El Gobierno sigue bloqueado por la reforma de la ley del solo sí es sí. No logra escapar de su laberinto y probablemente tardará en hallar una solución conjunta, si es que llega. Los socialistas se habían propuesto no "alimentar el ruido", bajar la temperatura interna. Pero las hostilidades no decrecen, en buena medida porque la modificación legal y la pugna entre los socios está en primera línea informativa y también porque Podemos azuza al PSOE con sus declaraciones, al definirlo, como hicieron este fin de semana dos de sus dirigentes —su líder, la ministra Ione Belarra, y la dos de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam—, como una "fuerza conservadora" a la que "siempre" le acaba "entrando el miedo", o al destacar que Pedro Sánchez se acerca en esta materia más a Alberto Núñez Feijóo que a la ministra Irene Montero.
Para Ferraz, deben evitarse comentarios "ofensivos" hacia la otra parte. Como hay que estar centrados en las "soluciones" y no en debates "circulares" que no llevan a ninguna parte. Los socialistas subrayan que ellos sí quieren "cuidar la coalición", dando a entender que sus compañeros en el Ejecutivo no lo hacen tanto. Mensajes todos ellos que dejó sobre la mesa la vicesecretaria general del PSOE y titular de Hacienda, María Jesús Montero, este lunes en rueda de prensa en la sede federal tras la reunión de la ejecutiva, presidida por Sánchez. Mensajes que hablaban por sí mismos de la gravedad de la crisis que atraviesan las dos partes del Ejecutivo.
El PSOE cree que se actúa con muchísima dureza, desde distintos ámbitos y espectros. Fundamentalmente desde la derecha, pero no solo"
MARÍA JESÚS MONTERO, VICESECRETARIA GENERAL DEL PSOE Y MINISTRA DE HACIENDA
Montero fue la que este lunes dio la réplica a Belarra, líder de los morados y responsable de Derechos Sociales y Agenda 2030, y a Rodríguez Pam, ambas muy combativas con el PSOE. Pero también el ministerio de Irene Montero volvió a pedir hoy una reunión con los socialistas para abordar este asunto. Según defendía también este lunes la titular de Igualdad, hay soluciones técnicas "suficientes" y "rigurosas" para una respuesta unitaria del Ejecutivo que mantenga el consentimiento de la víctima en el centro: "La decisión es profundamente política, nunca ha sido un problema técnico".
La dirección del PSOE no quiso ocultar su hartazgo. Todo lo contrario. La ministra de Hacienda se encargó de mandar recados durante toda su comparecencia en Ferraz. Especialmente insistió a Podemos a que se modere verbalmente. "Nosotros sí vamos a cuidar del Gobierno de coalición", sostuvo, y lo harán por los "importantes avances" conseguidos en esta legislatura. "Hay Gobierno para rato", insistió, alejando la posibilidad de ruptura. Pero también reclamó "evitar cualquier comentario que sea ofensivo" hacia la otra parte. Es decir, que a la cúpula en nada le han gustado las palabras de Belarra y Pam.
"Hay comentarios y calificativos que no contribuyen a cuidar. Y por tanto no los vamos a utilizar ni hacer valoraciones respecto a ellos, más que reafirmarnos en que nosotros vamos a contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a seguir manteniendo la sintonía que tenemos en la aprobación de leyes importantes. El PSOE cree que se actúa con muchísima dureza, desde distintos ámbitos y espectros. Fundamentalmente desde la derecha, pero no solo", sostuvo Montero, diáfana.
La ministra insistió en que su partido prefiere "redundar en lo positivo", que actuará de forma "respetuosa". Lo que no quita para que no tenga claro qué tiene que hacer. "El presidente Sánchez nunca reprocha, actúa", advirtió. Y añadió que el líder del Ejecutivo es una persona "determinada" en el diálogo y en el camino que debe recorrerse, que solo "es "debe ser uno" en el sí es sí: modificar "lo que no funciona" para "preservar la globalidad de la ley".
Los socialistas no quieren que a su izquierda le vaya mal
Fuentes de la dirección socialista creen que Podemos "se equivoca" al subrayar las diferencias con los socialistas. "En la discrepancia no se capitaliza. Se lo decimos a ellos", y "no es creíble" que se diga, como hizo Belarra el sábado, que el PSOE no es una fuerza progresista, cuando fue la formación más votada en 2019 y muy por encima de ellos mismos. Los socialistas interpretan que tras los movimientos de la cúpula morada descansan otros intereses, como señalar a Yolanda Díaz, pero ellos no fomentarán la división del espacio porque les interesa que a su izquierda "le vaya bien" electoralmente, que esté fuerte.
