El próximo viernes se estrena en HBO la nueva serie documental sobre la reina emérita, Sofía y la vida real, creada por David Trueba y Jordi Ferrerons. Cuatro episodios en los que se explora su pasado, su presente y su particular carácter. La consorte del rey Juan Carlos ha estado presente en todos los eventos históricos protagonizados por el emérito, pero siempre en un segundo plano. Aguantando en ocasiones los desplantes de su marido, todo por el bien de la monarquía y de la familia. Una visión diferente de la reina Sofía en un momento en el que no podría estar más de moda hablar del emérito. Mientras él sigue rodeado de escándalos y de historias "sórdidas", como aseguran los creadores, el retrato de su mujer tiene un tono totalmente diferente.
Hablamos con David Trueba y Jordi Ferrerons dos días antes del estreno de su serie documental.
Pregunta.- ¿Cómo surge este proyecto?
David Trueba: Acabábamos de terminar una docuserie sobre la familia Pujol, titulada La sagrada familia, y les gustó tanto que nos propusieron no deshacer el equipo y buscar otro elemento, otro trabajo, otro personaje sobre el que hacer otra docuserie también de cuatro episodios. Estuvimos dándole vueltas y la idea de la Casa Real apareció como algo factible, posible y de interés. Pero al cabo de unas semanas nos dijeron que había mucha cantidad de proyectos sobre el rey Juan Carlos. Un pódcast, un documental, dos series de ficción... era un poco como que íbamos a llegar sobre un terreno a lo mejor demasiado explotado y ordeñado. Entonces surgió... ¿la reina Sofía? ¿Y a través de ella?
Al principio fuimos un poco escépticos porque, como todo el mundo, daba la sensación de que era un personaje secundario porque no daba para ser protagonista, por tanto era mejor que se quedara ahí. Pero fue precisamente al escarbar, sobre todo en su pasado, su origen, las vicisitudes de su familia, cuando nos dimos cuenta de que era mucho más rico de lo que pensábamos. Y de que a lo mejor el segundo plano que había adquirido era un plano de comodidad también para ella. Y que había hitos que explicaban que no había estado tan en segundo plano cuando esas cosas pasaban, o esos conflictos se resolvían, y que las cosas sucedían de una manera determinada también porque ella estuvo ahí. La llamábamos un poco de broma "la mujer que siempre estaba ahí"; está en todos los cometidos y todos los lugares. Y entonces decidimos que, ironizando un poco con la expresión "la vida real", podíamos entender que para ella la vida real sí es la única que hay.
P.- ¿Qué pasó con estos testimonios que se dijo en un primer momento que saldrían? Se habló de Eva Sannum, Bárbara Rey, Isabel Sartorius... ¿Os hubiera gustado entrevistarlas?
Jordi Ferrerons: Nada, hubo un lío con la comunicación exterior. Aparecía un listado en el que salía gente como Eva Sanuum, Bárbara Rey, Corinna, etcétera... nuestra serie es otra. Nosotros a través de Sofía intentábamos acercarnos a ella, al enigma que ella es, a la personalidad de alguien muy desconocido. Intentar explicarla a ella y su actuación y el grado de importancia que ha tenido a lo largo de estas décadas, y en segundo lugar alejarnos un poco del foco cegador de Juan Carlos, que lo acapara todo y te lleva a contar cosas muy sórdidas. Digamos que ese elenco de personalidades lo permite. Para estudiar esa historia hay que tocar a esas personalidades.
"Queríamos alejarnos un poco del foco cegador de Juan Carlos, que lo acapara todo y te lleva a contar cosas muy sórdidas"
Jordi Ferrerons
Pero la historia que queríamos contar nosotros era otra. Era intentar poner contexto, rigor y equilibro a una historia muy poco contada en su globalidad. Es decir, por qué suceden las cosas en el momento en el que sucedieron. Incluidas las actuaciones de Juan Carlos, obviamente, faltaría más. E intentar explicar por qué ha sido posible que la reina Sofía aguante con esa actitud todo lo que ha aguantado. Creemos que queda reflejado en la serie. Y cuál es el rol y la misión y la relación de la sociedad española con la institución monárquica a lo largo de los últimos cincuenta años de historia. Hemos intentado conseguir los mejores testimonios para ese propósito, y estos que citabas antes, Eva Sannum, Bárbara Rey, etcétera, no eran una prioridad con ese propósito. Aparecen en otras producciones pero en la nuestra no, porque nuestro propósito era distinto.
P.- En el segundo episodio se habla del libro de Pilar Urbano y de las controvertidas opiniones de la reina Sofía sobre el aborto o el matrimonio homosexual. ¿Creéis que sigue pensando así?
David Trueba: En esos asuntos, pese a la trifulca política que se desencadena cuando se aprueban legislativamente nuevas normas, el tiempo lo que nos viene a decir es que la sociedad evoluciona y transige mucho más de lo que parece que va a transigir. Lo estamos viendo ahora. Parece que hay unos pasos adelante, unos pasos atrás... la realidad es que son conquistas sociales de liberación, de hacer la vida más aceptable para muchas personas, por lo que es muy difícil oponerse a ello.
"La seriedad, la constancia y el rigor de Sofía han ayudado de forma relevante a la continuidad dinástica, que era su único propósito"
Jordi Ferrerons
Es una mujer de 80 años. Podría ser una de nuestras abuelas, de nuestras madres, que también han hecho esa evolución porque la ha hecho la sociedad. Seríamos injustos si creyéramos que por ser progresistas o conservadores hemos estado más o menos a favor de algunos progresos. Creo que todo el mundo, cuando le cambias sus costumbres o su paisaje, se rebela. Es cuando ese paisaje nuevo se impone cuando la gente lo acepta. Y creo que sucede lo mismo en tantas y tantas familias. Hasta que no han tenido un hijo o un nieto homosexual no se han sentado a pensar sobre la aceptación que merecen.
