Tres asociaciones profesionales de la Guardia Civil han remitido un escrito conjunto a la Dirección General en el que piden la retirada del borrador de orden con la que el Cuerpo pretende imponer estrictas norma de decoro a los agentes, como la imposibilidad de lucir bigotes largos o tatuajes que sean visibles. "No entendemos que pretenda hacerse con cánones estéticos más propios de principios del siglo XX que de nuestros tiempos", critican.
Como desveló El Independiente el pasado 9 de mayo, la Dirección General de la Guardia Civil ha presentado un borrador con el que pretende unificar las normas sobre uniformidad y policía a fin de actualizarlas a los "tiempos actuales". De aprobarse la disposición en los términos en los que está redactada la última versión, se prohibirá tener bigote por debajo de las comisuras de los labios, lucir aros en la nariz, exhibir tatuajes que no queden ocultos bajo el uniforme, tener las uñas sobrepasando el borde del dedom utilizar relojes que excedan el ancho de la muñeca, las conversaciones ajenas al servicio y que se mastique chicle en horario de trabajo.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) y la Unión de Guardias Civiles (Unión GC) -representantes del 45 % de la plantilla y del 85 % de los agentes afiliados- ha solicitado formalmente la retirada del texto, al considerar que la regulación propuesta invade derechos fundamentales de los agentes. Las organizaciones amenazan con acudir a los tribunales si se termina imponiendo la norma.
"La redacción de la norma, en términos generales, incide en aspectos que, jurídicamente, están reservados a una Ley Orgánica al regular aspectos relativos a derechos fundamentales y libertades públicas, como son la libertad, la libertad de expresión, la protección de datos, el libre ejercicio de la función pública sin intromisiones ilegitimas, el principio de igualdad, incluso la intromisión en la vida privada al hacerse extensiva la norma fuera de servicio, entre otros, de tal forma que la orden general nacería nula de pleno derecho", exponen.
Tres asociaciones profesionales consideran que la dirección general no es competente para regular derechos fundamentales de los agentes
Por ello, las asociaciones consideran que sólo el poder legislativo, "y en su caso el Gobierno como titular de la potestad reglamentaria", sería competente para regular el aspecto físico que han de presentar los integrantes de este cuerpo policial. Por ello, exigen la retirada del borrador en los términos planteados y piden que se retomen los grupos de trabajo en el marco del Consejo de la Guardia Civil a fin de que Administración y asociaciones profesionales puedan alcanzar un "consenso".
Según el calendario previsto, la próxima reunión tendrá lugar en junio, una vez que las asociaciones hayan tenido tiempo de analizar el documento que se les entregó a principios de mayo y de presentar las alegaciones correspondientes. Será entonces cuando se podrá comprobar si la dirección se mantiene en su planteamiento o, por el contrario, suaviza el texto para evitar el malestar que ha generado en el Cuerpo.
No es la única norma que el director general, José Manuel Holgado, negocia con las asociaciones profesionales. También se ha redactado una norma con la que se pretende prohibir a los guardias civiles que usen su móvil particular durante el servicio, así como la grabación de "vídeos, imágenes o sonidos" salvo en la prestación de servicios concretos.
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