Entre tanto nuevo estreno y producciones prefabricadas para agradar al algoritmo, a veces también es posible encontrar alguna que otra joya entre los interminables bancos de contenido de las plataformas de streaming. Estos días, llama la atención ver cómo se ha colado entre los más vistos en Netflix un documental que entró en su catálogo el pasado mes de agosto: Antonio Machado. Los días azules.

La película, dirigida y escrita por Laura Hojman, narra la historia de uno de los mejores poetas de la literatura española contemporánea, ese hombre que era en el buen sentido de la palabra: bueno. Aprovechando el 80 aniversario de su muerte, el documental explora la vida del escritor de Campos de Castilla, optando en su día a 10 nominaciones a los Goya.

Apoyándose en los testimonios de voces como las de Ian Gibson, Luis García Montero, Elvira Lindo o Alfonso Guerra; Los días azules dibuja un amplio pero detallista retrato de aquel poeta que cantó a la naturaleza para hablar de lo que ardía en su interior. El actor Pedro Casablanc ilumina el relato con la luz de algunos de los poemas más bonitos de Machado, intercalando con imágenes históricas, acuarelas y precisos planos de los paisajes que inspiraron al poeta.

Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo es despertar"

Antonio Machado

Hojman se cuida en contar su historia con cariño y respeto, guardando especial delicadeza y mimo en mostrar aquellos sucesos que definieron a una de esas personas imprescindibles para entender la historia española del siglo XX. Desde los inicios de la familia Machado en Sevilla y ese patio del palacio de las Dueñas donde maduran los limoneros, hasta su muerte en el forzado exilio en el Mediterráneo francés de Colliure; sin olvidar sus años de formación en Madrid y París, o el descubrimiento de Soria y esos campos de Castilla en los que conoció el carácter auténtico de esa España a la que tantas veces escribió.

Los días azules cuenta la historia de Antonio Machado, pero también la de aquellos que soñaron con una España mejor, una España donde la cultura y la educación iban a ser capaces de salvarla de su atraso, defensores de todo aquello que acabó con la guerra y el crimen de Granada. Pues don Antonio entendía la poesía como "acción para una vida militante" y no como mera contemplación, el verbo siempre más importante que el adjetivo.

Gracias a este documental es posible conocer a ese Machado comprometido, el poeta simbolista que no necesitó ser un bohemio ni vivir en los márgenes para triunfar, referente de civismo, honestidad y esperanza. Esta película es un homenaje a ese hombre que "no pudo vivir desterrado de su tierra", un patriota que no sobrevivió al exilio, símbolo y memoria de los más de medio millón de españoles que huyeron del país por nada más y nada menos que la defensa de sus ideas.

"Estos días azules y este sol de la infancia", así suena el último verso que escribió Antonio Machado durante su breve estancia en Coliure, donde hoy descansan sus restos. Una muestra de lo importante que se vuelven los orígenes cuando se ve de cerca el final, un recuerdo para aquellos que sufrieron por el país del que fueron expulsados, para no olvidar nunca la felicidad que vivieron en la tierra que los vio vivir, soñar y, lo más importante de todo, despertar.