"Parece que nos quieren salvar. En el juicio ya nos defenderemos nosotros". Habla así uno de los 45 policías nacionales encausados en la Audiencia Provincial de Barcelona por la actuación en los colegios del referéndum ilegal del 1 de octubre. Sobre la pretensión de incluirlos en una posible amnistía, junto a los líderes políticos del procés, no quieren escuchar nada.

"Eso para Puigdemont, nuestra actuación fue ejemplar", resume. "Aquello fue una batalla. No tenemos nada que ocultar". Los 45 agentes siguen a la espera de un juicio seis años después de los hechos. "Compañeros de otros colegios vieron resueltos los suyos en pocos meses. Aquí ha habido una intención de dilatarlo".

En enero de este año, el magistrado instructor del Juzgado número 7 de Barcelona mandó al banquillo a 45 policías que actuaron el 1 de octubre de 2017. Pide nueve años de prisión y 12 de inhabilitación por "torturas y contra la integridad moral".

Seis años de instrucción después, los agentes, sin fecha para el juicio, observan los movimientos políticos que se siguen produciendo en torno al referéndum ilegal promovido por la Generalitat. Sobre la mesa está una posible amnistía para los artífices de aquellos hechos.

Diada desinflada

Este lunes se celebró la Diada de Cataluña. Unas 115.000 personas, 35.000 menos que el año pasado, se manifestaron en Barcelona. Al grito de "independencia", la mayoría obviaba la amnistia. Consideran que es un paso previo y necesario para hablar de la investidura de Pedro Sánchez gracias a los votos separatistas en el Congreso. "Con este juicio, cuando haya otro 1 de octubre, porque lo habrá, con qué ánimo van a ir los agentes a desalojar colegios, viendo que pueden estar siete, ocho, nueve o diez años procesados", reflexiona este agente.

El paso más activo y reciente lo dio la líder de Sumar, Yolanda Díaz, visitando al expresidente catalán fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, en el Parlamento Europeo hace nueve días. En un viaje no anunciado en su agenda oficial, la también vicepresidenta del Gobierno mantuvo una reunión de tres horas con el jefe de las filas de Junts per Catalunya. El partido de Díaz fue el primero en incluir en la amnistía a los policías encausados en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

El Ministerio del Interior rechaza de plano que los agentes entren en el trato. El departamento de Fernando Grande-Marlaska que siempre actuaron "conforme a la ley". En la misma línea se han pronunciado los sindicatos, que no quieren ser igualados a los políticos independentistas.

Para este agente su proceso judicial fue "político", algo que, bajo su punto de vista, se plasmo desde el minuto uno en la actitud del juez. "Cuando se veían (en los vídeos) agresiones por parte de los radicales, el juez las tildaba de ligeras. A nosotros en cambio, si agarrábamos a alguien nos decía que era un uso desproporcionado de la fuerza".

Cada unidad de la UIP, los antidisturbios, está compuesta por 29 policías. "Enfrente teníamos, por cada colegio, a 600 personas sentadas". Explica que su mandato era claro: desalojar, entrar a los colegios, hacerse con las urnas y salir. "Algo sencillo. Se empleó la fuerza necesaria para aquella situación". Al final de la jornada, después de visitar todos los colegios que tenían asignados, su equipo levantó a unas 2.500 personas.

"Nuestra integridad era esencial"

"Usamos las defensas como hay que utilizarlas, para mantener la distancia con quienes estaban allí". Recuerda este policía que en aquel momento, y todavía, España estaba en alerta cuatro antiterrorista. "Nuestra integridad era esencial. No sabías si entre todas aquellas personas podía haber un yihadista o alguien con un arma blanca. Si sólo nos hubieses acercado a ellos, podríamos haber recibido alguna agresión con arma blanca".

El juez relaciona las lesiones ocasionadas al empleo de la "defensa reglamentaria", algo autorizado en el operativo policial del 1 de octubre. "Sabemos perfectamente que eso produce un dolor no muy grande durante unas horas y ya. Quizás un moraton un día, pero no más".

A este policía le extraña que se hayan archivado denuncias contra "agarrones y empujones" cuando "podemos hacerle más daño a alguien así". Por cada unidad de intervención, compuesta por 29 agentes, enfrente había 600 personas que "pateaban y daban mordiscos". "Usamos un uso proporcionado de la fuerza", se defiende.

"Todas las veces que he ido a declarar nos han mirado con lupa cada testimonio", recuerda. El juez, por otra parte, da credibilidad a los testimonios de los independentistas en su auto. Recoge frases como "habla normal, cerdo de mierda", "puta", "catalán de mierda", "qué, tú también quieres", "puta, zorra, quítate de aquí", "hijo de puta, payaso". Llegó a dar credibilidad al testimonio de M. S. M., que apuntó que un agente "le tocó los pechos y le dijo 'puta vieja, no me gustan tus tetas'".

Los policías confían en llegar al Tribunal Supremo recurso tras recurso para tener "un juicio normal, sin especiales sensibilidades para ninguna parte". "Ahora mismo lo que queremos es que la causa salga de Cataluña".