Las elecciones generales del 23 de julio ya son historia. Una historia cuyo final todavía está por escribir. En la contienda electoral se han perfilado dos bloques que, por su peso (o número de escaños conseguido) son casi simétricos, como (las dos partes de) una ficha doble de dominó. Se puede decir que la “partida” electoral ha quedado, por ahora, en tablas.
Por una parte, tenemos el bloque de la derecha, y por otra, “el bloque de Sánchez”(o bloque de la izquierda difusa). Digo difusa porque a la izquierda del PSOE hay otra izquierda (dándose a entender que el PSOE es otra modalidad de izquierda) y además este bloque incluye otros partidos minoritarios de corte nacionalista. Para lograr el desempate serán imprescindibles los siete escaños de Junts per Catalunya (Junts).
Pese a ello, Sánchez, haciendo malabarismos y cesiones (en las que se ha graduado como alumno sobresaliente en la “escuela” del Majzén) y tras negociaciones llevadas a cabo con discreción (semisecretas) ha logrado que el día 17 de agosto se constituyeran las Cortes Generales, haciéndose con la Presidencia del Congreso, la socialista Francina Armengol (expresidenta del Gobierno balear); mientras el PP designaba en la presidencia del Senado (donde tiene mayoría absoluta) a Pedro Rollán.
En esta “carrera de obstáculos” ya se ha superado el primero. Ahora queda por sortear el más difícil: lograr los apoyos suficientes para la investidura. A priori, para Sánchez, este obstáculo es prácticamente insalvable sin el apoyo de Junts, que, entretanto, ya ha anticipado que sin amnistía y referéndum para Cataluña, no apoyará su investidura.
Por otra parte, una vez concluida (el día 22 de agosto) la ronda de consultas del Rey Felipe VI con los partidos políticos (que asistieron), el Monarca ha optado por el líder del PP (que le faltan cuatro votos para lograr ser investido) como candidato a la presidencia del Gobierno; y (el dia 23 de agosto), la Presidenta del Congreso anunció que el debate de investidura se celebrará los días 26 y 27 de septiembre.
Mientras tanto, Sánchez no se cansa de afirmar que “será una investidura fallida”. Es decir, Sánchez está tan seguro de que la coalición Sumar y todos los partidos minoritarios le darán su apoyo, hasta el punto de afirmar que la única investidura viable es la suya. Da por hecho que todos estos partidos forman un frente común (sin fisuras) con él. Por eso aludí, antes, a este bloque como “el bloque de Sánchez”.
Todos ellos saben que, hoy por hoy, Sánchez (por motivos que solo él conoce) está en manos de la dictadura alauí
Y me pregunto ¿Cómo es posible que todos estos partidos hayan olvidado tan pronto todos los desmanes, tropelías de todo tipo y humillaciones que ha vivido el país a lo largo de la decimocuarta legislatura, fruto de su opaca (y sospechosa) relación con El Majzen?
Todos ellos saben que, hoy por hoy, Sánchez (por motivos que solo él conoce) está en manos de la dictadura alauí. Da la impresión de que El Majzen tiene sentado al Sr Sánchez sobre una especie de “bomba de relojería”, y le amenaza con detonarla en cualquier momento, si no accede a todas sus peticiones (por muy ignominiosas e inmorales que éstas sean).
Ya lo hizo con Zapatero. ¿Qué le impide volver a hacerlo con Sánchez?
Hechos irrefutables que confirman este razonamiento los hay a docenas (y están en boca de todos). Hechos que implican cesiones en asuntos que afectan a la misma soberanía nacional, y que ya fueron abordados por este servidor, con detalle, en diversos artículos publicados anteriormente; por lo que creo innecesario volver a detallarlos nuevamente en el presente artículo, ya que nos extenderíamos tanto, que su publicación solo sería posible en una sucesión de fascículos.
Todos hemos podido ver que, cuanto más se esmera Sánchez en complacer al Majzen, más vilipendio y denigración recibe por parte de éste. Así, si en la era de Rajoy las reivindicaciones de Ceuta y Melilla eran meras insinuaciones veladas, ahora, con (el permisivo y sumiso) Sánchez, han pasado a ser explícitas; y además, El Majzen (redoblando la apuesta) está reclamando también las islas Canarias.
De hecho, en estos días, un singular mapa de Marruecos que aparece en la web oficial de la embajada del reino alauí en España, está acaparando las portadas de los diarios. Está siendo noticia por incluir, además del Sáhara Occidental, las ciudades de Ceuta y Melilla como parte de Marruecos.
