de la sede nacional de Ventas la encabeza el tándem Adrián Vázquez-Patricia Guasp. Él, eurodiputado y enlace con los liberales europeos de Renovar Europa; ella, coordinadora de Cs en Baleares y candidata a las autonómicas en mayo. Como alternativa juvenil, se erigen Marcos Morales y Laura Alves, a quien se estima la tercera posición en el recuento y a quienes Bal ha sondeado sin éxito para una integración que no divida el voto contrario al 'arrimadismo'.
La refundación se promocionó en el mes de julio del año pasado como el único mecanismo fiable que garantizaba la supervivencia de Cs después del declive electoral en los comicios de Andalucía. La cúpula del partido, compuesta, entre otros nombres, por los propios Arrimadas y Bal, defendía que se mantendría ajena a cualquier interferencia con el trabajo de la militancia. Entonces, Arrimadas aplazaba confirmar su candidatura al término de la renovación; Bal lo descartaba, asegurando que él era un hombre de acción, que le gustaba la arena parlamentaria y no la actividad interna de partido. Pero concluida la labor de las bases y del equipo de refundación, el denominado como G-8, todo ha saltado por los aires a cuenta de varios factores. El principal: el rumbo ideológico que tomará la nueva dirección que ha contribuido a desencadenar la lucha por el liderazgo.
Mientras que en otros enclaves europeos como Países Bajos existen dos partidos liberales que se distinguen por su tendencia más conservadora, caso de VDV del primer ministro Mark Rutte, o más progresista, como el D66, en España ambas corrientes conviven dentro de las siglas que preside aún Arrimadas. Ella, junto a Villacís, quienes han promocionado y cierran la lista oficial, se enmarcan en la primera, con un perfil altamente marcado por el antisanchismo y contrario al separatismo, lo que reduce el ámbito de pactos solo a los populares. Bajo esta misma cuerda, pero con una fórmula abierta a PP y a PSOE -para restar protagonismo a ERC o EH Bildu-, está Bal, quien quiere recuperar las esencias iniciales del proyecto de Albert Rivera, no cometer "errores del pasado" y abrirse a ambos lados del tablero para intentar atraer a descontentos con Sánchez y Feijóo y "condicionar y atraer" las políticas del centroizquierda y centroderecha a los valores liberales. Para el onubense, de no seguirse este camino, la fusión con Génova tras un posible mal resultado en este ciclo electoral es cuestión de tiempo.
Esta, la ideológica, es una de las pocas certezas que pueden establecerse dado el alto grado de reproches y acusaciones al que se ha asistido durante la campaña. Porque todo apunta a que a la facción que pierda le será muy difícil integrarse en el nuevo aparato. A Bal y a su entorno se le reprocha haber filtrado conversaciones privadas y centrado la atención en Arrimadas cuando es Guasp quien se presenta al control de la portavocía política del partido. Por su parte, desde el entorno del diputado insisten en que la candidatura de la balear es una "farsa" fomentada desde las sombras por la presidenta; un trampolín para Guasp en las autonómicas de mayo y otro para Arrimadas, añadido a su continuidad como portavoz parlamentaria para dar un salto en las segundas primarias que se celebrarán en otoño. También hablan de un tono que ha sobrepasado todas las líneas. Sobre todo, al poner en duda "la palabra" de un compañero a quien la lista oficial afirma querer integrar al término de las votaciones.
Partido roto y con escasas perspectivas electorales
Al margen de que se mantendrá el nombre y las siglas tras haberse estudiado su modificación sin éxito, todo lo demás es una incógnita. Incluido el color y el logo de la formación, que, según fuentes del partido, sí pueden sufrir cambios. De hecho, se confirma que hay "una empresa independiente" que se ha encargado de diseñar la renovación de identidad. Pese a conocerse ya los nombres que pueden acceder al poder en Ventas y las principales banderas que se fomentarán, como la reforma del sistema de pensiones, las primeras encuestas electorales a nivel nacional siguen sin esbozar un repunte. Los naranjas siguen perdiendo voto hacia el PP y en la disputa por lograr como máximo un escaño en la cámara baja. En otros enclaves importantes para el partido de cara a las municipales y autonómicas, como Barcelona, la Comunidad Valenciana o Murcia, quedarían fuera.
