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Podcast, historia del fonógrafo y del CD

La primera grabación de la historia cumple años con sorpresa

Descubierta en 2008, se creía que era una canción interpretada por una mujer, pero era la voz de su inventor acelerada

Primera grabación de la historia en el fonoautógrafo de Scott
Primera grabación de la historia en el fonoautógrafo de Scott | Firstsound

Veinte de abril. Pero no del 90. Sino de 1860. Esa fecha coincide con la primera grabación de una voz humana con dos membranas en un fonoautógrafo. Un invento que había visto la luz sólo 11 días antes, de la mano de Edouard-Leon de Martinville. Librero parisino, estaba muy interesado en crear algo que fuese capaz de transcribir la voz humana. Sin quererlo, estaba inventando el proto-fonógrafo y, por tanto, el tatarabuelo del disco compacto. En El Independiente Podcast, charlamos de estos inventos con el padre del CD, el ingeniero holandés Kees Schouhamer Immink:


E. I. Podcast: De la primera voz al penúltimo CD.
Entrevistamos al creador de la codificación del CD, el DVD y el BlueRay y repasamos, junto a él, la vida del hombre que hizo la primera grabación de la historia: Scott de Martinville.
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Un registro de diez segundos de la interpretación de la canción popular francesa Au Clair de la Lune se corresponde con la voz humana grabada más antigua conocida. Esta es anterior a la primera grabación de Thomas Edison de 1877. El fonoautógrafo, creado al grabar papel cubierto de hollín y diseñado solo para grabar sonidos, pudo ser reproducido posteriormente por científicos estadounidenses usando un lápiz óptico virtual para leer las líneas.

Kees Immink, creador del CD digital, el DVD y el BlueRay

Kees Immink, creador del CD digital, el DVD y el BlueRay OEP

Inicialmente, se creía que la grabación era la voz de una mujer o un adolescente, pero una investigación posterior sugirió que la velocidad de reproducción había sido demasiado alta y que en realidad era la voz del propio Scott.

De impresor a librero sin ver un franco

Scott de Martinville era impresor. Un impresor en el parís de mediados de siglo XIX era un hombre por cuyas manos pasaba buena parte del saber científico efervescente de una época de cambios. Aún existe una verdadera fascinación por la fotografía aunque aún están por nacer los hermanos Lumière. A Scott le impresionaba la idea de que la luz dejase una marca en una lámina de estaño pesado recubierta con una mezcla de betún de Judea y aceite de lavanda. ¿Se podía trasladar esa idea al sonido?

Autofonograma creado por Scott de Martinville

Autofonograma creado por Scott de Martinville FirstSound

En realidad, Scott era un tipo curioso pero práctico. Lo de la fotografía estaba muy bien, pero grabar sonido sería mucho más útil en su oficio. Sería maravilloso poder usar un aparato que registrase conversaciones, sin que un estenógrafo tuviera que estar tomando notas todo el rato.

Un libro que estaba imprimiendo le dio la clave. Encontró unos dibujos con la anatomía del oído. Observó el tímpano y pensó cómo construir una membrana elástica que pudiera presionar, por el movimiento del aire, unas palanquitas a modo de los huesecillos del oído. Si al final de esas palancas, cual nervio auditivo, se colocaba algo que pudiera rasgar un papel o madera, se podrían registrar en surcos las ondas del sonido.

Edison presentó su fonógrafo en 1876; en este caso, el sonido sí se podía reproducir

El 26 de enero de 1857 lo presentó en la Academia Francesa y dos meses después estaba patentado el fonoautógrafo. La gloria, sin embargo, se la llevó Edison. El invento se comercializó sólo entre la comunidad científica. Entre investigadores de la acústica, porque a nivel doméstico tenía una pega: no siempre se podía reconstruir el sonido, a diferencia de lo que hizo Edison con su fonógrafo.

Es como si se hubiese inventado la cinta de cassette antes de inventarse el radiocassette, es decir, el aparato capaz de reproducir sus grabaciones. Eso sí, gracias a ese invento, pudimos ver por primera vez la ya clásica representación de las formas de onda de sonido, con sus picos y valles. Muy útiles en el estudio de los conceptos de frecuencia, tono e intensidad.

La tecnología de Edison, que no eran sino rulos de cera de apenas un puñado de usos, fue una revolución, también previa a la invención del disco. Pero se estuvo utilizando como soporte fácil y portátil para grabaciones semidomésticas y de investigación hasta los años sesenta del siglo XX. No fue hasta la irrupción del vinilo y la cinta magnetofónica que todo cambió. Hasta para el omnipresente Thomas Alba.

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