La ley de vivienda entra de lleno en la campaña. Estaba claro que ni el PSOE ni el Ejecutivo iban a renunciar a una de sus banderas más importantes de la legislatura. Y ahora, sellado el acuerdo con los socios y garantizada su aprobación por Congreso y Senado, se ha convertido en uno de los ejes absolutos del camino de los socialistas hacia el 28-M. Y bajo ese paraguas encaja el siguiente compromiso de Pedro Sánchez: el martes, el Consejo de Ministros aprobará un plan para movilizar hasta 50.000 viviendas del banco malo (la Sareb) para alquiler asequible, destinado a los jóvenes y a las familias.

El anuncio lo hizo el presidente del Gobierno en la clausura de la conferencia municipal del PSOE, ante unos 4.000 militantes y simpatizantes, según la organización, que reventaron el Museu de les Ciències de Valencia. El partido ya luce a tono para una campaña muy competida, en la que sabe que los resultados los decidirán, en muchos territorios, un puñado de votos, pero está convencido de que aguantará mejor de lo que se preveía hace tan solo unos meses.

De 2014 a 2021, alega Sánchez, el metro cuadrado en propiedad subió de media un 11%, y el del alquiler, un 45%

Y Sánchez tiene, para remar a favor de sus candidatos, el poder del BOE y de encadenar anuncios semana tras semana antes del 28-M. Como el plan que anticipó este domingo y que se aprobará en el próximo Consejo de Ministros: como después detalló la Moncloa, se pondrán 21.000 viviendas a disposición de municipios y comunidades autónomas, se impulsará el alquiler social con las 14.000 viviendas ya habitadas de ese parque y se promoverá la construcción de hasta 15.000 viviendas públicas en suelos disponibles de la Sareb.

La ley de vivienda ha estado muy presente en la convención municipal de este fin de semana. En las conversaciones privadas y en los discursos, y en el programa marco. Reivindicada por todos. Un "gran hito", coronó Sánchez, un "gran logro" no solo de la coalición gubernamental sino de la gente, porque el acceso a la vivienda, sobre todo entre los jóvenes, es un "auténtico problemón". "Es un problemón porque la vivienda en España es un derecho constitucional, pero no real, lo que hace que nuestros jóvenes tengan edades inaceptables", más altas que la media europea, "para acceder a una vivienda y emanciparse", insistió, para advertir de que esta situación "segrega" a las sociedades.

El presidente se compromete a que el parque de vivienda pública llegue al 20%, frente al 3% actual

Así, hay estudios, señaló que indican que el 70% de la desigualdad es "producto de la dificultad" de poder acceder a una vivienda digna. En la UE de los 27, España es el cuarto país en el que las familias deben hacer un sobreesfuerzo financiero mayor para pagar el alquiler, y valga otro dato "elocuente", observó: de 2014 a 2021, el metro cuadrado en propiedad subió de media un 11%, y el del alquiler, un 45%. España es el tercer país, de los 27, que más viviendas vacías tiene y cuenta solamente con un 3% de parque de vivienda pública, cuando la media europea es del 9%. El presidente desea que el país tenga un 20%, el porcentaje del que hecho disfrutan algunos países europeos, y a ese objetivo se compromete a llegar. "Lo quiero para mi país, porque eso garantiza una mayor accesibilidad, sobre todo de los jóvenes, a la vivienda y bajará la edad de emancipación. Pero si aumentamos la oferta, no con más vivienda libre, como dice el PP, sino con más vivienda pública, amortiguaremos y controlaremos de mejor manera la evolución de los precios", justificó.

Frente al "rotundo fracaso" del PP

Sánchez, es evidente, se dirige a un colectivo clave en las urnas: los jóvenes. El PSOE quiere atraerlos, llamarlos a la participación, movilizarlos, gritarles que con el partido y este Ejecutivo tienen "futuro", como advertía minutos antes la candidata a la alcaldía de Valencia, Sandra Gómez. Porque a las apuestas por ellos del Gobierno, subrayó, se opone la política de vivienda del PP, "un rotundo fracaso", y que se basa en convertir "un derecho constitucional en una mercancía", sostenida en tres facturas que aún "se están pagando".

