A buenas horas. Ahora acuerda el presidente acudir a los medios en los que durante cinco años, cinco, no puso los pies. Ahora, haciendo tándem con Nadia Calviño que no está en la listas pero que es de lo más presentable que se despacha Gobierno, intenta dar la impresión de que se centra.

Ahora ya no quiere saber nada del “espacio de Yolanda Díaz” porque ese es un espacio que se disputa a si mismo y que no tiene ningún interés en que se lo lleve su vicepresidenta segunda. Anteayer le dijo la señora Calviño a Carlos Alsina que toda la política económica y la política laboral eran cosa de Pedro Sánchez y suya y que las aportaciones de los demás ministros habían sido muy pequeñas, casi inexistentes.

Es la prueba de que si pudiera echar marcha atrás en la entronización de Yolanda Díaz -recuérdese la moción de censura promovida por Santiago Abascal- lo haría. Pero ya es demasiado tarde para según qué cosas y el vuelo de la señora Díaz ya es imparable dentro, claro está de la modestia de los resultados que le dan los sondeos.

Quiere esto decir que ni con “el espacio de Yolanda Díaz” él, Pedro Sánchez podría conservar el poder, según los sondeos que unos con otros, salvo naturalmente el CIS, venían a decir más o menos lo que iba a pasar en las elecciones del mes de mayo.

Pues ahora insisten en asegurar que ni ayudado por Yolanda y su recua de pequeños partidos, cada uno con sus exigencias de tipo territorial, ganaría Pedro Sánchez las elecciones.

Por eso se lanza ahora a hacer bolos como un loco en todas las radios,en todas las televisiones, en todos o en casi todos los periódicos. Porque eso está también por ver. No me imagino al presidente del Gobierno concediendo una entrevista pongamos por caso al ABC o a El Mundo. Pero sí que acudirá a los programas de más audiencia porque los necesita.

Dice Juanma Romero, aquí al lado, que “la presencia del jefe del Ejecutivo y candidato se multiplicará exponencialmente, hasta «inundar» la campaña y sin renunciar de entrada a ninguna ventana, incluso la de medios más hostiles”. Veremos.

Lo que está fuera de duda es que el ataque lanzado por el número tres del PSOE, su secretario de Organización, Santos Cerdán, contra tres medios de Madrid, El Mundo, ABC, y El Español por, supuestamente, publicar los sondeos sin datos que en su opinión son relevantes, no va a contribuir a crear el clima necesario para celebrar una entrevista con el presidente del Gobierno en cualquiera de esos tres medios. Ha sido una metedura de pata en el peor momento.

Necesita atraerse el voto de los más desencantados y pondrá la cara más inocente de que sea capaz para convencer a los resistentes de que es un buen chico

Lo cierto es que necesita atraerse el voto de los más desencantados y pondrá la cara más inocente de que sea capaz para convencer a los resistentes de que es un buen chico, que puede exhibir unos datos económicos estupendos y que todo lo demás será mejor ignorarlo porque lo hecho, hecho está. O habría mejor que decir que lo perpetrado, perpetrado está.

No estoy segura de que el elector sea tan ingenuo como para trocar su distanciamiento del personaje en cercanía hasta el punto de querer votarle. 

Porque es para él para quien pide el voto, para él y un poco para Nadia Calviño. Pero fundamentalmente para él. 

Va a cometer el mismo error que cometió en los comicios de mayo: se va a echar a la espalda estas elecciones.  Con una diferencia: que en estas sí tiene sentido que dé la cara y en las elecciones de mayo lo que habría tenido sentido era que los alcaldes y los presidentes autonómicos del PSOE hablaran de los problemas de sus respectivas comunidades y de sus respectivos ayuntamientos e hicieran alarde de su gestión. Pero no fue así porque Pedro Sánchez decidió que su cara valía más que todas las caras de su gente. Y se vio el resultado.

Ahora va a ser peor porque esta vez sí que se juzgan cinco años de desmanes cometidos a diestro y siniestro. La última pifia de nuevo perpetrada con su autorización ha sido el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal de Memoria Democrática. Un asunto del que su pareja Baltasar Garzón se ocupa todos los días hasta el punto de ser administrador único del despacho Ilocad y titular de la fundación FIBGAR, especializados ambos entes en la materia que controlará Delgado como fiscal de Derechos Humanos y Memoria Democrática. Esta ha sido la última tropelía cometida por este Gobierno.

Pero los electores no son tontos. Los electores guardan memoria de lo hecho y puede que castiguen a este presidente más aún de lo que lo han castigado hace ahora tres semanas escasas.