Economía

Bruselas abronca a España: exige más y mejor empleo antes de subir las pensiones

Avisa de que España debe prepararse para tomar medidas adicionales sobre la marcha para reconducir el déficit tras las decisiones de gasto tomadas a última hora

La ministra de Empleo, Fátima Báñez.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez. | Europa Press

Duro, muy duro es el último informe de la Comisión Europea sobre la situación de las cuentas públicas de España. Bruselas duda de que el Presupuesto de 2018 vaya a servir para reducir el déficit público hasta el objetivo previsto --del 3,1% del PIB al 2,2%--. Considera que los cálculos del Gobierno son excesivos por el lado de los gastos y, por eso,  avisa de que habrá que estar preparados para tomar medidas sobre la marcha para reconducir el déficit, además de guardar los márgenes que pudieran generar unos ingresos superiores a los previstos para 'tapar' agujeros.

Sin embargo, el informe, que incluye las preceptivas recomendaciones dentro del marco del Semestre Europeo, es especialmente crítico con los gastos de última hora incluidos por el Gobierno para ganarse el favor de Ciudadanos y PNV, como la subida de las pensiones, y con, por el contrario, limitado esfuerzo que considera que se está haciendo para reducir las cifras de paro y de precariedad.

Bruselas vincula ambos extremos y concluye que, antes de subir el gasto en pensiones (insiste en que son de las más altas de Europa) y poner en peligro la reducción del déficit, España debe atender al origen de los males del sistema de la Seguridad Social, que son los ingresos, y para ello urge a actuar sobre el empleo.

Según señala el documento, "la subida de las pensiones y el retraso de la aplicación del factor de sostenibilidad ponen en cuestión el compromiso con las reformas de pensiones y, al mismo tiempo, no se aborda los principales retos para lograr ingresos de cara a las pensiones futuras, que son el desempleo y la segmentación del mercado laboral".

Objetivo: reducir la temporalidad

El paro se reduce, pero la UE recuerda que "España aún tiene uno de los mayores niveles de desempleo de la UE" y que esta circunstancia mantiene contenidos los salarios y la inflación.

Al mismo tiempo, el informe recalca que la proporción de empleos temporales de España es de las más altas de la UE y afecta directamente a jóvenes con baja cualificación. "Los contratos temporales suelen ser de poca duración y rara ver sirven de puente para un contrato indefinido", lamenta.  En este sentido, Bruselas lo deja claro: "Hacen falta medidas adicionales para incentivar la transición del empleo temporal al fijo".

En este punto entra en juego la Inspección de Trabajo, a la que la Comisión Europea reconoce el mérito de haber reducido en buena medida la contratación temporal (obligando a miles de conversiones), sin embargo, recalca que eso no ha servido para desincentivar el uso intensivo de la contratación temporal entre las empresas.

Por otro lado, las críticas de Bruselas llegan también a los sindicatos, que comparten mesa de negociación en el diálogo social con el Ministerio de Empleo y los empresarios. El informe critica que las conversaciones para adoptar mejoras en el empleo aún no han dado lugar a propuestas específicas, pese a que ya se prolongan desde hace más de un año.

España suspende en pobreza

La cara más visible de la precariedad en el empleo es la pobreza, que no solo se manifiesta entre los que no tienen un empleo, sino también entre los que lo tienen, pero en malas condiciones.

Europa es consciente de que España ha reducido los indicadores de riesgo de pobreza, pero destaca que los niveles siguen siendo muy altos, especialmente en lo que afecta a los niños. "El impato de las transferencias sociales distintas a las pensiones destinadas a reducir la pobreza son inferiores a la media europea y se están reduciendo", alerta Bruselas.

Y en ese contexto, las estructura de ayudas  a los parados presenta desigualdades por regiones, lo que lleva a que muchos desempleados que necesitan protección no la reciben. Mientras, Bruselas echa en falta una evaluación efectiva de los programas de ayuda a parados y considera que la Tarjeta Social Universal, puede servir para introducir transparencia en el sistema, pero no mejorará de ninguna manera sus debilidades.

Hay que mejorar la productividad

Y detrás de todo ello, que se concentra sobre todo en el sector servicios, altamente expuesto a la estacionalidad, radica otro de los grandes problemas que arrastra España, el de la baja productividad.

Al respecto, el informe de la UE llama a invertir en educación y formación para los jóvenes y a vincularla más a las necesidades de las empresas, al tiempo que urge a reducir las trabas administrativas para las empresas.

 

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