Esta semana Risto Mejide (48 años) se hartaba de las críticas y publicaba en Instagram lo que él considera que es defensa de su novia. Lo hacía con un retrato del comunicador que había hecho su chica, Natalia Armancha, de 26 años, y una explicación del currículo de la joven. "Farmacéutica adjunta. Graduada en Farmacia, Ortopedia, Nutrición y Dietética. Guitarra clásica en el Conservatorio. Máster en profesorado. Autosuficiente, emancipada e independiente económicamente desde hace años", escribía.
"Menos mal que siempre hay gente de bien con ganas de guiar y tutelar a las mujeres desvalidas, ignorantes e indefensas para que puedan darse cuenta de lo que realmente les conviene. A quién pueden amar y a quién no. Lo alucinante es que esa misma gente sea la que va repartiendo carnés de machista, de hetero cisgénero normativo -y por lo tanto, dicen, privilegiado- o, simplemente, de manipulador", finalizaba, visiblemente molesto.
A esto se suma el programa Focus, en el que han participado tanto Risto Mejide como Kiko Matamoros. Los dos salen con mujeres mucho más jóvenes, el caso del colaborador de Telecinco es mucho más sangrante: se llevan 40 años de diferencia. Sin embargo, los dos acusan al "edadismo" de ser el culpable de la supuesta discriminación que sufren. Para ellos es equivalente al racismo o la homofobia, pero nadie lo entiende.
Conceptos tergiversados
Sin embargo, este alegato no tiene sentido. El edadismo según la RAE es la discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas. Pero a Risto y a Kiko no se les está apartando de nada, ni de su trabajo (los dos tienen programas de éxito en la televisión), ni de otras oportunidades laborales. Tampoco se les critica por vestir como quieran, operarse o envejecer con naturalidad. Desde luego, tampoco a ningún problema con que se enamoren, ya que el amor no tiene edad.
Sin embargo, hasta Laura Escanes ha exclamado en contra de esta idea. La ex de Risto Mejide ha recordado a sus seguidores en Twitter que la expresión "el amor no tiene edad" no es lo que parece. "No tiene nada que ver con las relaciones con diferencia de edad", ha publicado, sorprendiendo con sus declaraciones. A lo que hace referencia es que "no hay edad para enamorarse", tengas 15 o 70 el sentimiento puede ser el mismo.
Utilizar esta frase, al igual que usar el concepto de edadismo, para justificar cómo hombres de mediana edad tienen preferencia por las chicas jóvenes, es edadismo en sí mismo. Es decir: estos mismos individuos que se consideran víctimas de la discriminación están dejando claro con sus acciones que las mujeres de su edad no son deseables. Solo son "un bien consumible", como nos dice una psicóloga especializada en el tema, cuando cumplen con los requisitos.
"No hay problema con establecer una relación igualitaria y sana con otra persona de mayor/menor edad, pero no se puede perder de vista la socialización de género y la perspectiva de género", nos dice la experta. Esto quiere decir que no se puede obviar que a las mujeres se las juzga con una diferente vara de medir, y el propio Risto lo admite en el programa Focus. Hay una diferencia de poder por género que se agrava con la diferencia de edad.
Lo que sí es edadismo
El edadismo afecta a hombres y mujeres a partir de cierta edad. Un ejemplo claro en España y en todo el mundo es el problema al que se enfrentan los ciudadanos mayores de 70 años. En su mayoría se encuentran aislados de cosas tan sencillas como sus finanzas porque no saben dar uso a la aplicación del banco en su smartphone o al cajero electrónico. Además, en enero de este año ciertas entidades han puesto una comisión de hasta 10 euros por el uso de métodos más tradicionales, como la libreta o cartilla de ahorros.
En particular, como tradicionalmente el valor de las mujeres ha estado estrechamente vinculado con su belleza, con la edad su autoestima se ve especialmente afectada. Estudios varios han demostrado que a partir de los 50 se sienten irrelevantes e invisibles, víctimas de comentarios constantes sobre su edad e inconformistas con cómo cambia su cuerpo.
En los medios de comunicación y audiovisuales, o en el mundo de la música, las mujeres son prácticamente inexistentes. Por ejemplo: Matías Prats tiene 72 años, mientras que sus compañeras de mesa no llegan a los 50.
La conocida actriz Jessica Lange, que tiene 73 años, aseguró en una entrevista con AARP The Magazine que en la industria no hay justicia con la edad. "No es normal encontrarse a protagonistas femeninas mayores de 60 con coprotagonistas décadas más jóvenes en una película de amor", señalaba. En cambio, sí ocurre al revés.
Por ejemplo, en Los puentes de Madison Clint Eastwood tenía 64 años durante el rodaje... mientras que Meryl Streep tenía 45. En los últimos años, la actriz ha estado luchando por superar este reto que menciona Jessica Lange. A pesar de ser conocida como la mejor intérprete de su generación, desde que cumpliera 60 ha estrenado solo un título que (casi) cumple esas características.
En 2009, al cumplir 60, estrenó No es tan fácil, donde su coprotagonista es Alec Baldwin, que tiene nueve años menos que Meryl Streep. Sin embargo, el otro interés amoroso del filme es Steve Martin, cuatro años mayor que la actriz en la vida real.
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