Montero insiste en que las dos condiciones impuestas por Sánchez son irrenunciables: no tocar el consentimiento pero garantizar que no habrá bajas condenas
Verbalizado a las claras el malestar con Podemos, la vicesecretaria general destacó que la proposición de ley socialista preserva el consentimiento de la víctima porque es "el motor de la ley", pero también persigue que a futuro no haya bajas condenas a los agresores sexuales. De modo que la solución tiene que recoger "ambas cuestiones". La iniciativa socialista "camina en esa dirección y garantiza el consentimiento y que no habrá rebajas de penas". Igualdad, sin embargo, argumenta que sí se desnaturaliza su ley al situar la violencia y la intimidación como el elemento determinante para imponer penas más severas.
La reforma final no tiene por que ser "mimética" a la propuesta del PSOE, porque quizá "a lo mejor entre todos" los grupos surge "alguna fórmula", pero si algo tiene claro Sánchez y su núcleo duro es que se tienen que cumplir las dos condiciones. Las dos, no una sola. Por eso al final la dirección se cansó hace una semana de esperar y registró de manera unilateral su propuesta, porque el intento de consenso no se puede "prolongar hasta la eternidad", "hasta el siglo que viene". No se trata de debatir, por tanto, sin fin. "Hasta que el problema nos consuma", indicó.
Socialistas y morados habían llegado a un debate "circular". "Llega un momento que el core de lo que uno quiere cambiar [afrontar la rebaja de penas a agresores sexuales] la otra parte [Podemos] no la quiere cambiar, y ahí ya tienes que actuar, porque la reforma de la ley se queda en un callejón sin salida", relató. Es decir, que no basta con mandar "50 documentos" a los socios diciendo lo mismo, sin atajar lo que el PSOE entiende que es lo más grave de la ley, las reducciones de las condenas.
"Nuestra propuesta es la mejor"
Montero recalcó que en los últimos tres meses, desde que comenzaron las revisiones de sentencias, los dos socios han trabajado "con discreción". "No retransmitimos ni las propuestas que hacemos, ni las reuniones que pedimos, ni los WhatsApp que nos intercambiamos, porque lo que queremos es buscar la respuesta. Estamos en la búsqueda de soluciones, no en la lucha por el relato", dijo, en otro claro reproche a Podemos. "Las mujeres quieren una respuesta clara por la alarma por una parte pequeña de la ley", razonó.
El PSOE defiende que está "en la búsqueda de soluciones, y no en la lucha por el relato", y subraya que la mayor "responsabilidad" que asume es la promoción de la iniciativa
La ministra de Hacienda no adelantó si habrá otra reunión bilateral con los socios, aunque insistió en que "la relación, el contacto y el intercambio de información no ha dejado de hacerse" en todo este tiempo. Pero la diferencia estriba en que ahora el momento es otro, porque el debate está en el Parlamento y hay que "dar entrada a los grupos".
"A partir de ahí, todas las enmiendas son bienvenidas para una mejor solución técnica y hasta la fecha, la mejor es la nuestra. Hemos debatido todas las fórmulas de los socios pero entendíamos que no se cumplía el objetivo de no propiciar rebajas de condenas", explicó.
¿Alguien debe asumir responsabilidades?, se le preguntó. "La mayor responsabilidad que asume el Ejecutivo", aseguró Montero, es la presentación de la reforma. "Es un gesto de honestidad por parte del PSOE, de humildad y de voluntad de mejora permanente hacia las mujeres. Lo que no hagamos del todo correcto lo vamos a rectificar. Son pocos los políticos que rectifican".
En la dirección del PSOE consideran "osado" que Podemos diga que el PSOE quiere tocar el consentimiento, cuando ellos podrían dudar (y lo hacen) de que los morados quieran arreglar la rebaja de penas. El margen de negociación, en cualquier caso, es muy estrecho, y pasa por que no se emplee "dogmatismo". Y lanzan esta pregunta: "Si tanta seguridad técnica tienen de su propuesta, ¿por qué no la muestran?".
En Ferraz se preguntan por qué, "si tanta seguridad" tiene Podemos de que su propuesta es buena, "no la muestra"
La proposición de ley socialista será calificada este martes por la Mesa del Congreso. El grupo mayoritario ha pedido que se tramite de urgencia —lo que supone acortar los plazos a la mitad—, pero para eso el órgano de gobierno de la Cámara baja debe aprobarlo por mayoría. Los socialistas querrían unanimidad, pero les basta con que el PP les apoye si Unidas Podemos se niega. En principio, la iniciativa, según la previsión inicial, iba a ser tomada en consideración por el pleno el 7 de marzo, paso que esperan que compartan todos los grupos, incluidos los morados. Pero ese escenario queda aún lejos temporalmente y esta reforma todavía tiene que dar muchas vueltas.
Respecto al resto de grandes normas atascadas en el Congreso, entre ellas vivienda y la derogación de la ley mordaza, Montero apuntó que se sigue avanzando, aunque no con la "celeridad" que su partido quisiera. La más adelantada, precisó, es vivienda, más que mordaza. "Ojalá seamos capaces de superar los últimos escollos y que presentemos el último paquete de enmiendas conjunto en las próximas semanas —confió la ministra—. Sería la primera ley de vivienda de la democracia".
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