Fue una de las diseñadoras de moda más influyentes tras la Segunda Guerra Mundial junto a Coco Chanel o Cristóbal Balenciaga. Ha pasado a la historia como activista, madre del punk y diseñadora de extravagantes diseños que han vestido a todo tipo de celebridades. Desde Camilla Parker Bowles, Isabel II, Miley Cyrus para su boda con el actor Liam Hemsworth e incluso a Carrie Bradshaw, el personaje de Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York. A la que no vistió fue a Kate Middleton, la que fue su víctima favorita.

«Me hubiera gustado vestir a Kate Middleton, pero tengo que esperar hasta que ella tenga un poco más estilo», dijo en una entrevista Vivienne Westwood. No fue la única que vez que habló mal de la princesa de Gales. Lo dijo casi todo sobre ella. En 2011 manifestó lo poco que le gustaba su maquillaje de ojos. «Que se lo aplique por todo el ojo o que se lo quite», afirmó. "Posee la imagen de una mujer común y corriente que viste ropa que se podría encontrar en cualquier tienda", comentó un año más tarde.

Y no solo eso, también la señaló por su actitud frente al cambio climático y por la excesiva ropa que poseía. «Si te estás tomando la molestia de escoger un conjunto que te queda bien, deberías seguir usándolo. No tienes que tener un vestido rojo un día y después estrenar otro casi igual en azul al día siguiente», comentó.

En 1992 Vivienne Westwood acudió sin ropa interior al Palacio Buckingham para recibir la Orden del Imperio Británico que le habían concedido

Y es que a Vivienne Westwood se le conocía por ese amor odio a la realeza. Mientras la princesa de Inglaterra era víctima de todas sus balas, sentía cierta debilidad por el resto de miembros de la realeza. Sin ir más lejos, alababa el compromiso de Carlos III de Inglaterra con el cambio climático. La cara del actual rey fue la protagonista de la colección masculina Otoño/Invierno 2015 de la diseñadora.

«Si el príncipe Carlos hubiera gobernado el mundo de acuerdo con sus prioridades durante los últimos 30 años, estaríamos bien y abordando el cambio climático», comentó mientras llevaba una camiseta con la imagen de Carlos III.

En una entrevista en The Guardian, consideró que el príncipe había hecho "una cantidad increíble de cosas por este mundo". "Él establece estándares. Negoció un acuerdo para proteger la selva tropical entre Guyana y Noruega. Entiende que lo que nos hace humanos es que somos capaces de expresarnos a través de cultura", añadió.

Pero no solo sentía debilidad por el heredero del trono. Westwood convirtió a la reina Isabel II en icono pop. Fue en los años 70 cuando lanzó una camiseta con la imagen de la reina con alfileres de gancho cerrándole la boca. Pero eso no hizo que la reina la cancelara. Su camiseta de God Save The Queen es todo un icono en la historia de la moda.

En 1992 Vivienne Westwood acudió al Palacio Buckingham para recibir la Orden del Imperio Británico que le habían concedido. Lo hizo sin ropa interior. Algo que, aunque no ha trascendido oficialmente, le hizo gracia a la reina Isabel II, según informó el Daily Mail en 2006. Años más tarde, volvió a saltarse las reglas con Carlos III y acudió a la cita sin ropa interior. "No me preguntéis", comentó. "Es la misma respuesta. No me pongo (ropa interior) con vestidos. Cuando llevo pantalones puede que sí: los boxers de seda de mi marido".

Hoy Vivienne Westwood hubiera cumplido 82 años, falleció el pasado diciembre en Londres. Sus extravagantes diseños han vestido a famosos y personalidades de todo el mundo. A la actual reina consorte Camilla Parker Bowles se le ha visto en alguna ocasión lucir vestidos de la diseñadora.

Durante toda su vida usó la moda como activismo. No tenía problema en mostrar sus ideas y, en ocasiones, como cuando acudió al Palacio sin ropa interior, llamaba la atención.

En abril 1989, por ejemplo, la portada de la revista Tatler mostraba a una mujer con un traje negro y perlas bajo las palabras "esta mujer fue una vez punk". El pelo y el traje, todo apuntaba a que esa persona era Margaret Thatcher, pero en realidad se trataba de la diseñadora y activista disfrazada. En esa ocasión, fue una manera de denunciar las políticas de la dirigente con las que no estaba de acuerdo.

Además de su fama por "enfrentarse" a Kate Middleton, la diseñadora ha pasado a la historia por su activismo contra el cambio climático y por ser una de las primeras diseñadoras en denunciar el efecto que la industria de la moda tiene sobre el medio ambiente y la necesidad de buscar alternativas como "consume menos, elige mejor, hazlo durar".