La práctica totalidad del empleo que se creó entre abril y junio en nuestro país fue en el sector de los Servicios. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), la cifra de ocupados aumentó en 603.900 personas en este periodo. Esta evolución del mercado laboral, del que salieron 64.500 ocupados de la Industria, tiene consecuencias para la productividad. También según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la productividad por puesto de trabajo cae un -1,1% en tasa interanual.

La productividad por hora efectivamente trabajada crece un 1,1%, frente al 3% interanual que avanzó en el primer trimestre. Ambos índices miden la producción por cada puesto de trabajo o por cada hora trabajada en la economía nacional. Según Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research, el avance del producto interior bruto (PIB) de solo cuatro décimas, por debajo de lo previsto y en menor medida que en los tres primeros meses del año, se explicaría por esta reducción de la productividad.

Durante el segundo trimestre del año, ha sido el consumo de los hogares y el gasto público lo que ha hecho crecer la economía. Se han reducido con fuerza las exportaciones y el empleo que se crea es en servicios de bajo valor añadido. Un ejemplo es la Hostelería, donde la cifra de ocupados ha crecido en más de 122.000 profesionales en comparación con el segundo trimestre del año pasado. El incremento es de cerca de 300.000 si se compara con el primer trimestre.

En el lado contrario, "la transformación que viven sectores como el del automóvil, o el impacto que está teniendo en las manufacturas el incremento en el coste de la energía, además de la falta de disponibilidad de algunos insumos" provocan que la cifra de negocios y el empleo en la industria hayan caído. "Con ello, también se ha observado una reducción de las exportaciones de bienes", explica Miguel Cardoso, economista Jefe para España en BBVA Research.

"La Industria muestra señales de riesgos a la baja, tanto por las cifras de exportaciones como por los PMI que muestran que las expectativas no son muy positivas. También hay que tener en cuenta la situación en Alemania, que ha entrado en recesión", apunta la economista jefe de Singular Bank, Alicia Coronil.

Si se une este crecimiento de los Servicios a los datos de la Industria, que son menos positivos, resulta en un escenario en el que "la composición sectorial esté sesgada hacia sectores de baja productividad", resume Cardoso.

Consecuencias

Según Coronil, estos datos en materia de productividad son negativos porque "se trata de una de las formas para corregir la inflación, más allá de la política monetaria". Es decir, si los costes salariales crecen pero la productividad de las empresas no aumenta, "esos costes se imputan a precio", por lo que se contribuye a que los precios sigan al alza.

Cabe destacar que el índice de precios al consumo (IPC) ha repuntado durante este mes de julio. El dato adelantado es del 2,3% en tasa interanual, frente al 1,9% del pasado mes. El efecto base, es decir, la comparación con los meses del pasado año en los que la inflación llegó a su máximo, empieza a reducirse. Tanto es así que la inflación subyacente, que no incluye alimentos no elaborados ni productos energéticos, subió al 6,2% en tasa interanual.

La productividad también influye en los salarios, puesto que si se produce más utilizando los mismos recursos es más probable que se logre trasladar ese incremento a las remuneraciones de los trabajadores.

Otros servicios

Más allá de la Hostelería, cabe señalar que otros Servicios con mayor valor añadido también están reflejando la buena marcha del mercado laboral. La cifra de ocupados clasificados en las actividades profesionales científicas y técnicas ha aumentado en más de 130.000 profesionales en comparación con el segundo trimestre del pasado año.