P.- ¿Creéis que la reina ha cambiado, sobre todo en estos últimos años, o sigue siendo la misma que siempre sonríe y está ahí?
Jordi Ferrerons: Creo que eso es indistinguible de su personalidad real. Ella es alguien que se pone esa máscara. Nadie ha tenido ocasión, excepto su círculo más íntimo (y eso es muy poquita gente), de ver si en realidad ella se comporta siempre así. Pero lo que es relevante para nosotros, lo que contamos en la serie, es que ese papel público le ha servido para defender su propósito. Esa frialdad, esa seriedad, esa distancia, y esa constancia y ese rigor en su comportamiento han ayudado de forma bastante relevante a la continuidad dinástica, que era su único propósito. No sé si ha cambiado o no, pero lo que sí es cierto es que la Familia Real que existe en estos momentos se circunscribe al rey, la reina y sus dos hijas. El papel institucional es de Sofía es muy discreto, mucho más que antes. Otra cosa será el rol dentro de la familia. Eso ya queda para ellos.
David Trueba: Ella ha estado muy activa con familias con problemas de drogas, con hijos con discapacidades, con la evolución de la mujer en países de África y la India, con los microcréditos... Creo que es una mujer que a través de su fundación ha demostrado cuáles son sus intereses y su capacidad de empatía, también cuando se le ha solicitado. En eso es irreprochable y ofrece también una línea a seguir. Creo que es uno de los papeles que debe tener la Familia Real: estar cerca de la gente que sufre, que lo pasa mal, y dejarse un poco de estar en los sitios donde está el dinero, donde está el lujo, que es una foto que les beneficia mucho más que otras.
P.- ¿Cuál es vuestra relación con la Familia Real como ciudadanos y cómo ha cambiado después de hacer este documental?
"Muchos lameculos de Juan Carlos hoy se han transformado en sus mayores críticos"
David Trueba
David Trueba: Mi única relación había sido que había perdido un trabajo en el año 94 porque me habían echado de TVE. Hacía un programa que se llamaba El peor programa de la semana, y sostenían que éramos demasiado irreverentes con ciertas cosas, incluida la Familia Real. Entonces perdí un trabajo y por tanto me producían una cierta urticaria. El hecho de que estuvieran ahí. Sobre todo rodeados de los lameculos que estaban distribuidos en todas las esferas de poder y siguen. También en las esferas de poder audiovisual y periodístico. Con el tiempo me he dado cuenta de que los lameculos eran peor que los propios protagonistas y creo que ahora muchos de ellos se han transformado en los mayores críticos del rey y de la Casa Real. Y algunos de ellos me producen la misma urticaria que me producían cuando me echaban.
Algunos de los entrevistados
El documental, de cuatro episodios que se estrenan el próximo 23 de junio, cuenta con los testimonios de periodistas, políticos y expertos en la Familia Real, muchos de ellos buenos conocedores del papel de la reina Sofía.
Digamos que he aprendido a ver que la Familia Real está ahí y quizá a veces interviene menos de lo que parece en estas cosas. Pero sí, tenía esa sensación. Con el tiempo también te das cuenta de que si un país tiene unos símbolos es porque los quiere. Son símbolos de un país y les van bien esos símbolos. Y los tienes que aceptar porque forman parte del país. También hay que ver si son tan unánimes como a veces se presentan. Es normal que la monarquía tenga contestación o que esté cuestionada. Si no lo estuviera es que alguien no está bien de la cabeza. Creo que son cosas que hay que cuestionarse constantemente. Hay que decidir que seguimos con ellas hacia delante en la medida en la que son útiles.
Jordi Ferrerons: Mi relación con la Familia Real siempre había sido de mucha curiosidad. Por cuestiones de edad viví de forma muy consciente la Transición. Yo viví el franquismo quince años, y me despertaba mucha curiosidad ese señor que hablaba tan raro con esa señora que siempre iba peinada de la misma manera, que sonreía y no decía mucha cosa.
"Con 15 años me despertaba mucha curiosidad ese señor que hablaba tan raro y esa señora que siempre iba peinada de la misma manera"
jordi ferrerons
Y como periodista tuve ocasión de conocerles o de estar cerca de ellos en algunos viajes internacionales que habían hecho y que me tocó cubrir. Y me siguió despertando aún más curiosidad esa cohorte que David ha calificado bien como lameculos que les aleja absolutamente de la realidad y de la normalidad. Ese comportamiento estandarizado de puertas afuera. Y conforme ibas conociendo cosas, aunque no se publicaran todavía y conforme se han ido publicando, aún más curiosidad. Cómo puede ser la pura existencia de la Familia Real, de la institución monárquica, en la sociedad actual y en países tan civilizados como en España, Noruega, Bélgica, Holanda, Dinamarca... La serie, al menos a mí, me ha servido para dar esa perspectiva histórica, para seguir los pasos de la evolución de las monarquías europeas en los ochenta últimos años, ver de qué forma se imbrican con los símbolos de la sociedad. El paroxismo de todo esto es la Familia Real británica, que está en un momento crítico porque ha muerto la Reina y alguien que llevaba calentando en la banda durante los últimos 60 años ha subido al trono. La fascinación que ejerce todo eso me sigue despertando curiosidad. Y te preguntas, ¿se pueden comportar como personas normales? No, porque viven en una burbuja artificial. El secreto está en cómo esa burbuja emulsiona con la sociedad.
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