La reserva hídrica española está bajo mínimos. Los embalses almacenan actualmente 28.971 hm³, lo que significa que están al 51,7% de su capacidad, el segundo peor dato de la última década (únicamente superado por el dramático 44,9% que marcaban a estas alturas del año en 2022). De las 16 cuencas hidrográficas existentes sólo seis están en niveles superiores a su media de los últimos cinco años. Si hacemos la misma comparación pero cogiendo la media de la última década, sólo tres cuencas están hoy en día en una situación mejor.  

"Las lluvias del otoño han paliado algo. Pero en España estamos en una sequía meteorológica desde finales de enero de 2022 de la que no hemos salido todavía", explica Rubén del Campo, meteorólogo y portavoz de AEMET. Y añade: "La situación es más notable en el sur peninsular, en zonas como la cuenca del Guadalquivir. Pero el resto de Andalucía está en una situación de sequía que dura ya tres años. Y en el noreste, en la zona oriental de Cataluña, las precipitaciones han sido muy escasas en el último año". 

Situación de las cuencas hidrográficas españolas

Fuente: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Actualizado el 21 de marzo

Tal y cómo apunta Del Campo, los datos que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) actualiza semanalmente corroboran que las reservas del sur y del noroeste español son las más castigadas. En concreto llama especialmente la atención la situación de la cuenca de Cataluña Interna, que actualmente está al 27,2% de su capacidad, prácticamente la mitad que el año pasado en estas mismas fechas. Un dato preocupante, teniendo en cuenta que el 2022 fue particularmente seco y que la media de esa cuenca ha estado en los últimos diez años en el 76% de su capacidad total. 

Esta situación ha provocado que el gobierno catalán decrete el estado de excepcionalidad, el tercer nivel más grave de sequía después del estado de prealerta y el de alerta, que sirve de antesala al peor escenario posible: el estado de emergencia. Por lo pronto, ya se han impuesto restricciones de agua para usos agrícolas e industriales y su prohibición para usos recreativos.

En el sur, donde están dos de las tres cuencas con mayor capacidad de almacenaje de agua (Guadiana y Guadalquivir), la situación no es mucho mejor. Precisamente la de Guadalquivir es, junto a la de Guadalete-Barbate, la más seca. Ambas no llegan al 30% de su capacidad y están a la mitad de su media de los últimos 10 años. Otras tres cuencas (Guadiana, Segura y Mediterránea Andaluza) están entre el 30% y el 40% de su capacidad, unas cifras bastante inferiores a sus niveles habituales, pero por encima de las que marcaban el año pasado, que eran bajísimas por estas fechas. 

La excepción del sur es la cuenca de Tinto, Odiel y Piedras. Un territorio de 4.700 km2, que corresponde casi en su totalidad a la provincia de Huelva (98%) y con un pequeño porcentaje repartido entre los municipios sevillanos de El Madroño y El Castillo de las Guardas (2%).

Allí la reserva de agua está ahora al 73,8%, lo que la ubica como la sexta cuenca con más agua almacenada de España. A día de hoy tiene unos niveles casi clavados a los de 2022, pero aún así están un 10% más bajos que su media de la última década. La explicación, detallan desde el Miteco, está en el nivel de precipitaciones anuales de la zona, que está fuertemente marcado por "una entrada importante de borrascas con influencia del Atlántico".

En el resto de la península las cuencas con los porcentajes de almacenamiento más altos son las del norte y noroeste (ubicadas en Galicia, Asturias, Cantabria y el norte del País Vasco y Navarra). Sin embargo, comparadas con sus niveles habituales, las que mejor salud tienen son las del Tajo, Júcar y Miño-Sil, las tres únicas que están por encima de su media de la última década. 

Embalses hidroeléctricos y constitutivos

Dentro de los embalses el Miteco distingue dos tipos diferentes. Por un lado, el agua que se almacena en los embalses hidroeléctricos se utiliza para generar energía limpia y renovable. Actualmente estos embalses cuentan con 12.110 hm³ de agua, por lo que están al 69,6% de su capacidad total. En 2022 estaban al 52,2%, y en la última década la media es del 73,8%.

Por otro lado, el agua de los embalses constitutivos está destinada al consumo humano y a la agricultura. Actualmente, éstos están al 43,6% de su capacidad, mientras que el año pasado por estas fechas estaban al 41,6%, y la media de la última década es del 61,1%.