España se ha convertido en el espejo en el que se miran el resto de selecciones tras proclamarse campeona del Mundial de fútbol femenino en Australia y Nueva Zelanda. Alexia Putellas fue galardonada con el Balón de Oro en sus dos últimas ediciones y todo parece indicar que Aitana Bonmatí será quien tome su relevo. Sin embargo, tras lo sucedido con Luis Rubiales, España también se ha convertido en un ejemplo para el resto de selecciones a la hora de decir «se acabó». Y viendo el respaldo que han recibido sus futbolistas por parte de la sociedad y de las instituciones, Dominika Conc, una de las capitanas de Eslovenia, denunció sexismo y homofobia en su selección.

Así lo hizo en la BBC donde destapó el «ambiente poco profesional» que existía en el equipo por parte del entrenador, Borut Jarc, y de su cuerpo técnico. «El ambiente era muy poco profesional. Todo era muy inapropiado. Nos insultaban, realizaban comentarios sexistas y había trato homofóbico sobre nuestra vida personal», aseguró Dominika Conc.

«Nada tenía que ver con el fútbol, y todo sucedió durante los últimos cinco años. Por miedo no decíamos nada», añadió sobre lo sucedido en la selección de Eslovenia. «Muchas jugadoras necesitaron de ayuda. Tuvieron que acudir a psicólogos y a otros profesionales», reveló Dominika Conc.

El seleccionador de Eslovenia ha terminado dimitiendo

Al igual que las futbolistas españolas, las componentes de la selección de Eslovenia escribieron una carta a la Federación denunciando que habían sido obligadas a disputar un partido clasificatorio para la Euro 2022 cuando tenían COVID y el haber recibido un «trato degradante» por su peso.

«No había interés alguno. No querían escucharnos. Decían que no era asunto nuestro. En ese momento decidimos escribir todo y enviar una carta a la Federación. Nunca nos respondieron», contó Dominika Conc. Afortunadamente para las integrantes de la selección de Eslovenia, aunque el seleccionador desmintió todo, terminó dimitiendo.

«Él no era el único que abusaba. La Federación nos tiene porque tiene que tenernos, esa es nuestra sensación. No es de extrañar que nadie venga a ver nuestros partidos», concluyó.