"La amnistía no es el punto final de nada y el Estado lo sabe". El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, dejó claro este domingo que la amnistía tampoco es suficiente para Esquerra. Si Carles Puigdemont advierte que ese es solo el peaje para "empezar a hablar" los de Esquerra igualan la apuesta, reivindicando una vía de entendimiento con el PSOE que ellos han desbrozado durante los últimos cuatro años.

En su mensaje institucional de la Diada Aragonès dejó claro también que el independentismo ya da prácticamente por descontada la amnistía. Y empieza a preparar la "siguiente pantalla" -en terminología secesionista- la celebración de un referéndum de independencia.

Lo ha hecho el día en que JxCat han advertido en su manifiesto de la Diada que no renuncian a la unilateralidad. Una aviso que ya puso sobre la mesa Puigdemont en su conferencia del pasado martes, aunque ahora busquen un acuerdo con el PSOE para hacer presidente a Pedro Sánchez.

JxCat niega contactos "formales" con el PP

Este lunes, el secretario general del partido, Jordi Turull ha insistido: "no renunciamos a la unilateralidad porque sería renunciar a la nación". Turull ha intentado rebajar además el alcance de los contactos con el PP, reconocidos por el propio Alberto Núñez Feijóo. "El PP no se aclara, no saben si quieren hablar con Junts o no" ha apuntado Turull tras la ofrenda de su partido al monumento de Rafael Casanova, aunque ha reconocido que "tenemos conversaciones con todos".

"Como secretario general de Junts confirmo que no ha habido conversaciones formales con PP" insistía en el acto que da el pistoletazo de salida a las celebraciones políticas de la Diada.

Un acto al que también han acudido PSC y Comunes -PP y Cs dejaron de acudir en los inicios del procés, cuando la ofrenda se convirtió en ocasión para insultar y lanzar objeto a los representantes de ambos partidos-. El socialista Salvador Illa se ha escudado en la "prudencia" y la "discreción" para no comentar las negociaciones con el independentismo, mientras la morada Jéssica Albiach ha reivindicado el papel protagonista de Sumar en la defensa de la amnistía para "acabar con la judicialización conflicto".

Punto de partida

En este contexto de competición entre JxCat y ERC por elevar el listón de sus exigencias a las puertas de la Diada, Aragonès ha coincidido con su predecesor en que la amnistía es el "punto de partida de la etapa que iniciamos" con la nueva legislatura. Un mandato en el que Sánchez dependerá de JxCat y ERC en cada votación si finalmente consigue ser investido.

Por eso Aragonès ha señalado que la amnistía "por si sola, no resuelve el conflicto de soberanía con el Estado". El presidente catalán ha repetido que Cataluña "quiere votar libremente sobre la independencia" y "hasta que el Estado no dé repuesta" a esta reivindicación "el conflicto existirá".

El republicano ha defendido su propuesta de Acuerdo de Claridad a la canadiense -que no comparten JxCat ni la CUP- como el mejor camino para poner las bases de la celebración del referéndum. Y ha vuelto a pedir unidad de las fuerzas independentistas para doblegar al PSOE en ese segundo envite, destacando una vez más la "oportunidad" que ofrece los resultados del 23J, que han dado a JxCat la llave de la investidura, pese a la caída del voto independentista.

Aragonès ha reivindicado "firmeza, negociación y democracia" para "aprovechar la fuerza" que les han dado las urnas y "hacer posible todo lo que hasta ahora no era posible". La amnistía "como garantía" de que "nadie más entrará en prisión" y "los exiliados volverán en libertad". Pero también "la mejora inmediata del bienestar ciudadano" con el traspaso de Rodalies y la mejora de la financiación autonómica.

Rodalies y financiación

Dos reivindicaciones "autonomistas" según los detractores de Esquerra, que los separan de JxCat y la CUP. El Govern de Esquerra defiende, por contra, que el independentismo debe conseguir mejoras en las condiciones de vida de los catalanes, y argumentan que esas mejoras pasan por el traspaso de los trenes y "el fin del déficit fiscal". Dos exigencias más viables para el PSOE que la celebración de un referéndum de independencia.

La "Cataluña de los 8 millones" -población que todavía no ha alcanzado- tiene "un potencial extraordinario" ha argumentado. Pero está "limitada" por un "déficit fiscal que nos impide tener el estado del bienestar que nos merecemos". También por una gestión de las infraestructuras "desde fuera de nuestro territorio" que para Aragonès supone "un peaje añadido" con el que se propone acabar aprovechando la debilidad del PSOE.