Este martes tomaba posesión de su cargo, de manera formal, Leonardo Marcos, el último elegido por el Gobierno para ocupar el cargo de director general de la Guardia Civil. Llegó hace unas semanas desde el departamento de Protección Civil, también unido al Ministerio del Interior, para ser el sucesor de dos nombramientos políticos a un mes de las elecciones generales. Las asociaciones los tachan de "parche" ante los inminentes comicios

La dirección general de la Benemérita ha sido un asiento caliente durante los cinco años de Gobierno de Pedro Sánchez. El primer jefe de los uniformados fue Félix Azón, magistrado de la confianza de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Su departamento comparte las competencias con Interior en relación con la Guardia Civil.

Dos meses antes de la llegada oficial de la pandemia de la Covid-19 y el confinamiento, Marlaska le movió la silla a Azón para colocar a María Gámez, destacada socialista andaluza con la que estrechó lazos durante el caso de Julen, el niño que murió atrapado en un pozo de Totalán (Málaga). Gámez era entonces delegada del Gobierno en la provincia.

Los ERE colean en la Guardia Civil

En marzo de este año, Gámez dejó la dirección de la noche a la mañana. Lo hizo por la imputación de su marido en un caso relacionado con los ERE de Ándalucía y la obtención de ayudas públicas presuntamente de manera irregular. Aunque algún medio había publicado alguna información al respecto, la mayoría de los periodistas y de la opinión pública se hizo eco de este hecho a raíz de su decisión.

Llegaba entonces el turno de Mercedes González, la entonces delegada del Gobierno en Madrid. Mujer de partido, en ese momento sabía que iba a ser la segunda mujer en dirigir la Guardia Civil. Lo que no tenía en mente es que iba a ser la persona que iba a ocupar ese cargo durante menos tiempo. El batacazo del PSOE en las elecciones municipales obligaron al presidente, Pedro Sánchez, a adelantar los comicios generales, y González tuvo que dejar su cargo al ocupar un puesto en las listas socialistas en la capital.

Dos meses intensos, en los que la Guardia Civil ha ocupado titulares por operaciones llevadas a cabo, como el de la UCO en Mojácar contra un posible fraude electoral o el del hallazgo de los restos de un empresari-o en Ciudad Real, o por temas más internos, como la vuelta del coronel Diego Pérez de los Cobos a su puesto en la Comandancia de Madrid.

Primer Consejo

Este martes tomaba posesión Marcos bajo un sol de justicia, donde no faltaron los abanicos en la sede de Guzmán el Bueno, y con los ojos de las asociaciones representativas atentos pero medio cerrados, conscientes de que en unos pocos meses puede llegar otro nombre a la dirección general, elecciones mediantes.

Este miércoles el nuevo director tiene su primer Consejo de la Guardia Civil, y la asociación mayoritaria Jucil se concentrará a las puertas del edificio para "que se escuche en su interior el sentir de los guardias civiles, el clamor que desde los acuartelamientos que reclaman que los guardias civiles sean tratados como funcionarios públicos, no como una policía de bajo coste".

También desde la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC) reclamarán a Marcos aquellos aspectos que sus antecesoras dejaron sin cumplir, bajo su punto de vista. La equiparación salarial, los turnos de los guardias dignos o la calificación de profesión de riesgo son algunas de ellas. "Estamos a la espera de las elecciones para que sea este u otro director general quien cumpla con todas estas reivindicaciones", señala el portavoz de la asociación, Pedro Carmona.