No hay un repunte electoral en las primeras encuestas del año publicadas pese a saberse nombres y principales banderas para la nueva etapa
Desde el partido reconocen que hará falta limar muchas asperezas, sobre todo en el grupo parlamentario. Si la lista oficial gana y Arrimadas continúa como portavoz, que es la previsión que hacen Vázquez y Guasp al considerar que el objetivo de la refundación no preveía cambio alguno en la estructura del Congreso, Bal puede quedar desplazado a un papel menos mediático que el de portavoz adjunto. El relevo más claro sería Guillermo Díaz, el único apoyo parlamentario de Arrimadas en Cs. De hecho, Díaz ya pasaría a ocupar una viceportavocía junto al diputado en el Parlament Nacho Martín. Y la compatibilidad de cargos no es un problema: Bal también es vicesecretario general en este momento. Esta acción sería la más coherente para la nueva dirección, más si Bal insiste en que su pretensión es presentarse a las primarias que decidirán en otoño el candidato a las generales. Y es que como el propio Bal reitera como reproche a Arrimadas, el Congreso es el mejor escaparate.
Ahora bien, ante una OPA desde la cúpula nacional, los seis diputados de nueve que respaldan a Bal, especialmente María del Carmen Martínez y Sara Giménez, números 'tres' y 'cuatro' de la lista del onubense, que optan a coordinadora nacional y vicesecretaria general, podrían impulsar un escrito solicitando a las autoridades del Congreso la destitución de Arrimadas y el nombramiento de cualquier otro representante. Incluso hacerla rotativa, como lo hace el grupo mixto de las Cortes. "Si queremos, puede hacerse", aseguran miembros del Grupo. Ello, en todo caso, no sería una reacción inmediata, sino que se consideraría solo exclusivamente en el caso de percibir represalias desde el alto mando. En ningún caso, reiteran, como simple herramienta de venganza.
Si por el contrario gana Bal, se meditará esa decisión en la sede. En cuanto al talento interno, los afines al parlamentario prevén que puedan producirse salidas importantes. O bien destinadas a integrarse inmediatamente a las listas del PP, o a recuperar la actividad privada en los respectivos sectores. Pero creen que la mayor parte de personas que siguen a cobijo de Arrimadas o avalan la candidatura de Vázquez y Guasp, terminarán adoptando el discurso de partido, resignándose y continuando en sus respectivos cargos. Y es algo que es coherente, resaltan las mismas fuentes, dado que a estas alturas, será difícil promocionar nuevos rostros para mayo. Estas previsiones se ajustan, por ejemplo, a la vicealcaldesa madrileña Villacís y a su afín Mariano Fuentes, establecido como aspirante a vicesecretario general.
Los de Bal creen que si ganan, Villacís acabará concurriendo en Madrid y adoptará las directrices de abrirse también a un pacto con el PSOE de ser viable
Los de Bal perciben que, pese a no haber anunciado aún su candidatura local a la espera del desenlace de hoy, Villacís no irá al PP: "No la quieren ni Feijóo, ni Ayuso, ni Almeida (...) por ser un perfil de partido indisciplinado" y con voluntad de posiciones propia. Apuntan a que la líder naranja en Madrid seguirá las directrices y atenderá la posibilidad de tejer una alianza con el PSOE u otras formaciones como Recupera Madrid, si la hay. Y, en todo caso, no se descarta que para las generales el coordinador general popular Elías Bendodo la fiche in extremis para ocupar un escaño en el Congreso si no termina de adaptarse al nuevo liderazgo y no obtienen representación.
Cierre del voto telemático
El tiempo de voto para los 7.642 militantes al corriente de pago abierto este miércoles a las 09:00 horas se cerrará a partir de las 18:00 horas de hoy jueves. El resultado se obtendrá de manera inmediata, pero no será hasta después de las 19:00 horas cuando sea anunciado, previo paso por el comité de Garantías. En el recuento habrá un interventor de cada una de las tres candidaturas presentadas, que estará incomunicado con el exterior hasta que se certifique la victoria. A partir de entonces, se fijará el itinerario de las dos jornadas de la VI Asamblea General. La mayor parte de la actividad será a puerta cerrada, y está previsto que haya dos discursos, con la duda de si Arrimadas protagonizará uno de ellos como líder saliente.
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