Sin embargo, este mapa vio la luz por primera vez el 23 de marzo de 2022. Ese día, el diario El País hizo pública la carta que (supuestamente) Sánchez le envió nueve días antes a Mohamed VI (en la que se adhería a sus tesis de ocupación ilegal del Sahara Occidental). Y, ese mismo día (de la publicación del mapa en la web marroquí), Pedro Sánchez, para su bochorno y vergüenza, se hallaba de visita en las ciudades de Ceuta y Melilla.
Sánchez (ya tornado en Judas) estaba iniciando –aparentemente pletórico– un nuevo camino en compañía del Majzen. En aquél entonces, la prensa no se hizo eco de ese mapa y no tuvo ninguna trascendencia en los medios. Hoy –un año y cinco meses después– viendo que el final del camino, iniciado por Sánchez aquella primavera, es la ciénaga en la que se está ahogando; el mapa (que antaño no tuvo ninguna repercusión mediática) está suscitando, de repente, el interés de la prensa.
El primer martes de agosto, nos despertamos con la noticia de que Sánchez (junto con su familia) ha desembarcado en Marrakech para disfrutar de unos días de vacaciones. El PP interpretó esta visita como una clara provocación por parte de Sánchez, mientras que Bolaños (ministro de la Presidencia en funciones), la enmarcó dentro del ámbito privado y, dentro de éste, situó también la libre elección del destino vacacional.
Nosotros le damos una lectura completamente distinta: Sánchez, empantanado como está (hasta el cuello) en el lodazal en el que se ha metido, jamás se hubiera atrevido a semejante desafío, y mucho menos arrastrando con él a su familia. Eso lo hace alguien que está orgulloso de su quehacer, y él dista –y mucho– de sentirse así. Además, en ese momento concreto, no puede poner en riesgo el apoyo de Sumar y demás partidos nacionalistas, porque sabe que miran, con mucho recelo, su dudosa relación con El Majzen cobarde y asesino.
Ni él es el autor de la provocación, ni el destino vacacional fue de su elección.
La amarga realidad es que El Majzen ha querido humillar, una vez más, a Sánchez, ordenándole viajar, ipso facto, a Marruecos (esta vez incluso con su familia) para recordarle que no es dueño de sí, y para que constate en suelo marroquí, que su posicionamiento con respecto al Sahara Occidental (quiera o no) debe seguir en pie.
¿Por qué no condicionan su apoyo a Sánchez a una enmienda a la totalidad de su relación con Marruecos?
Entonces, visto lo visto, vuelvo a preguntar ¿Cómo es posible que todos estos partidos (me refiero a la coalición Sumar y demás partidos nacionalistas) brinden su apoyo prosélito al pusilánime Sánchez, ignorando (conscientemente) sus reiterados actos de felonía y servilismo a la dictadura alauí?
Podemos entender que, por razones ideológicas, se sientan muy alejados del bloque de la derecha, hasta el punto de creer que su única alternativa es el PSOE de Sánchez.
Pero si así lo creen ¿porqué no le trazan a Sánchez una línea roja para evitar que conduzca el país al abismo? ¿Por qué no condicionan su apoyo a Sánchez a una enmienda a la totalidad de su relación con Marruecos?
Si la investidura del Sr Feijóo no sale adelante (que es lo más probable); y Sánchez es propuesto por el Rey, ustedes tendrán una enorme responsabilidad sobre sus hombros, si el apoyo que le prestan no está condicionado a un veto firme y claro a su turbia relación con la dictadura alauí.
El Majzen, para conseguir sus perversos objetivos políticos y para tener subyugada a España, tiene todas sus esperanzas puestas en Sánchez (porque sabe que acatará ciegamente todas sus órdenes). Aislado como está, internacionalmente, Sánchez es su último cartucho. Éste es consciente de ello y obrará en consecuencia.
Todos sabemos que en estos días (tensos y difíciles) Sánchez está atrapado entre la espada y la pared (entre El Majzen y Junts). Conociéndole como le conocemos y, sabiendo que le tiene un pánico cerval (a lo que sea que puede hacerle) el Majzen; en nuestra opinión, acabará accediendo a todas las peticiones de Junts. Hará todo lo que haga falta, con tal de evitar la cólera de aquél.
Abderrahman Buhaia es intérprete y educador saharaui.
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