Hemos sido testigos de 24 horas trepidantes en las que en lugar de seguir la guerra en Ucrania las miradas se han focalizado en la Federación Rusa, que parecía abocada a un enfrentamiento entre los mercenarios de Wagner y el Ejército leal al líder ruso, Vladimir Putin. En Ucrania hablaban de "guerra civil" y presumían que esto era el principio del fin de Putin, pero de forma inesperada el combate se ha salvado in extremis.

Entre bambalinas se llevaban a cabo negociaciones lideradas por el presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko, quien ha convencido al jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, que se dirigía a un callejón sin salida. Finalmente, los mercenarios de Wagner obtienen garantías de seguridad y Prigozhin se asentará en Bielorrusia. Pero quedan muchos interrogantes por aclarar.

¿Qué poder tenía Prigozhin?

Es un oligarca que empezó con negocios de hostelería en San Petersburgo, la ciudad natal de Putin, y que, poco a poco, se fue convirtiendo en un hombre útil para el presidente ruso. Igual llevaba a cabo una campaña de desinformación en las elecciones estadounidenses que colocaba a sus hombrecitos verdes en el este de Ucrania. Prigozhin ha sido leal a Putin y nunca le había criticado hasta ahora. Pero creía que contaba con su apoyo en el pulso con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, y se ha visto que no era así. Sus peroratas y las continuas críticas a la élite miltar rusa también dejaban en entredicho al Kremlin, y a Putin.

¿Por qué se ha sublevado Prigozhin?

El jefe de Wagner ha justificado su desafío al ministro de Defensa, Serguei Shoigu, por el bombardeo de sus tropas, supuestamente perpetrado por orden de la élite militar rusa. Según Mira Milosevich, investigadora principal del Real Instituto Elcano, "es posible que le hubieran atacado, ya que recientemente le acusaron de pactar con el gobierno de Ucrania, y ya conocemos la paranoia que se vive en el Kremlin, de modo que reaccionó como forma de autodefensa".

Prigozhin se veía amenazado. El Ministerio de Defensa quería integrar Wagner, es decir, disolverlo, y para evitarlo, ha lanzado un órdago que ha perdido. Se sentía despechado pero ha perdido el contacto con la realidad, aunque no es el único. "Lleva mucho tiempo fuera de Rusia, toda la guerra, y no parece que tenga ahora contacto con Putin. Ha sido un motín militar en todo caso, no un golpe", señala la investigadora.

En definitiva, Prigozhin se sentía debilitado, abandonado y buscaba una salida, así que ha emprendido una fuga hacia delante. En ese avance kamikaze, ha dejado al descubierto que el zar está desnudo.

¿Qué pasará con Wagner?

El Grupo Wagner ha servido al Kremlin para evitar más reclutamientos. Ha permitido que Rusia se enfrentara a Ucrania en las batallas más cruentas, como las libradas en Bajmut, sin tener que recibir ataúdes por miles. Ha realizado el trabajo más sucio de la guerra en Ucrania y, si después de esta operación, deja de ser operativo, Rusia se resentirá. Se calcula que había unos 25.000 efectivos de Wagner ahora en Ucrania.

Sin embargo, es posible que Prigozhin haya acordado, para salvar su cuello, que los mercenarios sigan sirviendo al Kremlin y se haga cargo de ellos su socio, Dmtri Utkin, o directamente el Ministerio de Defensa, aunque es lo que él quería evitar. Lo difícil es que Putin confíe en estos hombres que estaban dispuestos a llegar hasta Moscú siguiendo las consignas de Prigozhin. Pero son mercenarios y trabajan al mejor postor. Sus intervenciones en el exterior son muy lucrativas. También es una incógnita si el oligarca podrá mantener sus negocios. Será parte del acuerdo que ha negociado con Lukashenko.

¿Qué efecto tiene en la guerra en Ucrania?

Ucrania está en plena contraofensiva contra la Federación Rusa, que ha reforzado bien sus líneas defensivas. Lo ideal para Ucrania habría sido que el desafío de Prigozhin se hubiera mantenido el mayor tiempo posible. Si Putin hubiera tenido que combatir en su propio suelo contra los mercenarios, habría descuidado el flanco de Ucrania. Era prioritario evitar una lucha fratricida y por eso ha negociado, vía Lukashenko, a pesar de que había prometido severos castigos. Cada minuto que pasara con ese flanco interno abierto era un paso más hacia la derrota.

De todas maneras, ha quedado en evidencia que hay fallas en el liderazgo tanto político como militar, a pesar del férreo control de los medios de comunicación. Todo lo que confirme la debilidad de Putin fortalece a Ucrania.