La Fiscalía de Madrid acaba de remitir a la Audiencia Nacional una denuncia por el beso del presidente del RFEF, Luis Rubiales, a la jugadora de fútbol Jennifer Hermoso en la final femenina del mundial. Fuentes fiscales han aclarado que la Fiscalía General del Estado, por su parte, también ha recibido cuatro denuncias más que retimirá a la Audiencia Nacional por ser competente para investigar los hechos ocurridos en el extranjero. Una vez allí, los fiscales del órgano decidirán si se abren o no diligencias. Por el momento, no hay ningún procedimiento penal abierto.

"Se ha recibido en esta Fiscalía Provincial su denuncia contra D. Luis Rubiales Béjar en el que relata los hechos que podrían, en su caso, ser constitutivos de un delito de agresión sexual", indica un documento que firma la fiscal Ana María Galdeano y al que ha tenido acceso El Independiente. La fiscal ha decidido este mismos viernes que envía la denuncia del presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fúbtol de España (CENAFE), Miguel Ángel Galán, a la Audiencia Nacional.

El escrito abre ya el camino a que ese beso sin consentimiento fuera constitutivo de un delito castigado en el Código Penal. Lo ocurrido en Sidney encaja en una agresión sexual, según indican juristas consultados, si bien es muy difícil perseguirlo si Hermoso no da un paso adelante y decide declarar en contra del acto de Rubiales.

Tras la aprobación de la ley del 'solo sí es sí' el abuso ha quedado obsoleto y todo está bajo el paragüas de la agresión, si bien el beso del presidente de la Federación se mueve en la horquilla más baja de la pena siendo, como máximo, cuatro años de prisión el total al que se podría enfrentar. Existen precedentes en el Tribunal Supremo como el de la exparlamentaria de Podemos Teresa Rodríguez que ganó un pleito contra un empresario Sevillano que simuló besarla en la boca poniéndose delante la mano.