Génova da una enorme trascendencia a la foto de este fin de semana en Valencia de José María Aznar y Mariano Rajoy participando mano a mano en un acto de partido. No se trata ya solo de cerrar heridas internas, recelos, desconfianzas y enfrentamientos entre los dos ex presidentes del Gobierno. Tampoco de reivindicar un legado o de hacer una demostración de fuerza, que también, sino de lanzar un mensaje a aquellos votantes de Vox que antes lo fueron del PP y que tienen en José María Aznar "a su padre político". De hecho, subrayan en el primer partido de la oposición, "Aznar es también el padre político de Santiago Abascal".
Apenas tres días antes de que el líder de Vox presente junto a Ramón Tamanes su segunda moción de censura contra Pedro Sánchez-si es que finalmente el economista e histórico político no se echa atrás-, los populares exhiben a Aznar como ejemplo de aquel pasado de unidad del centro-derecha al que perteneció el propio Abascal. En muy buena medida el entorno de Aznar le acogió cuando el vizcaíno comenzó a marcar distancias con la política antiterrorista de Mariano Rajoy. También tuvo un papel muy destacado en esa "protección" Esperanza Aguirre, como punta de lanza de la oposición interna a Rajoy.
Otra cosa es que la estrategia funcione para llevar a buen puerto el objetivo declarado del PP, esto es, ir arañando parte de la base electoral de Vox para llegar a esa mayoría "absolutamente indiscutible" de la que habló Alberto Núñez Feijóo en la clausura de la 26 Intermunicipal popular el pasado fin de semana en Valencia. Se trata de no depender de Vox y poder construir gobierno monocolores.
Esta semana Abascal debe aclarar si va adelante con la moción de censura personificada en Tamames como candidato a la presidencia del Gobierno. La incógnita se debía despejar este martes, aunque parece que no será hasta mañana miércoles. Los populares, que han anunciado su abstención, califican de "performance" dicha moción, después de las negativas que han ido cosechando los de Vox.
La candidatura de Tamames "nos beneficia", aseguran en Génova
La candidatura de Tamames "nos beneficia", aseguran en Génova. Resta seriedad a un instrumento parlamentario legítimo en el que se le ven, a juicio de los populares, las costuras a Vox. "Cómo tiene que estar VOX para presentar a Tamames. La derechita cobarde no puede presentar a sus propios candidatos", ironizan en torno al mantra que acuñó la gente de Abascal contra el PP. Eso sí, no dejan de confesar que la figura del prestigioso economista y luchador antifranquista, de 89 años, "nos enternece". Será complicado que muchos Grupos arremetan contra él para centrarse en la figura de Abascal.
El portavoz del comité electoral del PP, Borja Sémper, destacó ayer que nunca «le hubiera pedido a una persona con ese prestigio hacer ese papel». Pero al margen de la elección del candidato, defienden los populares que presentar a estas alturas una moción de censura, a las puertas de unas elecciones locales y autonómicas, y cuando este mismo año tocan generales, sólo servirán para que la mayoría de la investidura, además de otros partidos que entonces no apoyaron a Sánchez, cierren filas en torno a él.
El PP necesita también e un perfil "duro" como el de Aznar
Para Sémper, Vox es «un socio estratégico de Sánchez, un colaborador necesario» para desviar el foco de los problemas de España. Cree que en estos momentos "hay dos personas que están muy contentas", que son Pedro Sánchez y Abascal ante una moción «abocada al fracaso y que es un despropósito». Por eso el PP necesita de un perfil "duro" como el de Aznar. El líder del PP es más asimilable a Rajoy que el madrileño. De ahí la importancia de que aceptara participar en el acto junto a su sucesor en el liderazgo del PP y sin poner ningún tipo de condición.
"Que Aznar se haya tragado el sapo de participar en un acto conjunto dice mucho de su disponibilidad", arguyen las mismas fuentes consultadas. Lo cierto es que quizá el sapo se lo tragó más Rajoy, quien hubo de escuchar de su antecesor elogios a Albert Rivera como el líder con más proyección del centro-derecha o sufrir el divorcio con FAES, convertida la Fundación presidida por el ex presidente del Gobierno en la aldea gala de los críticos al gallego, por poner dos ejemplos.
Feijóo llevaba meses hablando con ambos y sabía de su plena disponibilidad. Sólo faltaba poner día y hora. Así se lo transmitió el líder del PP a su equipo. Y eligieron Valencia. No fue una cuestión de trámite. Se quedaron todo el fin de semana, compartieron mesa y mantel a cada lado de Núñez Feijóo con gestos de complicidad y también Ana Botella se integró con el grupo.
Feijóo pide a sus parlamentarios que no se confíen
La sensación de cambio de ciclo político facilita estos reencuentros, aunque el líder del PP pidió a sus parlamentarios, con los que se reunió este lunes, que no se confíen, que el triunfo no está asegurado en ninguna de las comunidades y capitales de provincia donde no se gobierna ni tampoco en las generales de finales de año. "No hay que bajar la guardia", vino a transmitir Feijóo a los suyos ante el riesgo de un exceso de triunfalismo. Y explicó, en un símil con un opositor, que si bien el temario lo tienen avanzado, "todavía falta el examen", a decir de fuentes populares.
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