Una vez más TV3 está en el punto de mira. Durante el programa Està Passant, los humoristas se han mofado de la Virgen del Rocío y han ridiculizado la figura religiosa, su acento andaluz e incluso su vida sexual, algo que no ha sentado bien entre los usuarios, que no han dudado en criticar a los humoristas independentistas Jair Domínguez y Toni Soler.

Para Juanma Moreno, presidente de Andalucía, "el humor es una de las señas de identidad de nuestra tierra, pero para tener gracia se hace con respeto y cariño", y entiende que lo que se vio en el programa es "una falta de respeto a #Andalucía, y a miles de andaluces y sus tradiciones. Espero que para pedir perdón sepan hacerlo mejor", concluye.

La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, también se ha sumado a las críticas. "Se puede hacer humor de todo. También de la Semana Santa. Pero no con tantísima malaje, ignoracia y andaluzofobia (imita el acento de tu puñetero pare, por ser suave)", ha compartido en su cuenta de Twitter como respuesta al controvertido sketch.

Nacho Martín Blanco, el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento catalán, ha alertado de que "con los católicos y los andaluces todo vale en TV3, porque como todo el mundo sabe los únicos que no tienen sentimientos son los católicos y los andaluces". "No veréis nada parecido sobre los musulmanes ni sobre las tradiciones de la Cataluña nacionalista. Humor para hispanófobos", ha añadido. 

La Diócesis de Huelva ha lamentado en un comunicado oficial las imágenes emitidas por el programa satírico 'Està passant' de la televisión autonómica catalana, TV3, con una actriz ataviada como la Virgen del Rocío de la aldea de Almonte.

El obispo de Huelva se pronuncia

El obispo de Huelva, Santiago Gómez, asegura al respecto que la libertad de expresión "no puede ofender las creencias religiosas, tampoco de los católicos rocieros. El derecho a la libertad de pensamiento y expresión, reconocido en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, no puede implicar el derecho de ofender el sentimiento religioso de los creyentes. Principio que vale obviamente para cualquier religión".

"La convivencia humana -continúa exponiendo- exige un clima de mutuo respeto para favorecer la paz entre nosotros. La crítica y la burla de los católicos demuestran una falta de sensibilidad humana y puede dar lugar a provocaciones indeseables".

Por último, el obispo de la diócesis onubense enfatiza que "no es ese el camino para trabajar por curar las heridas que puedan existir en nuestra convivencia".