La Aemet ya ha avisado que la recta final de esta semana será muy calurosa en gran parte de España. Pero el fin de semana la entrada de una masa de aire muy cálido y la presencia de altas presiones provocará que las temperaturas suban aún más. De esta manera, desde el domingo hasta, al menos, el martes, se prevé un episodio cálido que se podría convertir incluso en la cuarta ola de calor del verano en nuestro país, con temperaturas máximas y mínimas muy altas para la época.

Todo esto podría ir acompañado, además, de polvo en suspensión (o calima), que empeoraría la calidad del aire. Un fenómeno habitual en España en la época estival. "En los meses de verano es cuando el desierto del Sahara está más caliente, y se producen en él corrientes convectivas que emiten polvo a la atmósfera. Por tanto, no es de extrañar que, con bastante frecuencia, una ola de calor proveniente del Sahara venga acompañada de polvo", explica Gerardo García-Castrillo, portavoz de Aemet.

Sin embargo, cada vez estamos sufriendo más episodios de este tipo. "Hay diversos estudios que apuntan que la calima y las lluvias de sangre están aumentando en España, sobre todo en el sureste peninsular y en Baleares", apunta Samuel Biener, climatólogo de Meteored. Y él mismo explica la razón: "La circulación atmosférica ha cambiado en las últimas décadas, lo que se traduce en un chorro polar más ondulado que hace que nos afecten de forma más recurrente importantes ascensos de aire cálido, que se transporta desde latitudes bajas hasta latitudes más altas".

Esto trae consigo temperaturas muy altas. Y en el caso de la Península Ibérica, al tener tan cerca el desierto del Sahara, que es la fuente de ese polvo particulado, también provoca en muchas ocasiones calima.

Problemas y ventajas del polvo sahariano

La Aemet ya explicó que las partículas en suspensión degradan la calidad del aire y pueden tener efectos negativos sobre la salud, el medio ambiente y algunas actividades económicas como el transporte aéreo y terrestre, la agricultura y la generación de energía solar.

Pero no todo es malo. Su contenido en sales minerales y metales juega un papel clave para fertilizar el suelo donde las partículas se depositan. De hecho, el propio Biener asegura que la existencia de la Amazonia tal y cómo la conocemos no podría entenderse sin el polvo en suspensión que durante miles de años ha llegado a esa zona proveniente del Sahara.

Sin embargo, ambos expertos coinciden en mostrarse alerta ante el aumento de los episodios de calima. "Nos preocupa el impacto del polvo sobre la salud, sobre todo para aquellas personas que tienen problemas respiratorios o cardiovasculares", afirma García-Castrillo. Y Biener apunta en la misma dirección: "Puede ser preocupante, o al menos motivo de atención para aquellos que pueden tener complicaciones ante concentraciones muy altas de polvo en suspensión. Y si los episodios de este tipo son cada vez más frecuentes y persistentes tenemos un problema de salud pública".

La calima sin olas de calor

El climatólogo de Meteored, sin embargo, explica que aunque la calima normalmente va asociada a las olas de calor de verano, no tienen por qué ir necesariamente de la mano. Por ejemplo, en los episodios de Poniente del Mediterráneo se alcanzar temperaturas muy altas, pero el cielo suele estar muy despejado y con visibilidad excelente.

Y también hay ejemplos de lo contrario. "El episodio de calima más importante en la historia reciente de España se produjo en marzo de 2022 con la borrasca Celia. Tuvimos durante unas horas la peor calidad del aire del mundo, superando a países como China o la India, con un ambiente muy turbio y nula visibilidad. Eran imágenes más propias de Asia o África", resume Biener, que detalla que en los últimos años están aumentando esta clase de episodios también en primavera e invierno, unas épocas donde habitualmente no hay olas de calor.

Pero 2022 no fue sólo el año donde se registró el episodio de la calima más importante de los últimos tiempos. También fue uno de los años donde más activos en este aspecto, según los informes que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico genera anualmente desde 2009.

Zonas de España más afectadas

A pesar de todo, el portavoz de Aemet explica que España no es el país más afectado por el polvo en suspensión. Pero si está entre los países que más porcentaje de días al año tienen con polvo del Sahara. Sólo nos superan Italia, Grecia y Chipre.

"El polvo que llega a la Península Ibérica y al oeste del Mediterráneo tiene que poder superar la cordillera del Atlas, que tiene un promedio de altitud de más de 3000 metros. Si una masa de polvo llega a superar esta barrera es fácil que llegue a la Península con un viento de cierta magnitud", afirma García-Castrillo. "Las partículas de polvo puede tener dimensiones muy pequeñas, elevarse a grandes alturas y llegar a lugares muy alejados de la fuente emisora. Un ejemplo de ello son las entradas de polvo del Sahara sobre el Caribe", añade.

Los datos que registra la Aemet muestran que todas las regiones de España han sufrido algún momento calima, en mayor o menos medida. Pero Canarias es claramente la zona más afectada, seguida del sur peninsular y el área del Mediterráneo. La zona a la que menos llega es, evidentemente, el norte del país.