La campaña que la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso juega de cara al 28-M es la de no perder posiciones y apuntillar por completo a Vox y su candidata Rocío Monasterio de quien hasta ahora dependía para sacar adelante los principales temas de su agenda. Desde mediados de abril, la tendencia que preveían las encuestas para el PP era la de dependencia directa de los ultraconservadores para volver a gobernar desde la Real Casa de Correos, pero la estrategia impulsada por Ayuso y su equipo de comunicación para las elecciones parecen haber dado sus frutos.
Este, se ha cimentado en enfatizar mucho más la competencia con el Gobierno central desde la capital como eje, dejando sin espacio de crecimiento a Vox. Ello, no obstante, en una suerte de ejercicio discursivo más propio de una carrera de generales que de autonómicas. La dureza y la apelación a temas propios de los de Santiago Abascal, como la inseguridad, aunque sin exacerbarse tanto, han nutrido la apuesta por Ayuso. Al menos por el momento.
Aunque con una variación de 65-71 escaños para la Asamblea de Madrid, la media de las siete encuestas publicadas hasta el momento [al cierre de la edición del sábado 13 de mayo] dan a la líder de los populares madrileños autonomía plena en el que será su tercer mandato consecutivo. Ayuso obtendría los 68 escaños (46,48%) necesarios para la mayoría absoluta, cifra recién estrenada tras la reducción de un representante en el total de la cámara de representación por la reducción de la población madrileña [hoy es de 135 diputados]. Los sondeos aludidos son KeyData para Público; Data10 para OkDiario; SocioMétrica para El Español; NC Report para La Razón [2 de mayo]; el ElectoPanel para El Plural [6 de mayo]; 40dB para El País [8 de mayo], y GAD3 para la Comunidad de Madrid.
Destacar que, en 2021, y a consecuencia del declive de Ciudadanos tras el intento de moción de censura contra el PP junto al PSOE en Murcia, Ayuso convocó comicios anticipados por temor a que su segundo Ignacio Aguado, socio de coalición, decidiese aliarse con el PSOE para desbancarla del Ejecutivo regional. A ella, posteriormente, se sumaría Castilla y León, por la desconfianza de Alfonso Fernández-Mañueco respecto a Francisco Igea, su vicepresidente. De ahí que mientras el resto de presidentes autonómicos han abordado una única legislatura desde 2019, la popular ha fraccionado la que ahora se cierra en dos. ¿Por qué, entonces, no se prolongan dos años más como si ha ocurrido en otros feudos con ciclo electoral propio tras adelantos como el gallego, el vasco o el catalán? Porque así lo determina el artículo 21 del Estatuto de Autonomía de Madrid: puede haber comicios, pero el ciclo de cuatro años es inamovible.
Con esos 68 escaños de media, Ayuso no solo suma tres diputados regionales y 1,68 puntos más de voto, sino que, por primera vez desde que Pablo Casado la situó como cabeza de cartel hace cuatro años, consigue mayoría absoluta. Y es que la popular ha atravesado tres fases desde su salto a la primera línea de la política. Primero, como segunda candidata más votada, por detrás de Ángel Gabilondo y el PSOE-M, vinculándose con Ciudadanos para poder dirigir la autonomía. Segundo, como candidata más respaldada por la absorción de Ciudadanos y en un Ejecutivo en ligera minoría con apoyo externo de Vox, una relación complicada en algunos aspectos que desde finales de diciembre y la no capacidad de aprobar los últimos presupuestos de la legislatura, se ha intensificado hasta una ruptura meditada por Ayuso y protagonizada en directo en el último pleno para marcar perfil en esa estrategia de arrastre de votos.
La pugna a la izquierda del tablero
Al atender a los sondeos, y es algo que los grupos de la oposición saben a conciencia, al menos así lo tiene asumido el PSOE-M, es que estos comicios para la izquierda están focalizados a la reestructuración del espacio y el juego de equilibrios por el liderazgo del bloque. Si bien los socialistas del ahora secretario general Juan Lobato perdieron el papel de oposición y pasaron a ser el tercer partido regional por primera vez en democracia por el sorpasso de Más Madrid, no queda del todo claro que vayan a recuperar ese papel como hace una semana sí se vislumbraba.
La media de esas mediciones demoscópicas ya mencionadas dejan por delante a Mónica García. Concretamente, hay un escaño en disputa entre ambos que puede cambiarlo todo. La previsión es que los verdes madrileños se hagan con entre 27 y 28 escaños (18,74%), y el PSOE-M con 26 o 27 (17,48%), en cualquier caso, y como ocurrió en la anterior convocatoria por unos miles de votos, Lobato seguiría siendo tercera opción regional. Hay que destacar, eso sí los sondeos de GAD3 y 40dB, las últimas publicadas y con mayor margen temporal de estudio y recogida de datos, son las más favorables para el PSOE-M: 27 escaños rojos frente a 23 y 26 verdes respectivamente.
Una de las claves de la mayoría absoluta de Ayuso es la salida de Unidas Podemos de la Asamblea de Vallecas, que perdería sus diez escaños. Los morados pilotados por Alejandra Jacinto no conseguirían sobrevivir en la cámara regional, como sí hicieron en la última elección tras el salto del exsecretario general de Podemos Pablo Iglesias desde la vicepresidencia tercera del Gobierno como gesto de movilización. Resta, eso sí apenas unas centésimas de porcentaje electoral, por lo que la campaña puede ser crucial para que la extrema izquierda no siga los pasos de Ciudadanos. Para entrar a la Asamblea, se requiere un 5% del sufragio, lo que otorga inmediatamente siete escaños. Hoy Unidas Podemos sacaría 4,92 puntos de voto. De conseguir superar la barrera electoral, Ayuso perdería esa mayoría y seguiría dependiendo de Vox, que resiste con la misma representación de trece escaños, aunque ve perjudicado su nivel de voto desde el 9,1% al 8,74%.
Las encuestas más favorables para Unidas Podemos son la de KeyData, NC Report, ElectoPanel y GAD3. Para Más Madrid Data10, KeyData, SocioMétrica y el ElectoPanel. Y para Ayuso, Data10, 40dB, NC Report y SocioMétrica, todas por encima de los 68 y con una máxima de 71.
Ayuso, la más valorada
Tanto GAD3 como 40dB incluyen una valoración de liderazgos en sus encuestas. La demoscópica de Narciso Michavila percibe a Ayuso como la más valorada, pero también como la única que aprueba en el escenario madrileño. De hecho, crece respecto a la última medición para la Comunidad en diciembre. Pasa de un 5,1 a un 5,4 sobre diez. Le sigue Lobato con el mismo 4 que en la anterior ocasión, que le consolida como segundo mejor valorado frente a García. Ésta, pasa de 4,1 al 3,9. También retrocede Monasterio del 3,2 al 3,1 y Jacinto del 2,8 al 2,7.
La medición para Prisa introduce a Aruca Gómez, candidata de Ciudadanos. Aunque prevé cifras cercanas de valoración. Ayuso logra un 5,3; Lobato un 4,1; García un 4; Gómez un 3,9; Jacinto 3,8 y Monasterio 3,4.
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