Huelva se ha convertido de forma inopinada en uno de los focos de tensión de esta precampaña electoral del 28-M tras la decisión del Gobierno de la Junta de Andalucía, con el apoyo de Vox, de legalizar una serie de regadíos en el campo de la fresa que pueden afectar a un ya depauperado parque de Doñana. Tal es su importancia que Pedro Sánchez se desplazó a la reserva ecológica este jueves y Alberto Núñez Feijóo se desplazó también a tierras onubenses.
Sánchez llegó a Doñana con el respaldo de una respuesta parlamentaria de la Comisión Europea [aquí en PDF], en la que reconoce que está "al corriente" de la proposición de ley que está tramitándose en el Parlamento andaluz y que ya ha recabado "explicaciones" a las autoridades españoles. El Ejecutivo comunitario ha advertido, subraya la misiva —dirigida a los eurodiputados socialistas españoles César Luena y Javi López—, de que si la iniciativa "se aprueba en los términos anunciados" por PP y Vox, la propuesta legislativa "podría infringir el Derecho de la UE aplicable en materia de medio ambiente". Y en tal caso, la Comisión estudiaría, como guardiana de los Tratados, "el uso de todos los medios a su alcance" para velar por que España cumpla "de manera efectiva" la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de 2021, que condenó al país por no proteger correctamente el humedal.
Bruselas advierte de que usará "todos los medios a su alcance" para hacer que España cumpla con su obligación de proteger el humedal
El presidente, acompañado por el director de la Estación Ecológica de Doñana, Eloy Revilla, hizo hincapié en que el posicionamiento de Bruselas es "rotundo" y "tajante", y deja las cosas "meridianamente claras": la proposición de ley de PP y Vox "contraviene la legalidad europea". "Hago un llamamiento a la reflexión y a la rectificación, a abandonar posturas soberbias y a volver al camino de la legalidad europea, al respeto al medio ambiente y a la concienciación que, día sí y día también, la ciencia nos está advirtiendo de los efectos de la emergencia climática, sobre todo en ecosistemas tan frágiles como el Parque Nacional de Doñana", apeló. Sánchez alegó que si tanto la comunidad científica, la Comisión y el Gobierno están lanzando advertencias de ilegalidad, si se suman la "alarma" de la ciencia, y si lo dice también el "sentido común", "no hay ninguna razón para no abandonar esa postura soberbia y volver a la legalidad europea y frenar este atropello".
Los socialistas achacan el envalentonamiento de la Junta a la voluntad de Juanma Moreno de arrebatar la Diputación de Huelva al PSOE este 28-M. Pero están convencidos de que el bumerán se le puede volver en contra y que ha calibrado mal. Para Sánchez, el jefe del Gobierno andaluz "se equivoca" si piensa que su acción no tiene "coste electoral", porque "por mucha mayoría absoluta" que tenga, lo que está en juego es un "tesoro" ecológico que hay que legar a las nuevas generaciones, por lo que "no hay ninguna razón, por muy grande que sea, que legitime a un Gobierno, que tiene un mandato de cuatro años, a poner en un punto de no retorno a un patrimonio que tiene siglos de duración" y que ha de seguir teniéndolos.
Una factura "inasumible"
No cabe otra cosa, para Sánchez, que la Junta "cumpla con la ley", y no es "aceptable" que "este intento de atropello de PP y Vox tenga como resultado una multa que vamos a tener que pagar todos los españoles". Pero al coste económico, siguió, se suma una factura "inasumible en términos medioambientales y de biodiversidad".
Sánchez advierte a Moreno de que "no hay ninguna razón", tampoco electoral, para poner a Doñana "en un punto de no retorno"
El presidente viene asegurando, y lo hizo este jueves también en su declaración institucional sin preguntas de los periodistas, que lo que va a salvar Doñana no es "el negacionismo" de la ultraderecha ni la "soberbia" del PP, sino un compromiso público por su recuperación, escuchando siempre a la ciencia y cumpliendo con las sentencias de los tribunales y las advertencias de la Comisión Europea. Sánchez sí apreció que el debate que se ha suscitado en torno a la supervivencia de Doñana "puede ayudar a cambiar la mentalidad de la gente", ser "conscientes de la gravedad de la emergencia climática" y llevar a actuar "con rapidez".