Ni el negacionismo de Vox ni la soberbia del PP andaluz van a salvar Doñana", sostiene Sánchez, que avisa de nuevo que el Gobierno hará todo lo que esté su mano para frenar el plan de Juanma Moreno

Uno, el "viejo mantra del neoliberalismo de liberalizar el suelo", lo que "cebó la burbuja" inmobiliaria y la especulación, "además de los sobrecitos que implicaron la corrupción" del PP. Dos, las bonificaciones fiscales que "solo beneficiaron a los promotores". Y tres, la "privatización a fondos buitres de muchas viviendas públicas". Así que, zanjó, mientras que el PP "provoca problemones", los socialistas construyen "soluciones".

Contra el PP disparó por otra razón, que también viene utilizando como ariete de campaña en los últimos días: el plan de la Junta de Andalucía de amnistiar un millar de regadíos ilegales en Doñana. "Ni el negacionismo de Vox ni la soberbia del PP andaluz van a salvar" el parque nacional, y advirtió de nuevo que el Ejecutivo echará mano de "todos los instrumentos" a su alcance para frenar el "atropello" que supone la proposición de ley impulsada por los populares y la ultraderecha en el Parlamento andaluz, ahora en tramitación por la vía urgente. Doñana es "un bien público global, no de un gobernante de un determinado territorio". "Sé que [Juanma Moreno] no nos va a hacer caso al Gobierno de España, siempre tienen esa mala costumbre, pero al menos que hagan caso a la Comisión Europea, a la ciencia, a la Unesco", sostuvo.

Y en la semana clave en la que prácticamente se culminará la tramitación de la reforma de la ley del sí es sí, y de la mano del PP, Sánchez recalcó, dirigiéndose implícitamente a Podemos que el PSOE no tiene "problema en compartir la bandera del feminismo con nadie". "Al contrario, ojalá la derecha fuera feminista", dijo. "Como partido, vivimos abiertos a corrientes de pensamiento que no proceden de nosotros pero hacemos nuestras".

Puig reclama ante Sánchez una financiación "justa" y recalca que el trasvase es "irrenunciable", aunque con "respeto medioambiental"

Pero el mitin de clausura de la convención, que fue in crescendo, sirvió también para animar a las bases ante unas elecciones complicadas por la pugna ajustada con el PP. Sánchez mostró su confianza en que "voto a voto", el 28-M ganarán las "políticas de progreso" y se llenarán las urnas de "puños y rosas".

Fue el mensaje, obviamente, que antes que él trasladaron el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicealcaldesa de Valencia y candidata al Ayuntamiento, Sandra Gómez, anfitriones de la conferencia, y también con absoluta energía Abel Caballero, regidor de Vigo, y los ponentes de las distintas comisiones que han trabajado el fin de semana sobre el programa marco, todos ellos aspirantes a la alcaldía en distintos municipios.

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez (c), con Sandra Gómez (i), candidata socialista a la alcaldía de Valencia, y Ximo Puig (d), 'president' de la Generalitat Valenciana, este 16 de abril de 2023, a su llegada a la clausura de la conferencia municipal del PSOE, en el Museu de les Ciències de la capital del Turia. FLICKR PSOE / EVA ERCOLANESE

Puig había marcado ciertas distancias con Sánchez en los últimos meses. Y no dudó en recurrir ante el Supremo el recorte del trasvase del Tajo-Segura. Este domingo, no obvió ni el agua ni la financiación autonómica en su discurso. Delante del presidente. Pero cuidó las formas al máximo. Fue "elegante", como decían en su equipo". Puig subrayó que es "necesario que haya una financiación justa para toda España", y que el trasvase es "irrenunciable", pero siempre con "respeto medioambiental".

Con la vivienda, el partido se dirige sobre todo a los jóvenes, a los que quiere movilizar con un reclamo fundamental

Pero el president se alineó por completo con Sánchez en la defensa de su gestión y, por descontado, con su ley de vivienda. "Para fortalecer el Estado de bienestar, debemos reforzar las posibilidades de la juventud. Se ha dado un gran paso adelante: la vivienda es un derecho constitucional que ha de ser un derecho real. Lo que no se puede es hacer lo que hace el PP, que dice que sus comunidades no aplicarán la ley. No les preocupa la vivienda, les preocupan los grandes tenedores", denunció Puig, para quien, con este acuerdo, se ha demostrado que el PSOE es "el futuro" y "cumple" lo que promete. No era postureo: el partido, y eso se notó, y mucho, en esta convención, está ya muy enchufado y afronta el 28-M con más confianza en sí mismo.