A los 92 años, el inversor y filántropo George Soros ha decidido dar un paso al lado y dejar en manos de Alexander Soros, uno de sus hijos, la gestión de su patrimonio, cifrado en 25.000 millones de dólares, unos 23.000 millones de euros. Alex se compromete a seguir defendiendo las causas de su padre, según ha afirmado en una entrevista para el Wall Street Journal, en la que ha reconocido que es “más político” que el fundador de la Open Society Foundations (OSF).

Con 37 años, Alex lleva años vinculado a la actividad que hasta ahora dirigía su padre, pero su nombramiento como sucesor ha sorprendido. Se daba por hecho que George Soros elegiría a su hijo mayor, Jonathan, abogado con experiencia en finanzas para relevarle. Pero según el magnate, Alex “se lo ha ganado”.

Desde diciembre es el presidente de la OSF y también forma parte del comité de inversiones de Soros Fund Management, la firma que gestiona el patrimonio empresarial y familiar de los Soros. En los últimos años, Alex también se ha encargado de la actividad política, a través del super PAC, el vehículo a través del cual se apoya a candidatos en Estados Unidos.

Graduado en Historia por la Universidad de Nueva York y con un doctorado en Historia por la Universidad de California en Berkeley, Alex ha salido más veces de las que le gustaría en la prensa rosa y sensacionalista. Fotos con modelos y fiestas con jugadores de la NBA, vacaciones en los Hamptons y en Cannes, Soros ha sabido cómo divertirse, además de ganarse la confianza de su padre.

Cuentan que la relación entre el magnate y su sucesor comenzó a estrecharse después de que George Soros se divorciara de la madre de Alex, la historiadora Susan Weber. El que fuese un chico tímido que se avergonzaba de la riqueza de sus padres, se convirtió en un joven con una vida social muy activa, sin pareja oficial y sin abandonar sus responsabilidades, primero académicas y luego, profesionales. 

Escucha Hip-Hop y es seguidor de los New York Jets, también es un firme defensor de los derechos sociales y tiene en mente su ascendencia judía, "como judíos, éramos una minoría", explicó a Forbes en 2016. Ha viajado por todo el mundo para escuchar las problemáticas de todo tipo de colectivos. El WSJ destaca reuniones con indígenas del Amazonas para conocer de primera mano sus necesidades, un viaje que Alex Soros habría hecho por su cuenta.

Comprometido políticamente

Como miembro de OSF, Soros se ha reunido con líderes políticos de todo el mundo. Entre ellos, con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en 2019. Entonces, el hijo del magnate subió una foto a su Instagram en la que añadió que “Sánchez es genial en muchas cosas, incluidos los selfies”. La red social del sucesor de George Soros luce como un muro de la fama en el que se acumulan fotos con políticos y famosos, como el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, o el cantante de U2, Bono.

Hace alrededor de una década, fundó su propia fundación, la Alexander Soros Foundation, a través de la cual se canalizaban donaciones al partido y a candidatos demócratas, así como causas vinculadas al empleo de la población latina en Nueva York o la educación en países africanos.

Recientemente se ha reunido con líderes del partido demócrata y se ha comprometido a seguir usando el patrimonio familiar para apoyar causas como el derecho al aborto, al voto y la igualdad de género. Aseguran que acude a las reuniones conociendo a fondo los detalles de cada asunto y con un cuaderno en el que toma notas. En la entrevista, reconoce que seguirá apoyando a candidatos de izquierda en Estados Unidos, para hacer frente al apoyo que tienen los de derechas y a la preocupación que le supone que Donald Trump opte a un nuevo mandato en la Casa Blanca. 

En los próximos años, la mayoría de los 25.000 millones de dólares se dedicarán a las inversiones de la fundación y alrededor de 125 millones de dólares se destinarán al super PAC, es decir, a promocionar iniciativas políticas de izquierdas en Estados Unidos.

De inversor a filántropo

Forbes cifra en 6.700 millones de dólares la riqueza de George Soros y le sitúa en el puesto número 374 de las personas más ricas del mundo, que lidera Elon Musk, el polémico fundador de Tesla y dueño de Twitter, con 228.000 millones de dólares de riqueza neta.

Entre los años 70 y 80, el magnate empezó a generar su patrimonio. Una inversión en contra de la libra esterlina en 1992 que puso en jaque al Banco de Inglaterra le hizo ganar 1.000 millones de dólares. Entre los 70 y hasta el año 2011, se dedicó a gestionar patrimonios personales en Nueva York y con el dinero que generaba empezó a apoyar causas sociales, a becar estudios universitarios para negros en Sudáfrica, durante el Apartheid; a abrir centros culturales en el este de Europa, a través de OFS.

En 2018, Soros transfirió 18.000 millones de dólares del patrimonio que gestionaba a través de su family office a la fundación que actualmente da apoyo financiero en más de 100 países. Será a través de esta organización con la que Alex continuará la labor de su padre.