Desde Madrid, en los pasillos del Congreso, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, señaló que no hay ninguna "conspiración" contra Juanma Moreno, sino la "tozuda realidad". Porque Bruselas "monitoriza perfectamente" lo que ocurre en Doñana y "no hace falta que nadie vaya con cuentos, entienden lo que está ocurriendo y lo consideran radicalmente incompatible con la protección de Doñana", informa EFE. Por eso, de aprobarse la proposición de ley, el Ejecutivo comunitario "no dudaría en ejercer todas las capacidades en su mano", mientras que desde el Gobierno central recurrirían la ley ante el Tribunal Constitucional y pedirían "la suspensión automática de su aplicación". Es decir, que el presidente de la Junta "sabe" que su iniciativa con Vox "no es viable".
La contestación desde el PP la encabezó el propio Feijóo. Desde Huelva, el líder del partido señaló a Sánchez que "no es coherente" ir "en Falcon a defender Doñana" y que se defiende "haciendo infraestructuras". En una intervención ante dirigentes y cuadros de su partido, lamentó los "cinco años perdidos" desde que en diciembre de 2018 el Congreso aprobó unas obras de trasvase de recursos hídricos a la cuenca del Guadalquivir para asegurar los regadíos de la zona, que no se han ejecutado. Desde Transición Ecológica recalcan que Feijóo "miente", porque hay obras que están en marcha y todas las actuaciones previstas estarán acometidas en su integridad "para 2027".
Feijóo lamenta los "cinco años perdidos" desde 2018 porque no se han ejecutado obras para asegurar los regadíos de la zona. Transición dice que sí están en marcha
La principal infraestructura es el trasvase del río Tinto-Odiel-Piedras al Guadalquivir, pero esa agua en superficie ya tiene comprometido su reparto entre los agricultores con regadíos legalizados, y que permitirá ir cerrando progresivamente los pozos legales. Pero esa agua, subrayan desde el ministerio, nunca se distribuirá entre aquellos que han pinchado de manera ilegal el acuífero de Doñana. "El PP quiere que terminemos y trasvasemos agua desde el embalse de Alcolea, pero es imposible: está lleno de metales pesados, y no vale ni para el consumo humano ni tampoco para regar fresas o para que la consuman las aves en Doñana", indican a este diario fuentes muy próximas a Ribera.
Falta de interlocución
Asimismo, recordó que Moreno lleva exigiendo desde hace tiempo una reunión para hablar del problema del agua y Sánchez "no se ha sentado" en ningún momento. La Junta también activó hace meses los planes antisequía ante el inverno y primavera más secos desde que hay mediciones, pero el Gobierno central no reunió la mesa con los sectores afectados (ganaderos y agricultores) hasta este miércoles. "Estamos dispuestos a sentarnos para buscar un futuro viable para Doñana y la comarca. Para negociar este atropello, no. No se negocia la ilegalidad", responden fuentes próximas a Ribera.
El líder del PP se queja de que Moreno lleva exigiendo una reunión para hablar del agua y Sánchez "no se ha sentado". El Gobierno dice que "no se negocia la ilegalidad"
En definitiva, Feijóo acusó a los socialistas de incumplir la ley de 2018 para el abastecimiento de Huelva y el regadío de las fresas y los frutos rojos, a 30 kilómetros de Doñana, lo que intenta paliar la ley puesta en marcha por la Junta, según los populares. Y ante esta situación, el líder del PP se comprometió, en caso de llegar al Gobierno, a "ejecutar por declaración de emergencia todas las obras comprometidas con Huelva, el condado de Huelva y preservar Doñana del ataque de desidia del Gobierno". También a impulsar un pacto de Estado del agua. "Quienes no hicieron nada (y por eso fuimos condenados) fueron los responsables del Plan Hidrológico anterior. Ni la Junta con Moreno Bonilla. Cero euros invertidos", replican desde Transición Ecológica.
"Estoy de acuerdo en que Doñana no se toca", aseveró Feijóo, " y por tanto, que el Gobierno no venga a manosear Doñana, un parque orgullo de toda Andalucía y España, para echar la culpa a los andaluces del problema del agua". "El coto", concluyó, "no es del presidente del Gobierno, su lugar de vacaciones, sino de los españoles".
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