Diez segundos bastan para intuir cómo es Siro López (Sarria, 1956). "Qué pasa crack", responde con alegría y 67 años recién cumplidos a la llamada de El Independiente. Si uno conociese a Siro de su etapa en 'Punto Pelota' y 'El Chiringuito de Jugones' jamás hubiese esperado una contestación así, sobre todo cuando el entrevistador se ha retrasado unos minutos sobre la hora fijada. "No pasa nada, te llevo en el manos libres y tenemos tiempo de sobra", añade. El Siro de ahora, el que entretiene, informa y tiene la capacidad de comunicar a nietos y abuelos con un zigzagueo constante entre el periodismo tradicional y los medios más disruptivos "es el auténtico".
"Ese Siro que se calienta también existe, pero es el menos habitual. Soy más de reír y de tomarme la vida con alegría que de enfadarme", apunta el autor de unas memorias, Un tipo con suerte (Plaza & Janés), que llegan en la cúspide de su carrera profesional después de reinventarse tras más de 40 años de trayectoria: "Me parezco más al Siro de 20-30 años que al de 50-55. Siempre he tenido la mente muy joven, por eso digo que soy un Peter Pan. Soy una persona de 25 años en un cuerpo de 67".
El otro día me llamó García, que ya había leído el libro, y me gritaba: 'Cabrón, no sabía que me habías hecho tantas'
siro lópez
José María García y Augusto César Lendoiro, dos de los peces más gordos que nadaban en España en los 80 y los 90, fueron jefes de Siro durante esa etapa. De los 10 años con García en Antena 3 Radio voló a Onda Cero A Coruña, lo que le sirvió de puente para pasarse al otro lado de la trinchera y convertirse en el jefe de prensa del Super Dépor.
Con García se hizo hombre en el periodismo, lució bigotazo y formó un equipo histórico junto a Javier Ares, Gaspar Rosety, Andrés Montes y compañía.
"Lo que no aceptaba García es que dieras una noticia que no tenías contrastada o que le pusieras morros por mandarte a algún sitio a la 1 de la madrugada. La clave de Antena 3 Radio es que convertimos nuestra profesión en un hobby", apunta Siro, que dedica varios capítulos de su libro a recordar regates que le hizo a García para camuflar una impuntualidad que incluso le hizo perderse la mitad de un partido de baloncesto que tenía que narrar desde Tel Aviv. "El otro día me llamó para decirme que ya había leído el libro y me gritaba: 'Cabrón, no sabía que me habías hecho tantas'. Soy así, la gente me vacila cuando llego a los sitios con antelación", comenta el autor entre carcajadas.
Caída, ascenso y amigos
La marcha de García y el posterior final de Antena 3 Radio devolvió a Siro a la casilla de salida. "Esta profesión es una noria, por eso hay que intentar no agrandarse cuando estas arriba ni hundirse cuando te toque estar abajo. Yo he tenido que empezar de cero, no muchas veces afortunadamente, pero sí cuando cerró Antena 3 Radio y me tocó ir a Coruña. Tenía la suerte de que había cosechado un bagaje, pero he tenido que dar muchas vueltas. Sería difícil quedarme con alguna época en concreto", explica Siro, que casualmente en Galicia fue donde abrió una de sus mejores etapas.
Siro, gallego de nacimiento y practicante, define los años del Dépor como impagables. "Aprendí mucho de fútbol con Jabo Irureta y conocí el otro lado. A veces los periodistas no nos damos cuenta de lo que sufren los profesionales del deporte y qué circunstancias tienen", relata.
Siro se subió al trasatlántico coruñés después de la histórica contienda entre Antena 3 Radio (José María García) y Cadena SER (José Ramón de la Morena): "Si yo tuviera que hacer una selección de los tres o cuatro mejores amigos de la profesión contaría con Manolo Lama y Andrés Montes. Con los dos la convivencia fue muy parecida porque fueron años en los que viajábamos juntos siempre y cogíamos habitaciones contiguas en los hoteles. Pese a la guerra de la que se hablaba entre Antena 3 Radio y Cadena SER, entre nosotros nunca existió. Para Andrés y para mí era como si trabajásemos en la misma cadena que Manolo".
La sinceridad y la naturalidad son los dos términos elegidos por Siro para sostener su éxito. La información se corrobora al instante. Siro es así, en la misma frase se abre en canal y desciende al sótano de sus años menos boyantes en la profesión, como recuerda sus mejores vivencias con su idolatrado Andrés Montes hasta que, "el navegador de los cojones", interrumpe un discurso borracho de emociones que acaba con un "Andrés siempre fue especial. En cada viaje que hago para narrar pienso: 'Qué me diría ahora, qué haría, dónde querría ir. De historias con Andrés Montes y Antoni Daimiel podría hacer otro libro".
Televisión, desencuentros y Twitch
Los años dorados en A Coruña relanzaron la carrera de Siro, que dio el salto a la gran pantalla como subdirector de deportes de TeleMadrid con la llegada del nuevo siglo, es decir, a la vez que Florentino Pérez accedía a la presidencia del Real Madrid. "Nunca he escondido que hemos tenido muy buena relación. Hay que explicar todo, lo bueno y lo malo que he vivido con él. Desde nos hemos llevamos muy bien hasta hace un par de años, cuando entrevisté a García para mi Twitch. No sé si le comieron la cabeza o él lo consideró una traición porque García le dio caña. A partir de ahí dejó de hablarme", explica Siro.
Florentino Pérez me ha ayudado siempre que lo he necesitado
siro lópez
En Un tipo con suerte Siro desvela sus últimos mensajes con Florentino y, aunque la amistad que algún día hubo ahora no existe, el periodista plasma en sus líneas el agradecimiento que siente por el pasado: "No quería trasladar que soy un desagradecido porque cuando he necesitado a Florentino me ha ayudado y por motivos que el tendrá, ha dejado de hablarme. Igual que cuento una cosa cuento la otra. Me da igual lo que piense de lo que he escrito, pero quería dejar claro eso".
La lista de desencuentros de Siro López con otras personalidades del círculo periodístico o deportivo la encabeza Josep Pedrerol, con quien pasó de trabajar codo con codo al rechazo total. El gallego argumenta que "al final uno se rodea de gente a la que considera buena persona y él no lo es. No quiero personas en mi vida que me creen negatividad. No soy nada rencoroso y si le viese por la calle le diría hola y adiós, pero no me tomaría un café, con Florentino sí. Pedrerol y yo no tenemos nada que ver en el tema personal ni profesional. Seguramente él piense lo mismo".
Camino del medio centenar de años en la profesión, Twitch -donde acumula 290.000 seguidores- le ha dado a Siro la posibilidad de "continuar siendo libre" e incluso de soñar con cumplir lo único que le queda en el periodismo: "Dar la vuelta al mundo con Julita (su mujer) y retransmitirlo en directo", así como de presentarse a las nuevas generaciones como lo que durante un tiempo no pareció, alguien más cercano a la risa y a la emoción que a la confrontación y al enfado.
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